Actualizado el 9 de diciembre de 2024 por Carlos José Belmonte López
El frío ya está presente en nuestras vidas, trayendo consigo la llegada de los resfriados y efectos comunes como los estornudos. Esta reacción natural de nuestro cuerpo puede resultar molesta, pero en realidad, cumple una función protectora que deberíamos apreciar. Con la visita de los meses más fríos, el «¡achís!» se convierte en el sonido que acompaña la cotidianidad de muchas personas, seguido del habitual «Jesús» y un «gracias».
El estornudo: un mecanismo defensivo
María Varela Patiño, miembro del Grupo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), explica que el estornudo es un «acto reflejo de expulsión súbita e involuntaria de aire desde los pulmones hacia las fosas nasales y la boca». Este proceso puede provocarse por una variedad de agentes, principalmente por partículas extrañas que irritan la mucosa nasal. Varela subraya que, si bien puede parecer simplemente un síntoma desagradable, el estornudo es una defensa esencial para las vías respiratorias, ya que impide que las partículas no deseadas lleguen a los pulmones.
Cómo funciona el estornudo
El portavoz de la SEMG, Lorenzo Armenteros, explica que hay diversas formas en que la mucosa nasal puede irritarse. Esta irritación puede ser biológica, química, física o, incluso, provocada por cambios de temperatura: «Salir de un lugar caliente a otro más frío nos puede hacer estornudar», detalla. Cuando ocurre este fenómeno, el cerebro recibe una señal que ordena al cuerpo expulsar aquello que está causando la irritación, lo que involucra una gran cantidad de músculos, desde los del esófago hasta los esfínteres e incluso la musculatura ocular. Armenteros señala que es imposible estornudar con los ojos abiertos porque esta parte del cuerpo también participa en el proceso.
Por qué no se debe evitar el estornudo
Cuando el estornudo se presenta, es importante dejarlo fluir. Armenteros advierte que intentar evitar el estornudo no es recomendable, ya que esto puede generar una «hiperpresión retrógrada» que puede afectar el cuerpo de varias maneras. Entre estas, se pueden mencionar el desarrollo de hiperpresión arterial e incluso daños en la zona de los dientes, especialmente si se ha tenido un tratamiento dental reciente. La presión acumulada puede ser perjudicial.
Además de los posibles problemas vasculares y cerebrales, evitar el estornudo puede afectar a otros órganos, como los oídos. La presión generada en el momento de un estornudo retenido puede ser tan grande que, en algunos casos, podría «fisurar o romperse el tímpano». Sin embargo, aunque no se debe frenar esta reacción natural, sí es vital cubrirse al estornudar para proteger a los demás. Este acto puede liberar aire a gran velocidad; se estima que puede salir a 150 km/h, por lo que el riesgo de contagio de microorganismos es considerable.
La importancia de cubrirse al estornudar
Por lo tanto, cubrirse adecuadamente al estornudar es esencial. La forma más efectiva es utilizando la parte interna del codo o un pañuelo desechable. Varela señala que es crucial taparse la boca y la nariz para evitar esparcir microbios que podrían contagiar a otras personas. Luego de usar el pañuelo, se debe desechar de inmediato en la basura.
El especialista también recuerda que las personas enfermas deben evitar el contacto físico con los demás y alejarse antes de toser o estornudar. Este cuidado es fundamental no solo para el bienestar individual, sino también para proteger a la comunidad de posibles contagios durante la temporada de resfriados y otras afecciones respiratorias.
Resumiendo la función del estornudo
En conclusión, aunque los estornudos pueden ser incómodos y a veces embarazosos, son respuestas naturales del cuerpo que desempeñan un papel crucial en nuestra defensa contra partículas dañinas. Es vital recordar que estos reflejos son mecanismos de protección y que debemos respetarlos, aprendiendo cómo manejarlos de manera que protejamos también a los que nos rodean.
La próxima vez que sientas la necesidad de estornudar, no te reprimas; simplemente cúbrete adecuadamente y permite que tu cuerpo haga su trabajo. Y en este tiempo de frío, cuídate y asegúrate de cuidar de los demás.