Actualizado el 3 de marzo de 2025 por Carlos José Belmonte López
El estrés se ha convertido en uno de los grandes problemas de salud de la sociedad actual. Aunque es cierto que el estrés es un componente necesario para la vida, ya que nos ayuda a reaccionar ante situaciones de peligro, su prolongación en el tiempo puede resultar dañina. Según la Sociedad Española para el Estudio del Estrés y la Ansiedad (SEAS), el estrés pasa por tres fases: primero, una fase de activación o preparación; después, un periodo de mantenimiento de la alta actividad; y finalmente, una fase de agotamiento, donde la energía del cuerpo cae de manera brusca.
Impacto del estrés en la salud
El estrés prolongado afecta negativamente al organismo y puede llevar a desarrollar diversas enfermedades. Según expertos de Sanitas, si no se controla, el estrés puede desencadenar niveles de ansiedad patológicos que conllevan importantes trastornos de salud. Algunos de los problemas que pueden surgir son:
- Aumento de la frecuencia cardiaca.
- Hipertensión arterial.
- Diabetes.
- Obesidad.
- Eczemas.
- Problemas menstruales.
- Alteraciones del sueño.
A partir de esta comprensión, se torna esencial buscar métodos efectivos para gestionar el estrés en nuestra vida cotidiana.
Consejos prácticos para manejar el estrés
Existen múltiples formas de controlar el estrés de manera efectiva sin necesidad de realizar una larga meditación o un retiro. El cardiólogo y divulgador Aurelio Rojas comparte algunos consejos prácticos y sencillos. Para comenzar, Rojas sugiere “integrar pequeños momentos de relajación en tu rutina diaria”. Esto implica que no es necesario destinar un momento específico; cada vez que surja la oportunidad, se puede hacer.
Su primer consejo es “realizar respiraciones profundas”. Solo dos o tres minutos al día son suficientes, especialmente cuando sientas que la presión aumenta. La técnica es simple: inhala profundamente y exhala. Esta práctica, conocida como “suspiro fisiológico”, ayuda a estabilizar tanto la respiración como los latidos del corazón, contribuyendo a reducir la actividad neuronal en el cerebro y promoviendo la calma.
Además, Rojas aconseja escuchar música, ya que “esto te ayudará a desconectar rápidamente y a disminuir el cortisol y la adrenalina”, hormonas que se generan en situaciones de estrés.
Conexión entre el estrés y el sueño
Para aquellos que no solo desean controlar su estrés, sino también mejorar la calidad de su sueño, el cardiólogo presenta otros valiosos consejos. El primero es “desconectarnos de las pantallas”, dado que la luz azul que emiten estos dispositivos interfiere en la producción de melatonina, la hormona necesaria para que el cuerpo entre en estado de descanso. Rojas recalca que “apagar las pantallas, al menos, media hora antes de dormir” puede hacer una gran diferencia.
Otro consejo práctico y efectivo es leer antes de ir a la cama. Refinar la rutina nocturna al sustituir dispositivos electrónicos por un libro puede facilitar el sueño. Rojas menciona un estudio de la Universidad de Sussex que encontró que leer solo seis minutos antes de dormir puede reducir el estrés hasta en un 68% y acelerar el proceso de conciliación del sueño. Con tan solo 3 o 4 páginas es posible activar el modo de relajación y facilitar un sueño reparador.
Para terminar, aunque el estrés puede parecer un enemigo formidable en nuestra vida cotidiana, es posible aprender a gestionarlo con técnicas sencillas como respiraciones profundas, momentos de música y hábitos de desconexión digital. Tomar medidas, incluso pequeñas, puede marcar una gran diferencia en nuestra salud física y mental. Incorporar estos consejos podría ser el primer paso hacia un bienestar más equilibrado y efectivo.