Adiós a la inactividad: el ejercicio diario mejora la memoria y la atención durante 24 horas según un nuevo estudio

Actualizado el 11 de diciembre de 2024 por Carlos José Belmonte López

Un estudio reciente ha puesto de relieve la importancia del ejercicio físico en la salud cerebral, especialmente en personas mayores. Este análisis, llevado a cabo por investigadores de la University College London, se centró en cómo el ejercicio físico regular no solo beneficia la salud física, sino también el rendimiento cognitivo, incluso hasta 24 horas después de realizar actividad física.

La investigación, publicada en el International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity, evaluó los efectos del ejercicio en adultos con edades comprendidas entre los 50 y 83 años. A diferencia de estudios anteriores que se enfocaban en los beneficios inmediatos del ejercicio, este análisis observó impactos a largo plazo en la memoria y la atención. Los investigadores utilizaron acelerómetros para medir la actividad física diaria de los participantes, así como su calidad de sueño.

El estudio incluyó a 76 adultos que no presentaban problemas cognitivos previos y consistió en un seguimiento de ocho días. Cada día, los participantes realizaban pruebas cognitivas en línea para evaluar su memoria, atención y velocidad de procesamiento. Los resultados fueron claros: cada 30 minutos adicionales de ejercicio moderado o vigoroso se asociaron con un aumento del 2% al 5% en las puntuaciones de memoria de trabajo al día siguiente. Sin embargo, este beneficio cognitivo dependía en parte de la calidad del sueño, ya que aquellos que dormían menos de seis horas no mostraban la misma mejora.

“La actividad física es buena para el cerebro, y un buen descanso potencia ese efecto”, comentó la Dra. Mikaela Bloomberg, investigadora principal del estudio. Este hallazgo refuerza la idea de que mantenerse activo es una manera simple y efectiva de conservar una mente aguda mientras se envejece.

Además, el estudio subrayó la importancia del sueño profundo, específicamente en la fase de ondas lentas, para fortalecer la memoria episódica, que es esencial para recordar eventos y experiencias pasadas. Esta información es vital, ya que resalta la interacción entre el ejercicio y el sueño en el mantenimiento de la función cognitiva.

La investigación destaca que las pruebas se realizaron en el entorno cotidiano de los participantes, lo que permitió observar de manera más precisa el impacto del ejercicio diario en su salud cognitiva. “Queríamos comprobar si los beneficios cognitivos del ejercicio podían durar más allá de unas pocas horas después de entrenar”, explicó Bloomberg. Los resultados mostraron que estos beneficios podían mantenerse hasta 24 horas después de hacer ejercicio.

Sin embargo, a pesar de estos resultados prometedores, los investigadores han indicado que hay preguntas aún sin responder. Por ejemplo, es fundamental realizar estudios adicionales en personas con deterioro cognitivo, especialmente en aquellos que padecen enfermedades como el Alzheimer o la demencia, para determinar si estos efectos también son aplicables a ellos.

Por otro lado, el coautor del estudio, el profesor Andrew Steptoe, enfatizó la importancia de mantener la función cognitiva a medida que se envejece: “Mantener la función cognitiva es clave para la calidad de vida y la independencia en la vejez. Identificar factores que puedan influir en la salud cerebral a diario es fundamental”.

Con un aumento del envejecimiento poblacional, estos hallazgos subrayan la importancia de adoptar un estilo de vida activo y equilibrado, especialmente en edades avanzadas. El ejercicio, además de sus bien conocidos beneficios para el corazón y los músculos, parece ser un aliado clave para mantener una mente despierta y saludable con el paso del tiempo.

El equipo de investigadores también reconoció que su estudio se centró en personas activas y saludables. Esto sugiere que los resultados podrían no aplicarse de igual manera a poblaciones más diversas o con menos hábitos saludables. Por lo tanto, continuar investigando en diferentes grupos demográficos será crucial para comprender completamente cómo el ejercicio puede beneficiar a la salud cerebral en diversas circunstancias.

En resumen, la actividad física y el sueño de calidad son dos componentes vitales que pueden desempeñar un papel fundamental en la preservación de la salud cognitiva a medida que envejecemos. ¿Qué mejor momento que ahora para incorporar el ejercicio regular y un buen descanso en nuestra rutina diaria?

Carlos José Belmonte López
Carlos José Belmonte Lópezhttps://www.google.com/search?kgmid=/g/11rcl91syn
Licenciado en farmacia por la Universidad CEU San Pablo y Máster en la Universidad Pontificia Comillas de Madrid. Doctorado y comprometido con la Salud Humana

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