Taquicardia: Síntomas, Causas y Cómo Prevenirlas

Actualizado el 23 de octubre de 2022 por Carlos José Belmonte López

La taquicardia es la frecuencia cardíaca más rápida de lo normal cuando estamos en reposo. El peligro que reviste depende de la causa subyacente y del nivel de esfuerzo que necesite el corazón para trabajar.

Es muy probable que quien presente taquicardia no experimente síntomas o complicaciones. No obstante, si esta enfermedad no cede, aumenta significativamente el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular, un paro cardíaco repentino e incluso la muerte.

Se trata de algo que no debe subestimarse, por eso, a continuación dedicaremos tiempo a analizar sus síntomas, causas, tratamiento y prevención.

¿Qué es la taquicardia?

El corazón está compuesto de dos ventrículos y dos arterias. La taquicardia aparece cuando los latidos son demasiado rápidos.

Cuando el corazón late muy aceleradamente, bombea de forma menos eficiente y se reduce el flujo sanguíneo al resto del cuerpo, lo que incluye el corazón.

Tipos de taquicardia

Los tipos más frecuentes de taquicardia son estos:

  • Fibrilación auricular. La actividad eléctrica puede aumentar desde la aurícula izquierda en lugar del nódulo sinoauricular. Esto provoca que las cavidades adquieran una frecuencia alta e irregular. Puede ser temporal, pero algunos episodios requieren tratamiento.
  • Aleteo auricular. Las aurículas del corazón laten muy rápidamente pero a una frecuencia regular. Esta frecuencia acelerada provoca contracciones débiles de las aurículas. Estos episodios pueden durar unas horas o algunos días.
  • Taquicardias supraventriculares. Es un latido cardíaco anormalmente rápido que comienza en algún lugar por encima de las cámaras inferiores del corazón. Suelen durar desde unos segundos hasta varias horas. 
  • Taquicardia ventricular. Es la frecuencia cardíaca acelerada que comienza con señales eléctricas anormales en las cámaras inferiores del corazón. Al no permitir que los ventrículos se dilaten y se contraigan de forma adecuada, provoca un mal suministro sanguíneo en el cuerpo. Debe tratarse como una urgencia médica.
  • Fibrilación ventricular. Los ventrículos no consiguen dilatar de forma normal, lo que disminuye el riego de sangre al cuerpo. Si el corazón no recupera un ritmo normal en poco tiempo con una descarga eléctrica, puede producirse la muerte. Esto ocurre en un ataque cardíaco o al sufrir un evento como el ser alcanzado por un rayo.

¿Por qué se produce la taquicardia?

Por lo general, un corazón adulto en reposo late entre 60 y 100 veces por minuto. Ahora bien, cuando se padece taquicardia, las cavidades superiores o inferiores del corazón laten mucho más rápido.

A causa de esto, los músculos del corazón o el miocardio necesitan más oxígeno. Si esta condición persiste, las células miocárdicas privadas de oxígeno pueden morir y esto deriva en un ataque cardíaco.

Para entender mejor cómo se producen las taquicardias, hay que empezar por explicar que el corazón posee un marcapasos natural llamado nodo sinoauricular, que se ubica en la aurícula derecha y produce impulsos eléctricos. Cada uno de estos desencadena un latido del corazón.

Este nodo disminuye las señales eléctricas y luego los envía hacia los ventrículos. Este retraso permite que los ventrículos tengan tiempo para que se llenen de sangre. 

Cuando los músculos de los ventrículos reciben las señales eléctricas, se contraen y bombean sangre a los pulmones o al resto del cuerpo. Por eso, si hay un problema con las señales eléctricas, se producen latidos más rápidos de lo normal, generando la taquicardia.

Síntomas de la taquicardia

Si el corazón late demasiado rápido, es posible que no pueda bombear suficiente sangre al resto del cuerpo, lo que hace que los órganos y tejidos se queden sin oxígeno, causando los siguientes síntomas:

  • Falta de aire
  • Aturdimiento
  • Mareos
  • Dificultad para respirar
  • Pulso acelerado
  • Palpitaciones cardíacas
  • Dolor en el pecho
  • Desmayos

En ocasiones, algunas personas con taquicardia no tienen síntomas, por lo que solo se detecta durante una exploración física o a través de un electrocardiograma.

Posibles complicaciones de la taquicardia

El riesgo de sufrir complicaciones depende de factores como la gravedad, el tipo, la frecuencia cardíaca, la duración y el padecimiento de enfermedades cardíacas.

Las complicaciones más comunes incluyen:

  • Coágulos sanguíneos. Aumentan el riesgo de sufrir un infarto cardíaco o un accidente cerebrovascular.
  • Insuficiencia cardíaca. Esto ocurre cuando el corazón no bombea sangre por todo el cuerpo de forma adecuada. 
  • Desmayos. La persona con latidos cardíacos rápidos puede perder la conciencia en algunas ocasiones.
  • Muerte súbita. Se relaciona con la taquicardia o la fibrilación ventricular.

Tratamiento de la taquicardia

Las opciones de tratamientos varían en función de la causa de la enfermedad, la edad y la salud general del paciente. Al diagnosticarse la causa de la taquicardia, se usa el tratamiento para intentar reducir la velocidad del ritmo cardíaco, prevenir episodios posteriores de taquicardia y minimizar el riesgo de complicaciones.

Algunas de las alternativas a las que recurren los médicos son las siguientes:

  • Medicación. Los fármacos antiarrítmicos pueden administrarse de forma oral o por inyección, para restablecer el latido normal del corazón o controlar la velocidad del mismo. El especialista puede recetar otros fármacos en combinación con estos, como los bloqueadores de los canales o los bloqueadores beta.  
  • Cardioversión. El uso de electrodos para administrar una descarga eléctrica en el corazón afecta a los impulsos eléctricos del corazón y restablece el ritmo normal. 
  • Desfibrilador cardioversor implantable. Es un dispositivo que monitoriza de forma continua el latido del corazón, y al detectar cualquier anomalía en los latidos, envía impulsos eléctricos para restablecer el ritmo normal del corazón. Se implanta a través de una operación.

Prevención de la taquicardia

La forma más eficaz de prevenir la taquicardia es mantener un corazón sano y reducir el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas. Entre las medidas que se pueden adoptar se encuentran estas:

  • Hacer ejercicio y tener una dieta saludable. El ejercicio regular y seguir una dieta saludable, que sea rica en frutas, verduras y cereales integrales, reduce el riesgo de padecer taquicardia.
  • Mantener un peso saludable. La obesidad incrementa la incidencia de enfermedades cardíacas.
  • Beber con moderación. Si se elige beber alcohol, hay que hacer con moderación para no afectar el corazón. 
  • Usar los medicamentos de venta libre con precaución. Algunos medicamentos para el resfriado o la tos contienen estimulantes que pueden acelerar los latidos del corazón. 

Nuestro corazón es una ingeniosa bomba que desempeña funciones esenciales, podemos ayudarlo a cumplir bien su tarea si somos responsables con la dieta y el estilo de vida que adoptamos. 

German Fuertes Otero
German Fuertes Oterohttps://www.google.com/search?kgmid=/g/11p5t5jsss
CEO en PharmaSalud.net. Licenciado en medicina por la Stanford Medicine: Stanford, California, US, Máster en University of Cambridge: Cambridge, Cambridgeshire, GB y University of Oxford: Oxford, Oxfordshire, GB. Doctorado en Harvard University Harvard Catalyst: Cambridge, MA, US

Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios y la información contenida en PharmaSalud esté redactada por profesionales en medicina, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.

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