Mejora tu tratamiento contra el cáncer: la cronoterapia maximiza su eficacia

Actualizado el 7 de enero de 2025 por Carlos José Belmonte López

La cronoterapia centrada en el sistema inmunitario es un área de estudio en ascenso dentro de la investigación oncológica. La investigadora María Casanova-Acebes, directora del Grupo de Inmunidad del Cáncer del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), ha destacado cómo las células tumorales pueden distorsionar el ritmo circadiano del sistema inmunitario. Este sistema, que actúa como la defensa natural del organismo, se ve afectado de manera que se compromete su capacidad para luchar contra el cáncer.

Efecto del cáncer en los ritmos del sistema inmunitario

Los estudios realizados han demostrado que el sistema inmunitario de los ratones, que son animales nocturnos, está más activo durante la noche. Esta actividad elevada sugiere que habría más oportunidades para que el organismo combata las células cancerosas durante ese periodo. Sin embargo, las células tumorales logran anular esta ventaja al emitir señales que alteran el ritmo circadiano del sistema inmunitario, lo que favorece su propio crecimiento.

Casanova-Acebes y su equipo analizan los ciclos de actividad de las células tumorales, del sistema inmunitario y de los fibroblastos, que son las células del entorno tumoral que regulan la actividad inmune. Según la investigadora, los datos obtenidos se integrarán en un modelo inteligente que permitirá comprender los mensajes temporales en cada uno de los tres bloques implicados en el microambiente tumoral. El objetivo final es identificar las “ventanas temporales en que el rendimiento terapéutico es mayor”, de modo que se puedan ajustar los tratamientos a estos horarios, aumentando así su efectividad.

Impacto de los ritmos circadianos en el cáncer

La biología circadiana no solo influye en el sistema inmunitario, sino que también modula múltiples funciones celulares relacionadas con el desarrollo del cáncer. En efecto, el ritmo circadiano regula funciones esenciales que son clave en la progresión tumoral. Esto ha llevado a afirmar que “su explotación abre nuevas direcciones prometedoras en la lucha contra la metástasis”, según se recoge en una revisión científica publicada en Trends in Cell Biology.

¿A qué se debe esto? El sistema circadiano está vinculado a la regulación de la expresión génica, a la función inmune y a la reparación celular, entre otros procesos. Por ende, entender cómo estos ritmos afectan a la biología del cáncer puede facilitar enfoques novedosos para tratar la enfermedad.

Para que se produzca la metástasis, las células cancerosas deben desprenderse del tumor principal, ingresar al torrente sanguíneo y finalmente infiltrar un nuevo órgano. Se ha observado que la velocidad de este proceso fluctúa a lo largo del día y varía según el tipo de tumor. Por ejemplo, se ha constatado que el cáncer de mama tiene más probabilidades de metastatizar durante la noche, mientras que otros tipos de cáncer, como el de próstata y el mieloma múltiple, presentan sus picos de metástasis en diferentes momentos del día.

Cronoterapia frente al cáncer

Conociendo la influencia del reloj interno en el crecimiento tumoral, se plantea la necesidad de aplicar tratamientos como la quimioterapia o la inmunoterapia en el momento más adecuado. La cronoterapia se erige, por tanto, como una estrategia clave en este ámbito.

Varios estudios han evidenciado que la cronoterapia no solo puede mejorar la eficacia de los tratamientos, sino que también puede mitigar la gravedad de los efectos secundarios que suelen acompañar a estas terapias. Un ensayo reciente destacó que los pacientes con melanoma que recibían su inmunoterapia antes de las cuatro y media de la tarde tenían casi el doble de probabilidades de sobrevivir en comparación con aquellos tratados más tarde. Sin embargo, es importante tener en cuenta que factores como el sexo del paciente y sus características genéticas pueden influir en los beneficios de la cronoterapia.

Todos poseemos un reloj interno que regula los cambios físicos, mentales y de comportamiento en nuestro ciclo de 24 horas. Estos ritmos biológicos o circadianos, modulados principalmente por la luz y la oscuridad, tienen efectos profundos sobre el sueño, la temperatura corporal, las hormonas y el apetito. Su papel es tan fundamental que incide prácticamente en todos los aspectos de nuestra vida, incluido el desarrollo de enfermedades como el cáncer; de ahí el interés creciente de los científicos en aprovechar esta información para mejorar los tratamientos.

En resumen, la conexión entre los ritmos circadianos y el cáncer subraya la importancia de explorar cómo el momento de la administración de los tratamientos puede impactar en su eficacia. La integración de estudios sobre cronoterapia y los ritmos biológicos podría abrir nuevas avenidas en el combate contra el cáncer, ofreciendo a los pacientes mejores opciones y potencialmente más esperanzas en sus tratamientos.

Bibliografía

Diamantopoulou, Zoi et al. (2023). A new time dimension in the fight against metastasis. Trends in Cell Biology. DOI: 10.1016/j.tcb.2023.02.002

Carlos José Belmonte López
Carlos José Belmonte Lópezhttps://www.google.com/search?kgmid=/g/11rcl91syn
Licenciado en farmacia por la Universidad CEU San Pablo y Máster en la Universidad Pontificia Comillas de Madrid. Doctorado y comprometido con la Salud Humana

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