Dejar el alcohol mejora la salud rápidamente y ayuda en la pérdida de peso

Actualizado el 9 de enero de 2025 por Carlos José Belmonte López

El alcohol perjudica la salud. Es más, a día de hoy se sabe que las bebidas alcohólicas no tienen ningún beneficio para la salud sino todo lo contrario. Por eso, cuando dejamos de consumirlas, los efectos en la salud son notables incluso a las pocas semanas de hacerlo.

La buena noticia es que no hace falta esperar mucho tiempo para ver estos efectos en la salud. Como indica el experto, estudios como el de Elliott et al. (2018) en The Lancet mostraron que incluso un mes sin alcohol puede tener efectos notables en la salud hepática, la presión arterial y la inflamación general del cuerpo. Sin embargo, hay varios aspectos importantes a tener en cuenta al dejar de beber.

Beneficios para el hígado

Así, el hígado, que es uno de los órganos más afectados por el consumo de alcohol, “comienza a regenerarse y a eliminar el exceso de grasa acumulada, lo que mejora su función y esto también ayuda a normalizar los niveles de glucosa y lípidos en sangre”. Al dejar de consumir alcohol, se activan procesos de regeneración que mejoran su función y reducen el riesgo de enfermedades hepáticas graves. Se reduce la acumulación de grasa en el hígado, conocida como esteatosis hepática, una condición reversible en las primeras etapas si se abandona el alcohol.

Además, se disminuye la inflamación hepática, lo que previene el desarrollo de hepatitis alcohólica y fibrosis. A largo plazo, el riesgo de cirrosis y carcinoma hepatocelular también se reduce significativamente. Un estudio publicado en Journal of Hepatology (Rehm et al., 2010) mostró que incluso en personas con daño hepático inicial, abandonar el alcohol mejora marcadores inflamatorios y permite al hígado regenerarse.

Impacto en la salud mental

Al mismo tiempo, dejar el alcohol también tiene importantes beneficios psicológicos. “La dependencia química y emocional del alcohol puede generar síntomas temporales como irritabilidad o ansiedad, pero esto es una señal de que el cuerpo está adaptándose a su nuevo estado natural”, aclara José Francisco Tornero Aguilera, experto en Psicofisiología Aplicada de la Universidad Europea. Por otra parte, dejar el alcohol también mejora el sistema inmunológico, lo que hace que el cuerpo esté mejor preparado para combatir enfermedades.

Es relevante considerar que la ansiedad al dejar el alcohol no es igual a la ansiedad del síndrome de abstinencia del tabaco. En individuos con un consumo moderado, es poco probable que experimenten ansiedad significativa al dejarlo. Sin embargo, en aquellos con dependencia severa, pueden aparecer síntomas de abstinencia que incluyen ansiedad, irritabilidad e incluso insomnio, ya que el alcohol actúa como depresor del sistema nervioso central.

Conciliación del sueño

Dejar de beber alcohol también mejora el descanso. Esto es así porque “el alcohol interfiere con la arquitectura del sueño”. Aunque puede ayudar a conciliar el sueño inicialmente, el alcohol afecta las fases profundas y REM, que son esenciales para la recuperación física y mental. Además, al metabolizarse, el alcohol puede causar despertares nocturnos y fragmentar el sueño. Estudios como el de Ebrahim et al. (2013) confirman que eliminar el alcohol mejora la calidad del sueño, aumenta la duración de las fases profundas y reduce los despertares, favoreciendo un descanso más reparador.

Relación entre alcohol y peso

Hay personas que beben alcohol a diario y se preguntan por qué no pierden peso si hacen dieta y ejercicio. Lo primero que hay que decir es que “el alcohol es una fuente de ‘calorías vacías’, es decir, que aporta mucha energía (7 calorías por gramo), pero sin nutrientes esenciales”, explica el experto. A modo de ejemplo, “si consideramos que una copa de vino tiene unas 120 calorías y una cerveza alrededor de 150, es fácil acumular cientos de calorías extras sin darnos cuenta.” Además, el consumo de alcohol suele ir acompañado de comidas menos saludables, lo que amplifica el efecto. Por eso, “dejar de beber alcohol tiene una relación directa con la pérdida de peso”.

Pero no solo esto, ya que al dejar de beber, “no solo eliminas estas calorías innecesarias, sino que también mejoras el metabolismo”. Un estudio en Obesity (Traversy & Chaput, 2015) mostró que el alcohol “puede alterar la regulación del apetito, haciéndonos comer más, y que eliminarlo contribuye a controlar mejor las porciones”. Según esto, “cuando dejas el alcohol, no solo consumes menos calorías, sino que tu cuerpo se vuelve más eficiente en quemar grasas”. Es como si le quitaras un obstáculo al metabolismo, lo que hace que muchas personas experimenten una pérdida de peso significativa incluso sin cambiar nada más en su dieta.

Dejar el alcohol de forma responsable

Dejar de beber alcohol es saludable, pero hacerlo de forma repentina en una persona con dependencia severa puede tener repercusiones significativas. Esto se debe a los cambios fisiológicos que el cuerpo ha sufrido para adaptarse al consumo crónico. El alcohol actúa como un depresor del sistema nervioso central, y con el tiempo, el cerebro compensa esta acción reduciendo los receptores GABA y aumentando los del glutamato. En determinados casos de dependencia, “cuando se elimina el alcohol de forma repentina, esta adaptación provoca un desequilibrio químico que puede dar lugar a un síndrome de abstinencia, con síntomas que van desde la ansiedad y el insomnio hasta complicaciones más graves como convulsiones y delirium tremens.”

Por ello, es crucial que las personas con adicción al alcohol dejen de beber bajo supervisión médica, para evitar complicaciones graves.

En conclusión, dejar el alcohol trae consigo múltiples beneficios para la salud física y mental. Desde una notable mejora en la salud hepática, el descanso y la gestión del peso, hasta un impacto positivo en la salud psicológica. Sin duda, una decisión que puede transformar la vida de quienes la eligen.

Carlos José Belmonte López
Carlos José Belmonte Lópezhttps://www.google.com/search?kgmid=/g/11rcl91syn
Licenciado en farmacia por la Universidad CEU San Pablo y Máster en la Universidad Pontificia Comillas de Madrid. Doctorado y comprometido con la Salud Humana

Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios y la información contenida en PharmaSalud esté redactada por profesionales en medicina, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.

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