Lucas Pérez y el alarmante aumento de la tuberculosis: prevención y tratamiento son clave

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Actualizado el 25 de marzo de 2025 por Carlos José Belmonte López

El diagnóstico de tuberculosis a Lucas Pérez, delantero del PSV Eindhoven, ha sorprendido a muchos, pero los neumólogos saben que sigue siendo un problema de salud pública de primer orden a nivel global, con más de 10,5 millones de casos nuevos cada año y alrededor de 1,3 millones de muertes, a pesar de ser una enfermedad prevenible y curable. 

Cómo se trata la infección

Con los tratamientos disponibles actualmente, el pronóstico de la tuberculosis es muy bueno. En general, el paciente deja de ser transmisor del agente infeccioso a las dos semanas de iniciar el tratamiento. En poco tiempo, la mayor parte de los enfermos pueden llevar una vida normal y reincorporarse al trabajo.

La terapia se basa en la administración de una combinación de antibióticos. La pauta terapéutica más habitual es la combinación de isoniacida, rifampicina y pirazinamida durante los dos primeros meses para continuar posteriormente durante cuatro meses más con isoniacida y rifampicina.

Personas con más riesgo de tuberculosis

La tuberculosis es una infección persistente causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis, que afecta a diversos órganos y particularmente a los pulmones. 

Aunque puede afectar a cualquier persona, su incidencia es superior en poblaciones vulnerables, como individuos en situación de exclusión social, migrantes recientes y pacientes con enfermedades que comprometen su sistema inmunológico. 

Cómo se transmite la tuberculosis

La tuberculosis se transmite a través del aire, por minúsculas gotas (gotículas) que contienen las bacterias causantes y que las personas con infección activa eliminan al toser, estornudar o hablar.

No es una de las patologías más infecciosas. A diferencia de lo que sucede con otros agentes patógenos más contagiosos, como el coronavirus causante de la Covid-19, la transmisión del bacilo de la tuberculosis requiere un contacto muy estrecho y prolongado en el tiempo. De hecho, se estima que una persona enferma puede infectar a unas 15 personas al año.

La transmisión por vía alimentaria no es frecuente, aunque la leche no pasteurizada puede ser fuente de contagio en los países en los que la incidencia de tuberculosis es más alta. El ganado también puede padecer tuberculosis y transmitir la bacteria a los humanos.

La SEPAR apunta que la realización de un correcto estudio de contactos es fundamental para evitar la transmisión de la enfermedad, “así como la búsqueda activa de casos de tuberculosis o de infección tuberculosa».

Síntomas de la infección

Los síntomas más frecuentes de la tuberculosis son:

  • Cansancio intenso.
  • Malestar general.
  • Sudoración abundante, especialmente al caer el día.
  • Pérdida de peso.
  • Sangre en los esputos.
  • Tos seca, persistente.
  • Temperatura corporal que oscila entre los 37 y 37,5 grados.

No obstante, en algunos casos es una infección asintomática.

Aumento de casos en España

Según ha informado la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) con motivo del Día Mundial de la Tuberculosis, que se conmemora el 24 de marzo, esta patología ha aumentado un 7% en el último año en España, por lo que de momento no se cumplen los objetivos de la Organización Mundial de la salud (OMS) de disminuir la incidencia un 90% y la mortalidad global en un 95% en 2035. La incidencia se sitúa en los 8,2 casos por 100.000 habitantes, lo que supone cerca de 4.000 casos nuevos cada año en nuestro país. 

A pesar del aumento durante 2024, la tendencia en los últimos 10 años ha sido descendente. Según el Ministerio de Sanidad, que califica la situación actual de “alentadora”, los datos “siguen situando a España entre los países de baja incidencia en Europa y reflejan los esfuerzos sostenidos en la mejora de la prevención, control, diagnóstico y tratamiento”. De hecho, agrega el ministerio, “desde el año 2015 el número de notificaciones ha descendido en nuestro país un 22,5%.”