Actualizado el 28 de noviembre de 2024 por Carlos José Belmonte López
La hipertensión, también conocida como presión arterial alta, se ha convertido en uno de los principales desafíos de salud pública en España y a nivel mundial. Este trastorno, que puede seguir un curso silencioso y asintomático, se ha viralizado entre la población, afectando a un número significativo de personas que ni siquiera son conscientes de su situación. Según la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-Lelha), en el mundo hay aproximadamente 1280 millones de adultos de entre 30 y 79 años que sufren de hipertensión, y un alarmante 46% de ellos ignoran que padecen esta enfermedad.
¿Por qué se produce un infradiagnóstico?
Uno de los motivos más destacados del infradiagnóstico de la hipertensión es su naturaleza asintomática. Esto significa que muchas personas no presentan síntomas hasta que se produce un evento cardiovascular grave, lo que complica la detección temprana de la enfermedad. Además, la falta de hábitos de control de la presión arterial contribuye a que las personas no sean conscientes de su situación, ya que no se realizan mediciones con la frecuencia necesaria para identificar este problema en etapas iniciales.
La importancia de la medida de la presión arterial
Durante un evento reciente en Madrid, José Antonio García Donaire, presidente de la sociedad de hipertensión, subrayó la crucial necesidad de medir la presión arterial de manera rutinaria, no solo en la población mayor, sino también en los jóvenes. “La hipertensión afecta también a los adolescentes y si se puede actuar antes, mejor”, resaltó durante la presentación del smartwatch Watch D2, diseñado para monitorear la presión arterial en tiempo real. Es fundamental detectar la hipertensión lo antes posible, ya que cambios simples en el estilo de vida pueden ser muy efectivos para revertir esta condición.
El caso de Esther Gómez
La enfermera y profesora de la Universidad Autónoma de Madrid, Esther Gómez, conocida en redes sociales como @mienfermerafavorita, es un claro ejemplo de que la hipertensión no solo afecta a personas mayores. A pesar de llevar un estilo de vida saludable —es delgada, consume alimentos saludables y se ejercita regularmente—, ella ha sido diagnosticada con hipertensión a los 30 años. “No tengo sobrepeso, no fumo, no bebo, pero tengo hipertensión”, expresó, recordando la importancia de realizar controles de presión arterial, incluso cuando uno no se siente mal.
Definición y clasificación de la hipertensión
Las guías clínicas definen la hipertensión como una presión arterial elevada de forma mantenida. En Estados Unidos, el American College of Cardiology y la American Heart Association establecen un umbral de 130/80 mmHg, mientras que en Europa se mantiene el límite de 140/90 mmHg para clasificar la hipertensión.
Cómo tratar la hipertensión
Para abordar la hipertensión, las guías clínicas destacan que el tratamiento se basa en modificaciones en el estilo de vida (tratamiento no farmacológico) así como en la posibilidad de implementar un tratamiento farmacológico. Según la SEH-Lelha, “las modificaciones en el estilo de vida constituyen la base del tratamiento de la hipertensión y la prevención cardiovascular”. Sin embargo, también es importante notar que muchos pacientes pueden necesitar medicación adicional para controlar adecuadamente su condición.
En cuanto al impacto del tratamiento, los metaanálisis de ensayos clínicos que han incluido a cientos de miles de pacientes respaldan que una reducción de 10 mmHg en la presión arterial sistólica o de 5 mmHg en la diastólica puede disminuir la mortalidad en un 10-15%, así como reducir significativamente el riesgo de complicaciones cardiovasculares, ictus y eventos coronarios.
Modificaciones del estilo de vida
Aquellas personas diagnosticadas con hipertensión deben considerar hacer cambios en su estilo de vida. Los expertos de la SEH-Lelha destacan que una reducción en el consumo de sal, el control del peso, la incorporación de actividad física regular, el seguimiento de una dieta equilibrada, no fumar y limitar el consumo de alcohol son modificaciones cruciales para controlar la hipertensión. Estas recomendaciones no solo son efectivas para controlar la presión arterial, sino que también son importantes para la prevención de enfermedades en general.
El mensaje es claro: la hipertensión es un problema de salud que puede afectar a cualquier persona, independientemente de su edad o condición física. El diagnóstico precoz y la educación sobre la importancia de tomar medidas preventivas son esenciales para reducir los riesgos y mejorar la calidad de vida de quienes viven con esta condición.