Actualizado el 19 de marzo de 2025 por Carlos José Belmonte López
Utilizar el móvil como despertador es una práctica cada vez más común, especialmente entre jóvenes y adolescentes. Sin embargo, este hábito, aparentemente inofensivo, puede derivar en consecuencias negativas para el descanso, la calidad del sueño y, en última instancia, el bienestar mental. Para garantizar que nuestro dispositivo no interfiera en nuestras horas de sueño, es fundamental seguir ciertas pautas que, aunque sencillas, son vitales.
Luz azul y ritmo circadiano
La luz emitida por los móviles, así como por las pantallas de televisores y tabletas, se conoce como luz azul. Esta luz tiene la capacidad de interferir en nuestro ritmo circadiano, el ciclo natural de sueño y vigilia. Según el doctor Asensio López, esto puede ocasionar alteraciones en la calidad del sueño, afectando nuestro descanso de varias formas.
Retraso en la secreción de melatonina
Uno de los efectos más significativos de la luz azul es el retraso en la secreción de la melatonina, la hormona que regula las fases de sueño. Este retraso se puede traducir en diversas consecuencias:
- Inicio tardío del sueño.
- Mayor alerta nocturna.
- Disminución matutina de la vigilancia.
Síndrome de retraso de fase
El uso de dispositivos móviles antes de dormir ha llevado a un fenómeno conocido como síndrome de retraso de fase, que se presenta con mayor frecuencia en adolescentes. Este síndrome se caracteriza por la dificultad para iniciar el sueño a la hora habitual. Como resultado, los jóvenes suelen mantenerse despiertos por más tiempo y, posteriormente, se ven obligados a despertarse varias horas más tarde de lo previsto. Este patrón de sueño interrumpido puede dar lugar a una falta de sueño crónica y somnolencia durante el día.
Aspectos a considerar en el uso del móvil
Para evitar que el móvil interfiera en la calidad del sueño, Asensio López sugiere algunas pautas esenciales. Una de ellas es activar el modo descanso en el dispositivo. Esta función, sin embargo, suele ser ignorada por muchos usuarios, lo que agrava el problema. Además, es crucial limitar el uso del móvil a la aplicación de alarmas por la mañana, evitando distracciones que podrían comprometer nuestra calidad de sueño.
La realidad es que los estudios han mostrado que el uso del móvil antes de dormir puede interferir con la calidad del sueño. Según el doctor, el impacto de esta interferencia no es igual para todos. Cada individuo tiene una respuesta única al uso de dispositivos electrónicos, lo que hace necesario prestar atención a cómo afectan nuestro descanso.
Efecto de posponer la alarma
Un comportamiento ligado al uso del móvil como despertador es el de posponer la alarma repetidamente. Aunque algunas personas encuentran placentero prolongar el sueño, Asensio López advierte que no hay suficientes estudios que corroboren efectos generalizados de este hábito. A veces, dormir un poco más puede resultar beneficioso, pero en otras ocasiones, permite que comencemos el día de manera apresurada y estresante, afectando nuestra productividad.
Impacto en la población joven
El uso del móvil antes de dormir es más frecuente entre adolescentes y jóvenes, quienes, según varios estudios, presentan problemas de sueño significativos. Estos problemas incluyen una reducción en la cantidad y calidad del sueño, lo que, a su vez, repercute en su rendimiento diario. Asensio López menciona que es importante tener en cuenta que algunas de estas personas podrían haber enfrentado dificultades para dormir incluso antes de adoptar el uso intensivo del móvil.
En conclusión, aunque utilizar el móvil como despertador puede ser una práctica útil, es vital adoptar hábitos saludables que limiten su impacto en nuestro sueño. La programación del dispositivo, el respeto a las horas de descanso y la conscientización sobre el efecto de la luz azul son aspectos clave que pueden ayudarnos a mejorar la calidad de nuestro sueño. Estar informados y conscientes de cómo nuestras rutinas digitales afectan nuestra salud es el primer paso hacia un bienestar duradero y un descanso reparador.