Descubren biomarcadores clave en la sangre que podrían llevar a los 100 años

Actualizado el 14 de abril de 2025 por Carlos José Belmonte López

El secreto de la eterna juventud ha sido uno de los tesoros más buscados por la humanidad desde hace siglos. Evidentemente, nadie ha dado con esta fórmula mágica, de momento, pero la ciencia cada día nos enseña más aspectos para vivir más y mejor, aunque no sea de forma indefinida.

Un estudio sobre longevidad en sangre

En ese afán por conocer los detalles de las personas que tienen una vida más larga, un grupo de investigadores liderados por Karin Modig, epidemióloga del Instituto Karolinska de Suecia, realizó un interesante estudio. Analizaron la sangre de personas longevas para encontrar patrones comunes para llegar a los 100 años, que, aunque no es la eterna juventud, ya representa una cifra muy elevada de vida.

Datos sobre el aumento de centenarios

Para empezar, en la investigación, publicada en la revista GeroScience, los investigadores destacan que “el número global de centenarios se ha duplicado aproximadamente cada década desde 1950 y se proyecta que se quintuplicará entre 2022 y 2050”. Esto revela una tendencia notable en el aumento de la longevidad. “La longevidad excepcional es el resultado de una interacción compleja de varios determinantes, que aún se comprende poco e incluye tanto la predisposición genética como factores de estilo de vida», explican los autores. Estudiar a los centenarios y explorar las diferencias entre ellos y sus pares de vidas más cortas brinda una oportunidad para mejorar nuestra comprensión de cómo se desarrollan los procesos de envejecimiento y se promueve la supervivencia excepcionalmente larga.

El análisis de biomarcadores

En busca de ese patrón de la longevidad en la sangre, los especialistas analizaron la sangre de 44.000 suecos, cuyas muestras fueron tomadas años atrás, cuando tenían entre 64 y 99 años. El 2,7% de esas personas llegó a los cien años. Las mujeres, que tienen mayor esperanza de vida, representaron el 85% de aquellos suecos que cumplieron los 100. Los propios autores reconocen que “este trabajo es hasta la fecha el estudio más grande que compara perfiles de biomarcadores medidos a edades similares en etapas tempranas de la vida entre individuos excepcionalmente longevos y sus pares de vidas más cortas”.

Hallazgos sobre los biomarcadores

“Se incluyeron doce biomarcadores sanguíneos relacionados con la inflamación y la función metabólica, hepática y renal, así como con la posible desnutrición y anemia, todos los cuales se han asociado con el envejecimiento o la mortalidad en estudios previos”, indica el artículo científico. Uno de los principales hallazgos de este ambicioso trabajo es que descubrieron que “quienes llegaban a cumplir cien años tendían a tener niveles más bajos de glucosa, creatinina y ácido úrico a partir de los sesenta años”. Esto sugiere que el control de estos biomarcadores desde una edad temprana podría influir positivamente en la longevidad.

Vínculos entre biomarcadores y longevidad

Otra de las conclusiones de esta publicación en la revista GeroScience es que al explorar qué biomarcadores estaban vinculados con la probabilidad de llegar a los 100, descubrieron que 10 de los 12 biomarcadores estudiados mostraron una conexión con la probabilidad de cumplir 100 años. Esto ocurrió incluso después de tener en cuenta la edad, el sexo y la carga de enfermedad, lo que fortalece la importancia de estos indicadores en la investigación sobre la longevidad.

Factores de estilo de vida relevantes

En el estudio se especifica que, aunque los resultados no permiten sacar conclusiones sobre qué factores del estilo de vida o genes son responsables de los valores de los biomarcadores, es razonable pensar que aspectos como la nutrición y el consumo de alcohol juegan un papel determinante en si una persona tendrá una larga vida o no. De hecho, los autores sugieren que sería positivo mantener un registro de los valores de los riñones e hígado, así como de la glucosa y el ácido úrico a medida que se envejece para seguir estudiando este fenómeno.

La importancia de la investigación futura

Con el creciente número de personas que llegan a vivir más de 100 años, comprender qué factores contribuyen a esta longevidad se vuelve crucial. Las investigaciones, como la de Modig y su equipo, son fundamentales para identificar patrones y adoptar hábitos saludables que puedan aumentar la esperanza de vida. ¿Podríamos estar un paso más cerca de entender el camino hacia la longevidad? Esta es una pregunta que muchos esperan responder en futuras investigaciones, que seguirán explorando los complejos factores que influyen en el envejecimiento y en la calidad de vida en nuestros años dorados.

German Fuertes Otero
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CEO en PharmaSalud.net. Licenciado en medicina por la Stanford Medicine: Stanford, California, US, Máster en University of Cambridge: Cambridge, Cambridgeshire, GB y University of Oxford: Oxford, Oxfordshire, GB. Doctorado en Harvard University Harvard Catalyst: Cambridge, MA, US

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