Vigorexia: la obsesión por el músculo que puede llevar a graves problemas de salud

Actualizado el 27 de febrero de 2025 por Carlos José Belmonte López

La vigorexia, también conocida como dismorfia muscular, es un trastorno que afecta la imagen corporal de quienes lo padecen. Las personas que sufren esta alteración presentan una preocupación excesiva por su apariencia física y, en particular, por el aumento de su masa muscular, lo que las lleva a realizar prácticas peligrosas. Estas prácticas incluyen ejercicios extremos, dietas poco equilibradas y el uso de sustancias nocivas sin control médico, como esteroides, insulina e incluso hormonas. La facilidad con la que se pueden obtener estos productos en gimnasios y tiendas especializadas ha generado una alarma, como lo comentan expertos en un artículo reciente de la revista Medicina General y de Familia.

Manifestaciones habituales de la vigorexia

Los síntomas de la vigorexia se pueden observar en diversos escenarios. Un caso reportado por médicos de la Zona Básica de Salud Estepa, en Osuna (Sevilla), ejemplifica claramente los comportamientos característicos de esta enfermedad. Se trata de un joven varón de 19 años que acudió a consulta presionado por sus padres debido a su creciente irascibilidad y cambios de humor bruscos en los últimos dos o tres meses. Su comportamiento se tornó tan problemático que, en una ocasión, fue necesaria la intervención de la policía y servicios sanitarios tras un episodio de autolesiones y violencia.

En la consulta, el paciente mostró un comportamiento impulsivo y desafiante, lo que llevó a la necesidad de administrar medicación para calmarlo. Aunque no ha vuelto a experimentar crisis de tal severidad, su vida diaria se ha visto afectada por un estado permanente de irritabilidad y ansiedad. A pesar de que el joven niega el uso de drogas ilegales, sus padres están muy preocupados por su salud mental y emocional.

El aumento evidente de su masa muscular en comparación con meses anteriores fue un indicador clave del problema. Al hablar con el paciente, este admitió que desde hacía seis meses seguía una dieta estricta y asistía al gimnasio de manera regular. Sin embargo, tras un diálogo más abierto en una consulta posterior, donde se le preguntó sobre su vida, reveló que había abandonado casi todas sus actividades sociales y obligaciones cotidianas debido a su obsesión por el gimnasio, donde pasaba entre cinco y seis horas al día. Además, confesó el consumo de esteroides anabolizantes para mejorar sus resultados.

Rasgos psicológicos de la dismorfia muscular

La dismorfia muscular no solo afecta al cuerpo, sino que también tiene un gran impacto en la salud psicológica del individuo. Algunos de los rasgos psicológicos más comunes incluyen:

  • Tienen una imagen irreal de sí mismos: Se ven a sí mismos como poco atractivos o débiles, lo que les lleva a ser crítico constante con su apariencia física.
  • Obsesión por la figura: Pueden pasar horas mirándose al espejo, comparándose con otros e incluso pesándose varias veces al día.
  • Ejercicio excesivo: La práctica de deportes, especialmente de musculación, se convierte en una actividad adictiva que descuidan incluso tras sufrir lesiones.
  • Sentimientos de culpa: Estos individuos suelen sentirse culpables o irritados si no pueden ejercitarse o si alguien les critica por ello.
  • Aislamiento social: Poco a poco, abandonan sus actividades de ocio y sus relaciones familiares, tornándose más introvertidos.
  • Baja autoestima: Surgen sentimientos de soledad, fracaso y incomprensión hacia su entorno.
  • Rasgos narcisistas: En algunos casos, se observa un aumento del narcisismo, donde el individuo se centra casi exclusivamente en su cuerpo y su imagen.
  • Perfeccionismo extremo: Ambicionan cumplir estándares irrealizables en varias áreas, y esto se extiende fuera del ámbito del ejercicio.
  • Dificultades emocionales: Suelen presentar problemas para manejar sus emociones de forma adecuada.

Los profesionales de la salud han identificado la necesidad de intervenir en estos casos. Cuando los médicos sospechan de vigorexia, como fue el caso del paciente mencionado, suelen recomendar la referencia a servicios de salud mental para su tratamiento y evaluación.

La comunidad médica y los especialistas en salud mental hacen un llamado a la prevención y la concienciación sobre este trastorno. Es crucial que tanto las personas que lo padecen como sus familiares reciban la información y el apoyo necesarios para abordar este problema. La vigorexia no solo afecta la salud física, sino que también daña de manera significativa la salud emocional y mental del individuo.

La importancia de una intervención temprana y un enfoque integral, que incluya tanto la atención médica como el apoyo psicológico, es esencial para ayudar a quienes luchan con la vigorexia a recuperar el equilibrio en sus vidas y abordar sus preocupaciones correctamente.

Carlos José Belmonte López
Carlos José Belmonte Lópezhttps://www.google.com/search?kgmid=/g/11rcl91syn
Licenciado en farmacia por la Universidad CEU San Pablo y Máster en la Universidad Pontificia Comillas de Madrid. Doctorado y comprometido con la Salud Humana

Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios y la información contenida en PharmaSalud esté redactada por profesionales en medicina, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.

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