Descubre cómo tu personalidad puede reducir el riesgo de demencia según un estudio

Actualizado el 13 de enero de 2025 por Carlos José Belmonte López

¿Eres vitalista y optimista o, por el contrario, te ahogas en la angustia y los pensamientos negativos? Un nuevo estudio indica que estos patrones psicológicos pueden influir en nuestra salud mental y cognitiva, revelando que los rasgos de personalidad y comportamientos son modificables y pueden ayudar a reducir las probabilidades de sufrir demencia a medida que envejecemos.

3 perfiles de riesgo de demencia

Los hallazgos de la investigación permiten clasificar a las personas en tres perfiles psicológicos distintos que determinan la probabilidad de deterioro cognitivo y demencia. Estos perfiles dependen de las características de personalidad y comportamiento que cada individuo exhibe.

  1. En primer lugar, se destaca el perfil psicológico bien equilibrado, caracterizado por mantener un sentido de propósito vital, una disposición extrovertida y la apertura a nuevas experiencias. Las personas con este perfil presentan factores de protección moderadamente altos y factores de riesgo moderadamente bajos, lo que se relaciona con una mejor salud cognitiva y mental. “Estas asociaciones se observaron en todas las franjas de edad estudiadas”, explica el investigador David Bartrés-Faz.
  2. El segundo grupo intermedio incluye a quienes tienen niveles bajos de características protectoras. Este perfil se asocia con una negativa a la cognición, afectando especialmente a las personas mayores; además, se evidencia una atrofia cerebral más acentuada incluso en adultos de mediana edad, vinculada a un estilo de vida menos saludable.
  3. Por último, el tercer perfil engloba a quienes presentan elevados rasgos psicológicos negativos, como una tendencia a la angustia y pensamientos negativos. Este estado emocional puede aumentar el riesgo de deterioro cognitivo y demencia a través de síntomas como depresión, ansiedad y trastornos del sueño, lo que repercute severamente en la calidad de vida.

El estudio, realizado con datos de más de 1.000 personas voluntarias, fue publicado en Nature Mental Health. David Bartrés-Faz, investigador principal, afirma que el objetivo del trabajo fue “dilucidar cómo se relacionan diversas combinaciones de características psicológicas con la salud mental, cognitiva y cerebral”. Esto surge de la necesidad de entender que los factores psicológicos no deben ser evaluados de forma aislada, sino desde una perspectiva integral, ya que esta comprensión puede resultar crucial para el desarrollo de intervenciones y estrategias preventivas.

Limitaciones y futuro del estudio

Los investigadores subrayan que, si bien sus conclusiones son prometedoras, el análisis tiene limitaciones y será fundamental validar los resultados en estudios con muestras poblacionales más amplias. Una vez confirmados, el impacto potencial en la creación de intervenciones preventivas podría ser significativo. Por ejemplo, la Terapia de Aceptación y Compromiso podría ser especialmente beneficiosa para aquellos que se encuentran en el perfil psicológico con bajos niveles de factores protectores, ayudándoles a redescubrir comportamientos valiosos y propósitos vitales.

Asimismo, las personas del tercer perfil podrían reaccionar positivamente a terapias centradas en la reducción de síntomas relacionados con la angustia, que han demostrado tener un beneficio notable. Esto refuerza la idea de que modificar factores psicológicos a través de terapias adecuadas podría contribuir a un envejecimiento más saludable.

Este enfoque holístico marca un avance en la forma en que entendemos la relación entre la psicología y la salud cognitiva. Al considerar cómo los diferentes rasgos psicológicos interactúan entre sí, se abre la puerta a nuevas intervenciones que podrían cambiar vidas y fomentar un envejecimiento activo y saludable.

Conclusiones de la investigación

En resumen, el nuevo estudio identifica patrones psicológicos que tienen un impacto directo en la salud mental y cognitiva, con el objetivo de informar y guiar la población hacia un envejecimiento más saludable. Clasificar a las personas en diferentes perfiles psicológicos no solo proporciona una nueva manera de entender la salud cognitiva, sino que también sienta las bases para futuras intervenciones personalizadas que podrían marcar la diferencia en la vida de muchos.

Bibliografía

Bartrés-Faz, David; Demnitz-King, Harriet; Cabello-Toscano, María, et al. (2025). Psychological profiles associated with mental, cognitive and brain health in middle-aged and older adults. Nature Mental Health. DOI:

Carlos José Belmonte López
Carlos José Belmonte Lópezhttps://www.google.com/search?kgmid=/g/11rcl91syn
Licenciado en farmacia por la Universidad CEU San Pablo y Máster en la Universidad Pontificia Comillas de Madrid. Doctorado y comprometido con la Salud Humana

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