Actualizado el 11 de diciembre de 2024 por Carlos José Belmonte López
En ciertas cuestiones de la vida, o se está en un equipo o se está en otro. No hay término medio que valga. A pesar de que en algunos debates es mejor no enzarzarse, en otros sí que se puede tener la autoridad suficiente para levantar el brazo del vencedor. Por ejemplo, en el caso de dormir en pijama, CuídatePlus pide a Anjana López, miembro del grupo de trabajo de Insomnio de la Sociedad Española del Sueño (SES), que ejerza de jueza.
Beneficios de dormir sin pijama
La experta aclara que, aunque “no hay ningún estudio serio y contundente que lo haya demostrado, sí que se cree que es mejor dormir sin pijama”. Como apunta la experta, las ventajas de entregarse a los brazos de Morfeo sin ropa son varias. La primera beneficiada es la piel, que aprovecha el descanso para regenerarse y transpirar, procesos que realiza mejor sin nada que la apriete. “De hecho, un motivo por el que despiertan muchos hombres cuando tienen una erección es por llevar un pijama con goma que les aprieta”, indica.
En definitiva, “para la piel es mucho mejor dormir sin pijama y sobre unas sábanas de algodón”, resume la experta, quien recuerda que antiguamente se dormía solo con un camisón: “Se hacía entonces mejor que ahora”.
Impacto de la temperatura corporal
Además, hay que tener en cuenta que la temperatura corporal es un elemento importante a la hora de conciliar el sueño. “Cuando la temperatura externa es muy fría o muy caliente, no se ponen en marcha los mecanismos fisiológicos para iniciar y mantener el sueño, pues el cuerpo los activa cuando la temperatura central alcanza ciertos valores que dependen de la exterior”, detalla López, quien agrega que lo ideal es encontrarse en torno a los 19 o 20 grados.
El pijama: una opción personal
Por otra parte, “se piensa que dormir desnudos y en pareja provoca una mayor liberación de oxitocina, la hormona de la felicidad y que ayuda a descansar mejor”. Eso sí, López aclara que se trata de un tema muy personal, pues habrá quien no pueda descansar nunca sin ropa, ya que el pijama le proporciona comodidad, seguridad y protección en invierno. En caso de que se opte por esta prenda, la experta repite que debe ser de algodón y sin gomas que aprieten.
Otros hábitos para mejorar la calidad del sueño
Un sueño saludable pasa por tener buenos hábitos de sueño. Hay seis factores que afectan la salud del sueño y, por lo tanto, a la salud y el bienestar en general:
- La duración: cuánto se duerme a lo largo del día.
- La eficiencia: cuánto se tarda en dormir y si se producen muchos despertares.
- El momento: cuándo se va a la cama.
- La regularidad: mantener horarios de sueño y despertar estables.
- El grado de alerta: si se mantiene la atención durante las horas de vigilia.
- La calidad: si el sueño es reparador.
Más allá de llevar o no pijama, otros consejos de los expertos para mejorar la higiene del sueño son:
- Dormir las horas suficientes, acorde a la edad que se tenga.
- Mantener un horario de sueño regular.
- Evitar factores que puedan alterar el sueño, como las cenas copiosas, sustancias como el alcohol y el tabaco, el estrés, el uso de móviles u ordenadores en los momentos previos a acostarse, o la duración de la siesta, que no debería exceder los 30 minutos.
- Cuidar el entorno donde se duerme: ventilado, a oscuras y en silencio.
- Hacer ejercicio físico de forma regular.
En conclusión, el dilema de dormir con o sin pijama es solo una arista de lo que realmente importa en nuestra calidad de sueño. La clave está en encontrar lo que funciona mejor para cada uno, mientras se adoptan buenos hábitos que promuevan un descanso reparador y saludable. ¿Ya sabes cuál es tu opción preferida para dormir mejor?