Antes de hacer ejercicio, un cardiologo alerta: evalúa tu corazón primero

Actualizado el 5 de febrero de 2025 por Carlos José Belmonte López

Tener un corazón sano no solo depende de la alimentación que llevamos, sino también de otros hábitos cotidianos que influyen en nuestra salud cardiovascular. Aurelio Rojas, cardiólogo del Hospital Regional Universitario de Málaga y divulgador, comparte qué prácticas considera esenciales para mantener un corazón fuerte y alerta sobre las acciones que nunca se deberían realizar en este camino.

El ejercicio como aliado

Uno de los pilares fundamentales para la salud del corazón es la actividad física. En este sentido, el cardiólogo Rojas enfatiza la importancia de realizar ejercicios de fuerza, ya que “el órgano endocrino metabólico más poderoso de nuestro organismo es el músculo”. Esta afirmación resalta que el trabajo muscular no solo mejora la estética, sino que también tiene múltiples beneficios para la salud cardiovascular.

El ejercicio de fuerza “ha demostrado que no solo mejora la masa muscular y aumenta la densidad ósea, sino que también ayuda a controlar la presión arterial, reduce los niveles de colesterol y triglicéridos, y mejora la sensibilidad a la insulina, principal causante de enfermedad cardiovascular en el siglo XXI”.

Rojas también subraya que “mantener una buena masa muscular es esencial para tener un metabolismo activo, prevenir la obesidad y reducir la grasa visceral, que es la más peligrosa para el corazón”. Este consejo es aplicable a todas las edades y condiciones físicas; “si aún no has integrado los ejercicios de fuerza en tu vida, este es el momento, no importa tu edad ni tu nivel físico”, asegura Rojas.

La importancia del descanso

Además de la actividad física, otro factor crítico para el bienestar cardiovascular es el descanso adecuado. Rojas advierte que “dormir menos de 6 horas por noche perjudica la salud”. Durante el sueño, se producen hormonas que contrarrestan el cortisol, desempeñando un papel importante en la regeneración celular.

La falta de sueño genera estrés, elevando los niveles de cortisol en el organismo, lo que repercute negativamente en la salud del corazón. Este fenómeno ha sido correlacionado con un aumento en la incidencia de hipertensión, enfermedades cardiovasculares y arritmias. Por lo tanto, es esencial establecer una rutina de sueño saludable.

Precauciones en el ejercicio

Sin embargo, antes de comenzar cualquier programa de ejercicio, Rojas enfatiza la importancia de asegurarse de que el corazón esté en condiciones óptimas. “Nunca empezaría a hacer ejercicio físico sin saber que mi corazón está en perfectas condiciones”, advierte el cardiólogo. Aunque los eventos de muerte súbita durante la actividad física son raros, el infarto agudo de miocardio representa la principal causa en estos casos.

Para quienes tienen factores de riesgo cardiovascular o antecedentes personales o familiares de problemas cardíacos, “es fundamental que un médico evalúe tu corazón antes de comenzar cualquier rutina deportiva, aunque te sientas bien”. Actuar con precaución es clave para prevenir complicaciones graves.

Beneficios de la actividad física en mayores

El ejercicio de fuerza no solo es beneficioso para los jóvenes; también puede ser muy efectivo en personas mayores. Según Miguel Del Valle, presidente de la Sociedad Española de Medicina del Deporte, “se ha demostrado que incluso las personas mayores de 90 años pueden aumentar su acondicionamiento muscular mediante el entrenamiento de fuerza”. Este hallazgo es alentador y muestra que nunca es tarde para cuidar de nuestra salud cardiovascular.

Además, los trabajos de fuerza “ayudan a prevenir muchas enfermedades crónicas, como la diabetes, al incrementar la sensibilidad a la insulina, mejorar el perfil lipídico, prevenir la osteoporosis e incluso algunos tipos de cáncer”. La actividad física se transforma, entonces, en una herramienta crucial no solo para el bienestar, sino también para la prevención de enfermedades.

En conclusión, mantener un corazón sano implica una combinación de ejercicio físico adecuado, descanso reparador y chequeos médicos. Incorporar estas prácticas en nuestra vida diaria no solo optimizará nuestra salud cardiovascular, sino que también nos brindará una mejor calidad de vida, sin importar la edad o las circunstancias. La clave está en saber escuchar a nuestro cuerpo y actuar en consecuencia, y nunca subestimar la importancia de un estilo de vida equilibrado.

Carlos José Belmonte López
Carlos José Belmonte Lópezhttps://www.google.com/search?kgmid=/g/11rcl91syn
Licenciado en farmacia por la Universidad CEU San Pablo y Máster en la Universidad Pontificia Comillas de Madrid. Doctorado y comprometido con la Salud Humana

Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios y la información contenida en PharmaSalud esté redactada por profesionales en medicina, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.

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