Actualizado el 20 de marzo de 2025 por Carlos José Belmonte López
Más contaminación, más cambio climático y más alergia en primavera. Demasiados “más” en una frase. En cuanto a los “menos”, los datos tampoco son alentadores: menos calidad de vida y menos salud en los pacientes. El resultado de estas sumas y restas es que alrededor del 40% de las personas sufre alergia, y este porcentaje se prevé que aumente en los próximos veinte años, con la posibilidad de que hasta la mitad de la población padezca alguna de estas enfermedades.
La influencia del cambio climático y la contaminación
“Se ha visto que el cambio climático y la contaminación no solo generan más polen durante más tiempo, sino que también impactan negativamente en nuestros pacientes”, ha expuesto Darío Antolín, vicepresidente de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC). Durante la presentación de las previsiones sobre los índices de polen esta primavera en España, el experto ha detallado que la contaminación provoca que “las partículas en suspensión, además de irritar la piel y las vías respiratorias, causen inflamación y un cambio metabólico que favorece que el polen o las partículas se dirijan hacia los pulmones”, aumentando así el impacto alérgico en las personas.
La situación se complica aún más debido a que los fenómenos climáticos extremos, como sequías, vientos intensos y lluvias continuadas, también favorecen síntomas alérgicos más severos. Antolín subraya que “hay estudios que demuestran que estos cuadros alérgicos no solo son molestos, sino que también pueden afectar el desarrollo pulmonar en bebés o provocar crisis asmáticas de riesgo vital en pacientes adultos”.
¿De qué condiciones climáticas venimos?
Para entender la situación actual, es esencial revisar los factores que han ocurrido en los meses previos, que predisponen a la polinización. Este invierno, hemos experimentado temperaturas inusualmente altas, con una media que supera los 15 grados. Esto representa un aumento de 1,1 grados respecto a la media histórica. “No se trata solo de un año más cálido, sino de una tendencia que señala una transformación climática que podría tener un gran impacto sobre las enfermedades alérgicas”, ha insistido Juan José Zapata, presidente del Comité de Aerobiología Clínica de la SEAIC.
Otro aspecto a considerar son las precipitaciones. En general, el año ha sido normal, aunque ciertas regiones, como el sureste y Canarias, han experimentado sequías. Zapata ha comentado que “las lluvias de marzo podrían hacer que esta normalidad se traduzca en un aumento de la polinización, alargando el periodo y aumentando la intensidad de sus picos”.
Proyecciones para la primavera 2023
¿Cómo afectarán todas estas condiciones durante esta primavera? La realidad es que el territorio español presenta condiciones geobotánicas muy particulares, lo cual influye en cómo los pacientes experimentan sus alergias. Para facilitar la comprensión, aquí se detallan las previsiones de polen por zona geográfica:
Las cifras que se manejan son las siguientes: 200-250 granos/m³ indican una primavera leve, mientras que 16.000-19.000 granos/m³ significarían una primavera muy intensa.
Islas Canarias
- Primavera muy leve: 200-250 granos/m³ en Tenerife y Las Palmas.
No predominan los pólenes en esta región, por lo que se espera una primavera muy leve. Sin embargo, Zapata aclara que «es leve en comparación con otras regiones, pero eso no significa que los pacientes alérgicos no vayan a experimentar síntomas».
Cornisa cantábrica
- Primavera leve: 1.500-2.000 granos/m³ en Bilbao, San Sebastián, La Coruña, Lugo, Pontevedra, Orense, Santander y Oviedo.
- Primavera moderada: 3.200 granos/m³ en Logroño y 4.800 granos/m³ en Pamplona.
- Primavera intensa: 5.200 granos/m³ en Vitoria. Las gramíneas están extendiéndose a esta región, algo nuevo para la zona.
Litoral mediterráneo
- Primavera leve: 1.500-2.000 granos/m³ en Baleares, Cataluña, Comunidad Valenciana y Murcia.
Centro peninsular
- Primavera leve: 1.500-2.000 granos/m³ en Aragón.
- Primavera moderada-intensa en Castilla-León, Castilla-La Mancha y Madrid.
- Primavera intensa: 6.000 granos/m³ en Toledo.
“Las cifras para el centro peninsular serán variables en cuanto a la concentración de gramíneas, y oscilarán entre los menos de 1.000 granos/m³ en Teruel y los más de 5.000 granos/m³ en ciudades como Toledo y Ciudad Real”, ha enfatizado Zapata.
Sur peninsular
- Primavera leve: 1.700 granos/m³ en Almería, Cádiz, Málaga y Huelva.
- Primavera moderada en Córdoba y Granada.
- Primavera intensa en Badajoz, Cáceres, Sevilla y Jaén, con hasta 16.000-19.000 granos/m³, cifras consideradas “históricas” y que podrían causar una mayor afectación en quienes padecen alergia.
Con estas previsiones y análisis, queda claro que la primavera de 2023 se perfila como un desafío para muchos, afectando la calidad de vida de una gran parte de la población debido a la confluencia de factores climáticos y ambientales. En este contexto, será fundamental estar informados y preparados.