Actualizado el 11 de diciembre de 2024 por Carlos José Belmonte López
Recientemente, la República Democrática del Congo ha querido alertar a la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre un brote infeccioso que ha afectado a aproximadamente 400 personas, resultando en más de 80 fallecimientos. Esta situación ha generado inquietudes y especulaciones acerca del origen de la enfermedad, conocida popularmente como «enfermedad X». Sin embargo, según los expertos, con la información disponible actualmente, parece poco probable que estemos ante una nueva pandemia.
Síntomas y contexto del brote
Los síntomas que se han presentado en los afectados incluyen fiebre, dolor de cabeza, tos, secreción nasal y dolor corporal. Alarmantemente, se ha observado que la mayoría de los casos han sido reportados en niños, quienes son particularmente vulnerables a enfermedades, especialmente si padecen de desnutrición. De hecho, los pacientes más graves han presentado este problema nutricional, lo que puede agravar su estado de salud.
Análisis de expertos en enfermedades infecciosas
Desde España, el vicepresidente de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), Javier Membrillo, ha hecho un llamado a la calma. “Es importante lanzar un mensaje de tranquilidad”, enfatiza, añadiendo que se trata de una “agrupación de casos de una enfermedad que parece de perfil respiratorio en una zona rural, remota y selvática del Congo”, donde el acceso a servicios sanitarios y nutrición básica es extremadamente limitado.
Membrillo advierte que ante noticias de este tipo, la opinión pública podría caer en el temor a nuevas fiebres hemorrágicas o virus que desencadenen la próxima pandemia. Sin embargo, aclara que hasta el momento no se ha identificado ningún nuevo patógeno, ni se ha vinculado a este brote a alguna fiebre hemorrágica conocida.
De acuerdo con la información oficial de la OMS, lo más plausible es que se trate de infecciones respiratorias ya conocidas, como neumonías bacterianas, que suelen afectar a personas con bajo nivel nutricional, volviéndolas más vulnerables a diversas enfermedades infecciosas. Sin embargo, Membrillo no descarta la posibilidad de un nuevo agente patógeno y sostiene que “tenemos que estar vigilantes y esperar a los resultados de los laboratorios”.
Pasos necesarios para investigar el brote
El experto ha delineado los pasos que deben seguirse para identificar el origen de los contagios y los fallecimientos en la República Democrática del Congo. En primer lugar, se requiere que los especialistas en salud pública lleguen a la zona afectada para realizar “una correcta y amplia encuesta epidemiológica” y tomar muestras de diversos tipos, incluyendo personas, fuentes de agua, alimentos y animales. Estas muestras serán analizadas en laboratorios para descubrir qué patógenos están detrás de esta crisis sanitaria.
Reflexiones sobre la salud pública y la nutrición
A pesar de la gravedad de la situación, Membrillo recalca que no hay evidencias que sugieran una epidemia provocada por un nuevo agente infeccioso que exija inmediata protección o medidas de cuarentena específicas. Sin embargo, advierte que la falta de acceso básico a la salud y una nutrición adecuada es un riesgo latente en regiones como el Congo, donde se registran altos niveles de desnutrición y cobertura de vacunación baja o inexistente.
La reflexión aquí es crucial. Es necesario asegurar el acceso universal no solo a la sanidad, sino también a condiciones mínimas de salud e higiene. Sin este acceso, poblaciones enteras se ven amenazadas de sufrir brotes con alta mortalidad, como el que se desarrolla actualmente en esta región del Congo.
Preparación ante futuras epidemias
El especialista considera que el enfoque debería ir más allá de la reacción inmediata ante estas crisis. Se hace hincapié en la necesidad urgente de mejorar la cobertura sanitaria y nutricional en estos países para proteger la salud de sus habitantes. En este sentido, pone de relieve que simplemente cortar fronteras ante brotes infecciosos no es una solución viable.
Por último, a la luz de la amenaza que representan futuras pandemias en contextos globales, afirma que “es inaceptable que España continúe siendo el único país de la Unión Europea sin una especialidad en enfermedades infecciosas”. Este es un asunto que ha de ser abordado para estar mejor preparados frente a emergencias de salud pública en el futuro.
Con estos argumentos, no solo se hace evidente la necesidad de medidas inmediatas en respuesta a brotes infecciosos, sino también una llamada a la acción para fortalecer los sistemas de salud y nutrición en las regiones más vulnerables del mundo.