Actualizado el 9 de diciembre de 2024 por Carlos José Belmonte López
Las decisiones son parte fundamental de nuestra vida diaria. Desde seleccionar qué ropa llevar, hasta decidir qué comer o cómo desplazarnos al trabajo, cada elección puede parecer insignificante. Sin embargo, cuando se trata de decisiones que pueden alterar el rumbo de nuestra vida, el proceso puede convertirse en un desafío abrumador. La especialista en psiquiatría Rosa Molina, del Hospital Universitario Clínico San Carlos, nos ofrece herramientas para enfrentar estas situaciones.
La confusión de decidir
Muchas personas se encuentran paralizadas por la indecisión, especialmente cuando enfrentan elecciones que podrían cambiar su carrera o su vida personal. Este proceso de sopesar los pros y los contras de cada opción puede resultar angustiante y consumir una cantidad considerable de tiempo y energía. Según la experta, un truco sencillo puede ayudarnos a despejar algunas dudas en el proceso de toma de decisiones.
Claves para tomar una decisión
Rosa Molina señala que “cuanto más te cuesta decidir entre dos opciones similares, probablemente ambas sean igualmente válidas”. En situaciones laborales, por ejemplo, propone “hacer un listado de pros y contras que te permitirá identificar las ventajas de cada empleo”. Sin embargo, la experta aclara que estas características no son fijas: “se debe considerar que lo que hoy es un pro podría no serlo mañana”.
Un primer consejo que ofrece es “aceptar la situación actual y no dejarse llevar por el miedo o por variables fuera de nuestro control”. Muchas veces, nuestra percepción del presente influye en nuestra capacidad de tomar decisiones, ya que tendemos a otorgar más peso a lo inmediato que a las consecuencias a largo plazo.
Rosa Molina también destaca que “consideramos las situaciones como estáticas en lugar de dinámicas”, lo que nos impide ver que las circunstancias pueden cambiar. Para contrarrestar esto, propone aplicar la regla del 10-10-10.
La regla del 10-10-10
Esta regla se centra en el impacto que tendrá una decisión en distintos plazos. La idea es reflexionar sobre cómo te sentirás respecto a tu elección a los diez minutos, a los diez meses y a los diez años. Este ejercicio de perspectiva “nos ayuda a relativizar y a poner en contexto nuestras decisiones”, señala la psiquiatra.
Reflexionar sobre decisiones pasadas puede revelar que muchas de ellas, que antes parecían compuestas por alta carga emocional, resultaron no ser tan significativas con el paso del tiempo. La regla del 10-10-10 se convierte así en un valioso recurso para adquirir perspectiva y claridad.
Consejos adicionales para tomar decisiones
Además de la regla del 10-10-10, Rosa Molina sugiere otros 9 consejos que pueden facilitar la toma de decisiones:
Hacer una lista de pros y contras, asignando una puntuación a cada elemento, ya que no todos tienen el mismo peso.
Incluir variables emocionales o sociales en tu evaluación; por ejemplo, considerar el ambiente laboral donde te sentirías más cómodo.
Evitar tomar decisiones “con caliente”. Es recomendable postergar la decisión para un día siguiente o un par de días más tarde.
Reconocer que no hay decisiones equivocadas; existe un miedo a decidir. La indecisión suele reflejar que ambas opciones son igualmente válidas.
Identificar y confiar en tus instintos, a través de tus “marcadores somáticos”.
No caer en la trampa de re-evaluar decisiones ya tomadas, para evitar ciclos de arrepentimiento.
Es fundamental huir de la pregunta “¿y si…?” porque puede convertirse en el mayor obstáculo en la toma de decisiones.
Comprender que no tomar ninguna decisión también es una forma de decidir.
Finalmente, recuerda que tomar decisiones abre puertas, mientras que la indecisión tiende a cerrarlas.
En resumen, enfrentar decisiones importantes no tiene por qué ser una carga insuperable. Aplicando estas herramientas y reflexiones, podemos facilitar nuestro proceso de elección y avanzar con mayor seguridad en nuestra vida personal y profesional.