Descubre si tus quejas de memoria son patológicas con estos simples tests

Actualizado el 15 de febrero de 2025 por Carlos José Belmonte López

Cada vez son más las personas que se preguntan si sufren problemas de memoria y si estos podrían ser indicativos de un deterioro cognitivo, la enfermedad de Alzheimer o algún tipo de demencia. Es común que realicen estas inquietudes a sus médicos de atención primaria, quienes enfrentan la tarea de evaluar estas quejas que, en ocasiones, pueden ser subjetivas. Según Alberto Freire Pérez, coordinador del Grupo de Trabajo en Neurología de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), “es el paciente el que cree que tiene esos fallos de la memoria”. Por ello, la labor del médico consiste en “realizar pruebas para saber si esas quejas son reales o no”.

El impacto del envejecimiento en la memoria

Con el envejecimiento de la población, es cada vez más frecuente observar fenómenos como el deterioro cognitivo, lo que ha llevado a aumentar el número de consultas sobre este tema en los centros de atención primaria. Freire destaca que las quejas sobre la memoria son cada vez más habituales y representan un motivo de consulta muy importante en esta disciplina médica.

Diferenciando quejas de memoria

Es fundamental aclarar que no todas las quejas de memoria son patológicas. El médico de atención primaria juega un papel crucial en el proceso de diagnóstico al realizar un cribado inicial que identifica quién puede tener realmente un trastorno de la memoria. Freire señala que “el diagnóstico certero lo hace el segundo nivel asistencial”, es decir, un neurólogo, pero en atención primaria se puede detectar si estas quejas son señal de una posible demencia.

Actividades de la vida diaria

Para entender mejor las quejas de memoria, es importante conocer algunas definiciones. Las actividades de la vida diaria son aquellas que permiten a un individuo vivir de manera independiente, tanto mental como físicamente. Esto incluye habilidades como “coger un transporte público, manejar dinero o interactuar socialmente”. Cuando las alteraciones de la memoria interferir en estas actividades, es un indicativo de que podría haber un problema más serio.

Pruebas iniciales realizadas por el médico

El médico de atención primaria dispone de diversas herramientas y pruebas que le permiten evaluar las quejas de memoria. A lo largo del tiempo, estos test se han simplificado y modernizado. Freire señala que antes, “los test eran muy complejos de aplicar y generaban incomodidad en el paciente”, pero por fortuna, la situación ha mejorado considerablemente.

Test para el paciente y su entorno

La Confederación Española de Alzheimer (Ceafa) ofrece un test en su sitio web, el cual puede ser realizado por el paciente o, preferentemente, por su cuidador. Este consiste en dos test secuenciales que se responden rápidamente y se enfocan en cómo ha cambiado la persona en los últimos años. Al terminar, se obtiene una puntuación que ayuda a determinar si existe un trastorno de la memoria.

Test que aplica el médico de primaria

La puntuación de estos test puede ser impresa y entregada al médico de cabecera, lo que permite optimizar el tiempo de la consulta. Además, los médicos de atención primaria ahora cuentan con test que se pueden realizar en menos de seis minutos. Uno de los más utilizados es un test desarrollado por el neurólogo Cristóbal Carnero, en el que se muestran al paciente seis imágenes, que luego deben recordar después de hacer una serie de ejercicios de memoria relacionados con nombres de personas.

Estudios adicionales para confirmar problemas de memoria

Cuando tras la evaluación inicial el médico de primaria sospecha de problemas más serios, es necesario realizar más estudios. “Lo normal es hacer una analítica”, explica Freire, ya que ciertos deterioros de la memoria pueden estar relacionados con déficits nutricionales, como anemia o déficits de ácido fólico. Esto permite descartar que el deterioro tenga una causa tratable.

Un siguiente paso recomendado es realizar una prueba de imagen, siendo la resonancia cerebral la ideal. Esto permite observar si hay alguna anomalía en el cerebro que podría estar ocupando espacio o si se trata de un envejecimiento cerebral evidente. Si la analítica resulta normal y se confirma un trastorno de la memoria, el paciente debe ser derivado al segundo nivel asistencial.

El deterioro cognitivo leve

Es importante recordar que el deterioro cognitivo leve actúa como una zona intermedia entre el envejecimiento normal y la demencia. Las personas en esta categoría pueden seguir viviendo de manera independiente, y aunque no existe un tratamiento único y específico, sí hay medidads “para ralentizar ese deterioro”, tal como menciona el médico, enfatizando que “los mejores resultados se logran con una combinación de terapias no farmacológicas”.

En resumen, el cuidado de la memoria es crucial para mantener una buena calidad de vida. Las quejas sobre la memoria deben ser tomadas en serio, y es fundamental que los pacientes acudan a sus médicos de atención primaria para recibir la evaluación adecuada y no dejarse llevar por las dudas sobre su estado cognitivo.

Carlos José Belmonte Lópezhttps://www.google.com/search?kgmid=/g/11rcl91syn
Licenciado en farmacia por la Universidad CEU San Pablo y Máster en la Universidad Pontificia Comillas de Madrid. Doctorado y comprometido con la Salud Humana

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