Detecta la enfermedad renal crónica a tiempo con dos sencillas pruebas

Actualizado el 21 de marzo de 2025 por Carlos José Belmonte López

La enfermedad renal crónica (ERC) es un problema de salud que cada vez afecta a más personas en España, siendo una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en el país. Su diagnóstico precoz es crucial, ya que, generalmente, la enfermedad no presenta síntomas hasta que se encuentra en un estado avanzado. Esto hace que la concienciación sobre su detección temprana se vuelva más necesaria que nunca.

La prevalencia de la enfermedad renal crónica

La ERC se ha convertido en un tema de preocupación sanitaria, afectando aproximadamente a uno de cada siete adultos en España. Además, es la segunda enfermedad que ha visto crecer tanto la mortalidad como la discapacidad entre los años 2006 y 2016, justo detrás del Alzheimer. Esta condición se caracteriza por la pérdida progresiva de la función renal, cuya principal labor es eliminar los líquidos y desechos del cuerpo a través de la orina. En etapas avanzadas, los riñones dejan de funcionar completamente, y el tratamiento se limita a la diálisis o a un trasplante de riñón.

Un desafío de diagnóstico

A pesar de que la ERC afecta al 37% de la población española mayor de 64 años, existe un alarmante subdiagnóstico de la enfermedad. Sabiendo que la población envejece y que la prevalencia de pacientes con diabetes e insuficiencia cardiaca está en aumento, se anticipa un incremento significativo en el número de personas con enfermedad renal crónica en los próximos años. Esto incrementará la demanda de recursos y, consecuentemente, los costes asociados para el Sistema Nacional de Salud.

Pruebas sencillas para la detección

La farmacéutica y divulgadora Boticaria García ha compartido en su cuenta de Instagram dos pruebas accesibles y sencillas que cualquier persona puede solicitar para evaluar la salud de sus riñones y detectar la ERC en una etapa temprana.

La primera prueba es la medición de creatinina en una analítica de sangre. “Últimamente hemos oído hablar mucho de la creatina, una sustancia que se encuentra en los músculos y que se utiliza para producir energía”, explicó la experta. Este compuesto, al ser utilizado, genera creatinina, que es un subproducto tóxico. “Lo normal es que el riñón lo elimine; sin embargo, si este órgano no está funcionando correctamente, la creatinina se acumulará en la sangre, similar a la suciedad en una piscina”, advirtió García. Por lo tanto, cuanto más altos sean los niveles de creatinina, peor será la función renal.

La medición de albúmina en orina representa la segunda prueba destacada por Boticaria. Esta proteína es muy abundante en la sangre y esencial para varias funciones del cuerpo. “Cuando nuestros riñones no filtran correctamente, es posible que sustancias como la albúmina se escapen a la orina, lo cual no debería suceder”, comentó. Los niveles altos de albúmina en orina son indicativos de que los riñones no están realizando su trabajo de forma adecuada. De hecho, pequeñas cantidades de esta proteína pueden ser signos tempranos de enfermedad renal.

Cómo solicitar las pruebas

En cuanto a cómo obtener estas pruebas, Boticaria expresó que los pacientes pueden solicitarlas fácilmente a su médico de cabecera: “La creatinina se mide de forma rutinaria en cualquier análisis de sangre y la albúmina en orina está disponible si el doctor lo solicita”. Es fundamental tener en cuenta que si las alteraciones en las pruebas se mantienen durante más de tres meses, se puede confirmar el diagnóstico de enfermedad renal crónica.

Grupos de riesgo y recomendaciones

Es importante destacar que ciertos grupos de riesgo deben realizarse estas pruebas de manera periódica. Esto incluye a personas con antecedentes familiares de enfermedad renal, diabéticos, individuos con hipertensión arterial, y aquellos que presentan obesidad o enfermedades cardiovasculares. Realizar estas pruebas puede ayudarles a conocer su estado de salud renal y tomar decisiones informadas sobre su bienestar.

Conclusión

La atención y detección temprana de la enfermedad renal crónica es vital no solo para mejorar la calidad de vida de los pacientes, sino también para reducir la carga sobre el sistema de salud. Fomentar la conciencia sobre la ERC y facilitar el acceso a pruebas diagnósticas simples debe ser un objetivo prioritario en nuestra sociedad. Un diagnóstico temprano puede salvar vidas y mejorar el bienestar general, permitiendo a muchas personas vivir de manera más saludable y activa.

Carlos José Belmonte Lópezhttps://www.google.com/search?kgmid=/g/11rcl91syn
Licenciado en farmacia por la Universidad CEU San Pablo y Máster en la Universidad Pontificia Comillas de Madrid. Doctorado y comprometido con la Salud Humana

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