Actualizado el 8 de enero de 2025 por Carlos José Belmonte López
La idea de caminar 10.000 pasos al día se ha convertido en un objetivo común para quienes buscan mejorar su salud. Sin embargo, esta cifra ampliamente promovida carece de un respaldo científico sólido y tiene su origen en una estrategia comercial de hace más de medio siglo. Algunas investigaciones señalan que un número menor de pasos puede proporcionar la mayoría de los beneficios asociados con la actividad física, desmitificando así la meta que perduró durante décadas. De acuerdo con esta nueva perspectiva, se han resaltado cifras más ajustadas a la evidencia científica.
El origen de un estándar comercial
El concepto de los 10.000 pasos diarios se remonta a Japón en la década de 1960. En aquel momento, un podómetro llamado manpo-kei, que se traduce como “medidor de 10.000 pasos”, fue lanzado como parte de una campaña publicitaria en torno a los Juegos Olímpicos de Tokio. La intención detrás de este dispositivo era fomentar un objetivo que superara el promedio de 5000 a 6000 pasos diarios que caminaba la población japonesa en aquel entonces. Desde entonces, esta cifra se ha convertido en un símbolo de actividad física ideal.
La cifra carece de respaldo científico sólido y su origen fue más comercial que médico (Imagen Ilustrativa Infobae)
Perspectivas modernas sobre la actividad física
Según el doctor Elroy Aguiar, profesor asistente de ciencias del ejercicio en la Universidad de Alabama, la elección del número fue más aspiracional que científica. “Elegir 10.000 es una gran meta porque está un poco por encima de la media. Si realizas una caminata de 30 minutos, probablemente sumarás unos 3000 pasos adicionales, lo que te acercaría a ese objetivo”, subrayó el especialista. Esta decisión influyó en el diseño de investigaciones y dispositivos tecnológicos actuales, a medida que se adoptó como un estándar de referencia en todo el mundo, gracias a su simplicidad y facilidad para recordar.
Con el paso del tiempo, numerosas empresas de tecnología, incluidos los fabricantes de rastreadores de actividad física, establecieron esta meta como predeterminada en sus dispositivos, perpetuando su popularidad. Sin embargo, aunque muchos estudios adoptaron este mensaje temprano, no es algo negativo. Hacer más pasos en lugar de menos siempre será recomendable, aunque la ciencia actual indica que menos de 10.000 pasos son suficientes para mejorar significativamente la salud.
Replanteando el objetivo de pasos
La cifra de los 10.000 pasos, aunque resulte arbitraria, ha demostrado ser notablemente duradera. Su impregnación radica en su simbolismo y en el impulso que generó para que más personas adoptaran el hábito de caminar como parte de su rutina diaria. Investigaciones recientes, como la realizada por la Universidad de Granada en España, han invitado a replantear este objetivo, sugiriendo que una menor cantidad de pasos puede ser más realista y suficiente para la mayoría de las personas.
Por ejemplo, en las últimas décadas se ha demostrado que caminar entre 7.000 y 8.000 pasos al día es suficiente para reducir significativamente los riesgos de mortalidad, enfermedades cardiovasculares y cáncer. Esto sugiere que los beneficios para la salud pueden alcanzarse con menos esfuerzo del que históricamente se ha promovido.
Los hallazgos recientes sobre la salud y la actividad física
Además de las cifras intermedias, un meta-análisis publicado en 2023 por el European Journal of Preventive Cardiology identificó un umbral aún más bajo. Según el estudio, caminar al menos 3867 pasos diarios es suficiente para experimentar una disminución significativa en la mortalidad por cualquier causa. Este hallazgo resulta crucial para personas con limitaciones físicas o estilos de vida muy sedentarios, ya que subraya que incluso pequeñas dosis de actividad diaria pueden generar cambios sustanciales en la salud.
Sin embargo, el aumento progresivo de pasos diarios se asocia con mayores beneficios. No obstante, los estudios también indican que existe un punto de rendimientos decrecientes. Una vez alcanzados los 8000 pasos diarios, las ganancias adicionales se vuelven marginales. Esto no implica que caminar más sea perjudicial, sino que los esfuerzos para superar esta cifra pueden no traducirse en mejoras proporcionales a los incrementos.
Conclusión sobre la actividad diaria
Esta noción científica también concuerda con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que sugiere alcanzar 150 minutos de actividad física moderada o 75 minutos de actividad intensa por semana. Esto equivale aproximadamente a caminar entre 7000 y 8000 pasos diarios. Con estos datos se refuerza la idea de que la actividad física debe adaptarse a las posibilidades individuales, sin forzar objetivos que podrían resultar desalentadores.
Así, el enfoque de caminar puede ser más inclusivo, animando a las personas a adoptar estilos de vida más activos sin la presión de alcanzar cifras arbitrarias que pueden no ser necesarias para todos.