Diagnóstico temprano y nuevas terapias, clave para tratar enfermedades reumáticas

Actualizado el 25 de febrero de 2025 por Carlos José Belmonte López

Las enfermedades reumáticas autoinmunes sistémicas (ERAS) son un grupo de condiciones que, si bien pueden parecer ser poco conocidas y aisladas, afectan a un significativo número de personas en España. Estas patologías, que incluyen el lupus eritematoso sistémico, el síndrome de Sjögren, las vasculitis y la esclerodermia, afectan a medio millón de españoles. Es fundamental prestar atención a estas dolencias, no solo por su frecuencia, sino también por el retraso en su diagnóstico y la necesidad de fomentar nuevas investigaciones en este campo.

Complejidad y gravedad de las ERAS

»Se trata de enfermedades muy complejas, a veces muy graves, que afectan a un número nada desdeñable de la población», ha destacado Marcos Paulino Huertas, presidente de la Sociedad Española de Reumatología (SER). Durante la presentación del 10º Simposio de Enfermedades Autoinmunes Sistémicas, celebrado el pasado fin de semana en Santander, el especialista manifestó la importancia de comprender y atender a estas condiciones que afectan a la salud de muchos españoles.

Síntomas y diagnóstico de las ERAS

Uno de los principales desafíos que enfrentan los médicos y pacientes es la confusión que suscitan los síntomas. A menudo, estos son comunes a diversas patologías, lo que contribuye al retraso en el diagnóstico. »Las manifestaciones clínicamente iniciales son inespecíficas. Los pacientes a menudo refieren fotosensibilidad, cansancio o cierta caída del cabello. También es común que las manos se pongan moradas y blancas con el frío», explica Ricardo Blanco Alonso, presidente del Comité Organizador Local del simposio.

Esto resalta la necesidad de realizar pruebas de inmunología ante la mínima sospecha, ya que son fundamentales para agilizar el diagnóstico y el tratamiento adecuado. Al respecto, los profesionales han coincidido en que la variedad de síntomas justifica la importancia de una evaluación exhaustiva por parte de los reumatólogos.

Factores de riesgo y su influencia

Las causas de las ERAS siguen siendo en gran medida un misterio, aunque se ha identificado que ciertos factores genéticos y ambientales predisponen a estos trastornos. En este sentido, Blanco Alonso menciona elementos como el tabaco, las infecciones, el estrés y la exposición a rayos ultravioletas. Asimismo, el componente hormonal también juega un papel crucial, dado que estas enfermedades son »mucho más frecuentes en mujeres que en hombres».

Estrategias para mejorar el diagnóstico

Ante el panorama planteado, los expertos proponen estrategias para mejorar el diagnóstico y la atención de los pacientes. Huertas propone facilitar el acceso a especialistas de reumatología, lo cual permitirá a los pacientes recibir una evaluación más completa. También sugiere desarrollar protocolos estandarizados que incluyan pruebas específicas y criterios diagnósticos claros. Una mayor formación para los profesionales de la salud en el reconocimiento de estos síntomas es igualmente esencial, así como el apoyo a la investigación y la atención al paciente.

Avances en tratamientos y la esperanza con la terapia CAR-T

A pesar de la complejidad y gravedad de las enfermedades reumáticas, existen motivos para el optimismo. Según Blanco Alonso, »desde el punto de vista diagnóstico y terapéutico, se han realizado avances significativos». En este sentido, muchos pacientes cuentan ya con opciones de tratamiento gracias a la introducción de nuevos fármacos biológicos y otros medicamentos en desarrollo.

Un aspecto innovador en el tratamiento de estas afecciones es el uso de las terapias CAR-T, que están en fase de ensayo clínico. »Por primera vez, se dispone de tratamientos que han demostrado ser útiles en patologías autoinmunes, especialmente en el lupus eritematoso sistémico», asegura el especialista. De hecho, asegura que »los peores pacientes con lupus que han recibido este tratamiento no solo han logrado controlar su enfermedad, sino que incluso se han curado».

Sin embargo, como cualquiera que haya estado vinculado a la medicina comprenderá, esta investigación se encuentra en etapas tempranas. Se necesita más evidencia para establecer la eficacia y seguridad a largo plazo de estos tratamientos, aunque sin duda podrían abrir nuevas puertas para el tratamiento futuro de estas dolencias.

El camino por delante

Con la llegada de estas nuevas terapias, también hay que tener en cuenta que su implementación llevará tiempo. Huertas enfatiza que »es un tipo de terapia muy compleja». Implica un proceso en el que se extraen las células del paciente, modificándolas en lugares especializados, y luego devolviéndolas al hospital. La colaboración entre hematólogos y reumatólogos es clave en este procedimiento.

Por último, Blanco Alonso ofrece un mensaje tranquilizador a las pacientes con EAS: “Estas enfermedades crónicas afectan a muchas mujeres jóvenes, pero deben estar tranquilas porque es muy difícil no encontrar una opción para ellas. Se está progresando mucho en tratamientos y estrategias terapéuticas. El paciente debe saber que tiene esperanza y que las cosas van a ir bien”.

Con el compromiso de mejorar el diagnóstico y el tratamiento de las ERAS, se espera que estas condiciones reciban la atención y el cuidado que realmente requieren.

Carlos José Belmonte López
Carlos José Belmonte Lópezhttps://www.google.com/search?kgmid=/g/11rcl91syn
Licenciado en farmacia por la Universidad CEU San Pablo y Máster en la Universidad Pontificia Comillas de Madrid. Doctorado y comprometido con la Salud Humana

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