Más de 10 horas sentado aumenta el riesgo cardiovascular, muévete más

Actualizado el 17 de diciembre de 2024 por Carlos José Belmonte López

En la actualidad, muchas personas pasan gran parte de su día sentadas, lo que a menudo se subestima como un problema de salud. Sin embargo, un reciente estudio publicado en el Journal of the American College of Cardiology ha revelado que el sedentarismo diario puede tener efectos mucho más graves de lo que suponíamos, especialmente en lo que respecta a la salud cardiovascular. Los hallazgos apuntan a que el tiempo prolongado sentado es un factor de riesgo importante, incluso para aquellos que realizan actividad física regularmente.

Hacer deporte no sería suficiente

El estudio realizado por investigadores del Mass General Brigham se centró en la relación entre el tiempo que se pasa sentado y el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Uno de los descubrimientos más impactantes fue que cumplir con las recomendaciones de actividad física moderada a vigorosa puede no ser suficiente para mitigar el riesgo de enfermedades cardíacas si, al mismo tiempo, se pasa demasiado tiempo sentado.

El riesgo de sedentarismo se mantuvo incluso en personas físicamente activas, lo cual es crucial porque muchos piensan que realizar ejercicio al final del día podría contrarrestar los efectos negativos de estar sentados”, indicó Ezimamaka Ajufo, el autor principal del estudio. Sin embargo, los resultados muestran que la situación es más compleja y no se puede simplemente compensar a través del ejercicio.

Naturaleza del sedentarismo

El comportamiento sedentario se refiere a una “actividad en estado de vigilia con bajo gasto de energía mientras se está sentado, reclinado o acostado sin incluir las horas de sueño”, de acuerdo con los investigadores. El estudio concluyó que tener un comportamiento sedentario durante más de 10,6 horas diarias está ligado a un aumento significativo del 40 al 60% en los riesgos de insuficiencia cardíaca y muerte cardiovascular.

El equipo de investigación analizó datos de actividad de 89.530 personas que formaban parte del Biobanco del Reino Unido. Los hallazgos indicaron que, aunque un número considerable de participantes cumplió con los más de 150 minutos de actividad física moderada a vigorosa por semana recomendados, muchos de ellos aún enfrentaban riesgos elevados de enfermedades cardiovasculares.

Por ejemplo, aunque la actividad física podría ayudar a reducir el riesgo de fibrilación auricular y ataques cardíacos, los riesgos asociados con la insuficiencia cardíaca y la muerte cardiovascular solo se compensaban parcialmente con estos esfuerzos activos.

La importancia de la conciencia sobre el sedentarismo

Ajufo destaca que, aunque se han realizado numerosos estudios sobre los beneficios de la actividad física, “sabíamos relativamente poco sobre las posibles consecuencias de estar demasiado tiempo sentados”. Este enfoque renovado sobre el sedentarismo es fundamental, dado que muchas personas no son conscientes de cómo su estilo de vida puede impactar su salud a largo plazo.

La investigación subraya que *sentarse menos y moverse más* son medidas cruciales para reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. Existe una correlación directa entre el tiempo de sedentarismo y la salud cardiovascular que no se puede ignorar, incluso para aquellos que son activos físicamente.

Posibles soluciones

¿Qué se puede hacer al respecto? Según los autores del estudio, **“optimizar el comportamiento sedentario parece ser importante incluso entre las personas físicamente activas”**. Una recomendación sencilla es levantarse con frecuencia y hacer pequeños ejercicios, como sentadillas o estiramientos, cada cierto tiempo durante la jornada. Incorporar breves caminatas a la rutina diaria también puede marcar la diferencia.

Por ejemplo, optar por subir escaleras en lugar de tomar el ascensor o caminar al lugar de compras en lugar de usar el coche son medidas prácticas que pueden contribuir a disminuir los niveles de sedentarismo. Estas acciones, aunque pequeñas, pueden ayudar a mitigar los riesgos asociados con un estilo de vida sedentario.

En conclusión, la evidencia sugiere que no solo se trata de hacer ejercicio, sino de realizar cambios en nuestros hábitos diarios que promuevan un estilo de vida más activo. La integración de estos hábitos puede ser esencial para mejorar nuestra salud cardiovascular a largo plazo.

Carlos José Belmonte López
Carlos José Belmonte Lópezhttps://www.google.com/search?kgmid=/g/11rcl91syn
Licenciado en farmacia por la Universidad CEU San Pablo y Máster en la Universidad Pontificia Comillas de Madrid. Doctorado y comprometido con la Salud Humana

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