Actualizado el 1 de enero de 2025 por Carlos José Belmonte López
Dejar de fumar, hacer ejercicio, perder grasa y ganar músculo, bajar de peso, pasar tiempo de calidad con la familia, leer más… El inicio de un nuevo año brinda la oportunidad de romper con malos hábitos y cumplir las metas que uno se marca. Sin embargo, es común empezar con mucho entusiasmo y, con el paso del tiempo, desvanecer esas intenciones y dejar atrás esos objetivos. ¿Por qué fracasamos en los propósitos de Año Nuevo? ¿Qué está fallando?
Razones del fracaso en los propósitos de Año Nuevo
Para Victoria Orbe, psicóloga de El Prado Psicólogos, el principal motivo por el que no logra el éxito reside en establecer metas demasiado generales sin detallar los pasos necesarios para alcanzarlas. “Más que idear y desarrollar un plan, este tiende a bosquejarse. Lo incorrecto es no plantear los propósitos de forma específica”, explica. Así, la experta señala que el fallo más habitual se encuentra en la falta de precisión y organización al formular los propósitos, lo que implica no especificar cómo y cuándo se ejecutarán.
No obstante, cada persona es diferente. El fracaso en este tipo de propósitos puede estar motivado por una falta de realismo o un exceso de ambición. Por ejemplo, proponer demasiados objetivos sin priorizar ninguno puede resultar contraproducente, al igual que establecer metas que supongan un cambio radical en el estilo de vida.
En cuanto a la falta de compromiso, otro error común es no sostener los propósitos a lo largo del tiempo. Orbe explica que esto puede deberse a factores como la dificultad en su ejecución, combinando escasez de realismo y ambición desmedida, así como a la falta de recompensas tras la consecución de los objetivos. No compartir los objetivos con otras personas también puede ser un obstáculo, ya que sin un apoyo externo puede ser más difícil mantener la motivación.
Actitud frente a los desafíos
La actitud adoptada ante la no consecución de los objetivos es también crucial. Según la psicóloga, muchas personas tienden a abandonar sus propósitos al darse cuenta de que no siguen su plan tan fácilmente como pensaban. Ser capaz de automotivarse y reflexionar sobre lo sucedido es fundamental para implementar cambios necesarios, ya que es complicado diseñar un plan perfecto desde el principio.
Consejos para cumplir los propósitos de Año Nuevo
Para ayudar a que los propósitos no queden en el camino, la psicóloga Victoria Orbe recomienda aplicar la metodología SMART en la elaboración de un plan. Esta metodología establece que las metas sean: específicas (Specific), medibles (Measurable), alcanzables (Achievable), realistas (Realistic) y con una fecha límite (Time-bound).
Orbe sugiere seguir las siguientes pautas:
- Extrema la precisión: Definir metas concretas facilita alcanzar el objetivo. En lugar de pensar en «ahorrar más», es mejor establecer una cifra específica que se quiere ahorrar al mes.
- Plantear objetivos realistas: Los objetivos deben estar alineados con la realidad personal. Si nunca has ido al gimnasio, por ejemplo, ir todos los días no es realista. Comenzar con un par de días a la semana es más factible.
- Diseñar una rutina con puntos de referencia: Establecer prioridades y aumentar los esfuerzos gradualmente. Crear un hábito nuevo es más sencillo cuando se avanza poco a poco.
- Establecer metas de aproximación: Estas son más fáciles de cumplir. Por ejemplo, reducir gradualmente el consumo de cigarrillos puede ser más efectivo que proponerse dejar de fumar de golpe.
Fortaleciendo el compromiso con los objetivos
En cuanto a la realización de estos objetivos, Orbe aconseja:
- Escribir los objetivos: Formalizar las metas en papel aumenta el compromiso y hace que se asienten en la mente.
- Compartir los objetivos: Comentar las metas con amigos o familiares puede proporcionar apoyo y motivación, además de añadir una cierta presión social.
- Recompensarse al lograr un objetivo: Establecer recompensas refuerza positivamente el comportamiento y ayuda a mantener hábitos deseados.
- No desesperarse por los fracasos: Crear un nuevo hábito lleva tiempo, y es normal tener días difíciles, así que entender eso es clave.
- Identificar y trabajar en creencias limitantes: Cambiar la mentalidad sobre la necesidad de lograr todos los cambios simultáneamente evitará el autosabotaje.
- Reflexionar sobre errores: Es importante evaluar si los objetivos son realmente deseados y si son realistas respecto a la situación personal.
En conclusión, abordar los propósitos de Año Nuevo de una manera estructurada y realista, aprovechando el apoyo de los demás y reconociendo los propios límites, puede aumentar significativamente las posibilidades de éxito. Así, el nuevo año se convierte en una oportunidad no solo para plantear deseos, sino para transformarlos en metas alcanzables que enriquezcan la vida personal y familiar.