Actualizado el 14 de enero de 2025 por Carlos José Belmonte López
La llegada del frío trae consigo el aumento de las urgencias ligadas con síntomas respiratorios, fundamentalmente gripe y resfriado. Según el último informe del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), en la primera semana de 2025, la tasa de infecciones respiratorias agudas en Atención Primaria ha alcanzado los 639,8 casos por cada 100.000 habitantes. Las cifras son incluso más alarmantes en el caso de la gripe, con un incremento del 88% en los contagios en las últimas dos semanas, alcanzando una tasa de 62,6 casos por cada 100.000 habitantes. Los expertos advierten que este repunte puede saturar las urgencias si no se controla.
Cuándo acudir a urgencias sí o sí
Desde el servicio de Urgencias del Hospital Vithas Sevilla se recalca que hay que acudir a urgencias cuando el estado general del paciente es muy malo, cuando la fiebre no baja con antitérmicos y cuando surgen problemas respiratorios, especialmente si el oxígeno se mide por debajo de 94-95% con un pulsioxímetro. También se debe acudir si existe tiraje, que se refiere al esfuerzo al respirar, particularmente si se nota tirando de la zona de las costillas. En estos casos, la atención médica inmediata es crucial.
Diferencias entre gripe y resfriado
Distinguir entre gripe y resfriado es fundamental para saber cómo actuar. Según Luis Gutiérrez Serantes, médico de familia, “la gripe es una infección vírica de las vías respiratorias que afecta a nariz, garganta y pulmones”. La gripe se caracteriza por “su rápida capacidad de contagio”, encontrándose en el aire las partículas que expulsan las personas infectadas al toser o estornudar. También se puede contagiar al tocar objetos contaminados y luego tocarse la cara.
El resfriado comparte características con la gripe, pero los virus causantes son diferentes. Sin embargo, los síntomas y el modo de transmisión son similares. Gutiérrez señala que la gripe tiene una “aparición rápida y brusca con fiebre alta que puede superar los 38ºC”. Por el contrario, la evolución del resfriado es más gradual, comenzando típicamente con dolor de cabeza y moqueo, seguido de tos seca y estornudos.
Por lo tanto, como afirma Ana Luengo, coordinadora del Servicio de Urgencias del Hospital Vithas Sevilla, “una gripe es parecida a un resfriado, pero de mayor intensidad”. La fiebre es otro síntoma diferenciador, siendo menos común en el caso del resfriado. La presencia de dolores musculares y escalofríos típicos de la gripe representa un severo malestar para quienes lo sufren.
Tratamiento para la gripe y para el resfriado
Cuando se trata de la gripe o el resfriado, es importante señalar que no existen terapias específicas para combatirlos, ya que ambos son causados por virus. La medicación disponible se centra en aliviar los síntomas. Ana Luengo hace énfasis en que “los antibióticos no son eficaces en estos casos” y que es fundamental seguir las indicaciones médicas para evitar un mayor riesgo de contagio.
Entonces, ¿qué tratamientos o medidas ayudan a aliviar los síntomas? Gutiérrez aconseja “guardar reposo, beber abundante líquido y evitar ambientes contaminados, así como limitar el consumo de tabaco y alcohol”. A esto, Luengo suma el uso de antitérmicos y tratamientos intranasales como suero fisiológico para la congestión. Si es necesario, se pueden usar antitusivos en caso de que persista una tos muy fuerte.
Además de las recomendaciones médicas, Gutiérrez sugiere remedios caseros que pueden ser de ayuda: “tomar cucharadas de miel para suavizar la garganta en caso de tos seca, y usar humidificadores”. Otras opciones incluyen “hacer gárgaras con agua caliente, limón y miel” o “vaporizaciones de eucalipto para aliviar la congestión”.
Es vital entender la diferencia entre estos dos tipos de infecciones respiratorias para saber cuándo es necesaria una atención médica más profunda. Como advierte Gutiérrez, una infección mal curada puede avanzar a problemas más graves como bronquitis o neumonía, especialmente en individuos con un sistema inmunológico comprometido. Por ello, siempre es recomendable seguir los consejos médicos y volver a consultar si los síntomas persisten tras varios días.