Actualizado el 30 de noviembre de 2024 por Carlos José Belmonte López
Colombia, localizada en una de las regiones más sísmicamente activas del mundo, enfrenta un constante riesgo de sismos. La reciente actividad sísmica en el país llama la atención sobre la necesidad de comprender mejor estas fenómenos y su impacto.
Un vistazo a la actividad sísmica reciente
Un sismo de magnitud 3.2 se sintió el 30 de noviembre en el municipio de Los Santos, en el departamento de Santander, según el Servicio Geológico Colombiano (SGC). Este movimiento telúrico inició a las 05:57 (hora local) y tuvo una profundidad de 151 kilómetros, con coordenadas de latitud 6.8414 y longitud -73.1462.
Es importante resaltar que la información proporcionada por el SGC es preliminar y puede estar sujeta a cambios en la magnitud o la ubicación del temblor. Las mediciones precisas son cruciales para entender la magnitud del riesgo y la manera de prepararse ante futuros eventos.
La clasificación de los sismos en Colombia
En Colombia, los sismos se miden utilizando la Escala Macrosísmica Europea (EMS-98). Esta escala varía de 2 a sobre 7 grados en términos de intensidad. Un nivel 2 se describe como "apenas sentido" por pocas personas, mientras que el nivel 3 es "sentido levemente", donde algunos objetos pueden moverse ligeramente.
El nivel 4, por ejemplo, se considera como "sentido ampliamente", afectando considerablemente a quienes están dentro de edificaciones, con vibraciones en ventanas y platos. Cuando la intensidad alcanza el nivel 5, se describe como "sentido fuertemente" donde objetos pequeñas se desplazan y se pueden observar leves grietas en edificios.
Además, conforme se incrementa la magnitud, la intensidad 6 implica un daño leve, donde algunas personas pueden perder el equilibrio y varios objetos caen. En los niveles 7 y superiores, se empieza a registrar daños severos, lo que podría resultar en colapsos de estructuras débiles.
Colombia y su ubicación en el Cinturón de Fuego del Pacífico
Colombia está considerada un país de alto riesgo sísmico. Esto es debido a su ubicación en el Cinturón de Fuego del Pacífico, que alberga alrededor del 75% de los volcanes del mundo y concentra casi el 80% de los temblores más fuertes globalmente. Este Cinturón, conocido también como Anillo de Fuego, abarca una amplia área geográfica que incluye del oeste de América del Sur hasta Japón y Nueva Zelanda.
En Colombia, se localiza en dos áreas de subducción, donde se encuentran las placas de Nazca y Sudamericana, así como la placa del Caribe. Esta interacción tectónica es la razón principal por la que el país experimenta frecuentes temblores.
Las áreas más afectadas
Dentro de Colombia, los departamentos de Nariño, Chocó, Caldas y Santander son los más propensos a la actividad sísmica. En particular, Los Santos, se destaca como la segunda zona más sísmica del mundo, lo que resalta la gravedad de la situación en estas regiones.
Contexto histórico de la actividad sísmica en Colombia
La historia sísmica de Colombia se caracteriza por eventos devastadores. Por ejemplo, el sismo y tsunami de 1906 en la provincia de Esmeraldas, Ecuador, provocó un tsunami que dejó 1,500 muertos. Las olas alcanzaron hasta cinco metros y afectaron la región de Tumaco, en Colombia.
Otro evento significativo fue el terremoto de Páez en 1994, con una magnitud de 6.4, que ocasionó la muerte de aproximadamente 800 personas. Este sismo es considerado el segundo más mortífero en el país. Asimismo, el Eje Cafetero de 1999, con una magnitud de 6.2, dejó más de mil personas fallecidas y causó daños en infraestructuras y fincas cafeteras.
Recapitulando los eventos históricos más relevantes
- Ecuador-Colombia de 1868: Dos temblores en la frontera lastimaron a miles, dejando unas 70,000 víctimas.
- Terremoto de Cúcuta de 1875: Más de 3,000 víctimas y daños en toda Colombia.
- Sismo y tsunami de 1906: Destrucción y numerosas víctimas en Tumaco.
- Terremoto de Páez de 1994: Causó alrededor de 800 muertes.
- Eje Cafetero de 1999: Considerado el más devastador en la historia reciente de Colombia.
Con toda esta información, es claro que la población debe estar preparada y consciente de los riesgos que enfrentan a diario. La educación sobre cómo actuar ante un sismo puede ser la diferencia entre la vida y la muerte, y constituye una prioridad en las políticas de prevención del país.
La actividad sísmica de Colombia no solo es un recordatorio de los peligros naturales que enfrentan sus habitantes, sino que también subraya la importancia de la preparación y la educación para mitigar estos riesgos. Este conocimiento puede ayudar a la población a estar en un estado de alerta y a actuar de manera efectiva durante un evento sísmico.