Actualizado el 26 de diciembre de 2024 por Carlos José Belmonte López
Desde hace un tiempo, el término «gripe estomacal» se ha puesto de moda, pero surge la pregunta: ¿qué significa realmente? Según Virginia Víctor, jefe de Medicina Interna del Hospital Universitario HM Madrid Río, “la gripe estomacal no es más que una gastroenteritis aguda”. La causa más común de esta condición en adultos son los virus, especialmente los norovirus, aunque otros patógenos también pueden estar presentes. Este virus, muy frecuente en invierno, tiene características que lo hacen especialmente contagioso.
Alta resistencia del norovirus
Un aspecto importante del norovirus es su increíble resistencia en el medio ambiente. De acuerdo con el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), este patógeno puede sobrevivir largos periodos en diversas superficies, resistiendo frío extremo y altas temperaturas, incluso hasta 60 ºC. Esto contribuye a su propagación, dado que puede permanecer activo incluso en condiciones que matarían a otros virus.
Síntomas de la ‘gripe estomacal’
Los síntomas de la gastroenteritis aguda suelen aparecer de manera brusca, y generalmente se manifiestan entre 12 y 48 horas después de la exposición al virus. La experta explica que esta condición se distingue de otras patologías abdominales por su “aguda y abrupta sintomatología”, así como por el momento del año en que se presenta, ya que tiene mayor incidencia en invierno y primavera.
Algunos de los síntomas típicos incluyen náuseas, vómitos, diarrea y dolor abdominal. La duración de estos síntomas varía; normalmente, el pico de malestar puede durar entre 2 y 3 días. Sin embargo, **hay virus que ocasionan síntomas más suaves que desaparecen en 24 o 48 horas**, mientras que otros pueden causar una infección más grave que se prolonga hasta una semana.
Tratamiento de la ‘gripe estacional’
El tratamiento para la gastroenteritis aguda se basa principalmente en el soporte sintomático. La clave está en “estar bien hidratado”. Se recomienda “beber líquidos en pequeños sorbos y con frecuencia para evitar más vómitos”. En casos de diarrea severa y pérdida significativa de líquidos, es aconsejable consumir sueros que contengan sales rehidratantes, y evitar las bebidas azucaradas que pueden agravar la deshidratación.
En cuanto a la gestión del dolor, se pueden tomar analgésicos comunes, como el paracetamol, pero siempre es importante estar atento a la evolución de los síntomas, especialmente en las primeras horas y días tras la aparición de ellos. Esto es crucial para detectar posibles síntomas de alarma, que incluyen:
- Fiebre persistente que no cede
- Sangre en las deposiciones
- Presencia de factores de riesgo como el embarazo, niños pequeños, ancianos o personas inmunodeprimidas.
En estos casos, es vital “consultar a un médico” para recibir la atención adecuada.
Consejos dietéticos
Respecto a la dieta durante un episodio de gastroenteritis aguda, se aconseja llevar una alimentación suave, evitando azúcares y grasas que pueden irritar aún más el estómago. En su lugar, se pueden consumir comidas ligeras y fáciles de digerir, como arroz, plátanos y manzanas. Mantener esta dieta ayudará a la recuperación y minimizará las molestias.
La gastroenteritis aguda, aunque común, puede ser debilitante. Es crucial prestar atención a los síntomas y mantener una buena hidratación, pues esto puede hacer una gran diferencia en el manejo de la afección. Recuerda, si presentas síntomas severos o persistentes, no dudes en buscar ayuda médica.