Actualizado el 7 de enero de 2025 por Carlos José Belmonte López
El ayuno intermitente ha cobrado gran popularidad como una estrategia para mejorar la salud física y mental. Sin embargo, su combinación con rutinas de ejercicio intenso plantea una serie de interrogantes que la comunidad científica empieza a abordar. Recientemente, un informe de The Independent destacó que los efectos del ayuno intermitente sobre el cuerpo y la mente pueden variar significativamente entre individuos, dependiendo de factores como su estilo de vida, fisiología y niveles de estrés.
¿Qué es el ayuno intermitente?
A través del ayuno intermitente, se proponen períodos prolongados sin ingerir alimentos, lo que permite al organismo recurrir a sus reservas internas de energía. Muchos de sus seguidores creen que esta práctica facilita un metabolismo más eficiente y una mayor claridad mental. Entre los múltiples beneficios que se le atribuyen, se encuentran la mejora en la concentración y un control más efectivo del peso que, en conjunto, lo posicionan como una opción popular para quienes buscan mejorar su bienestar.
La relación entre ayuno y ejercicio
Sin embargo, al introducir el ejercicio en la ecuación del ayuno intermitente, la situación se complica. Los entrenamientos, sobre todo los de alta intensidad, requieren un nivel considerable de energía que el cuerpo puede no ser capaz de proporcionar durante períodos de ayuno prolongado. Esta falta de combustible puede generar una interacción compleja entre las reservas energéticas del organismo y las demandas físicas, lo que puede resultar en fatiga, desbalances hormonales o, en casos extremos, pérdida de masa muscular.
La Dra. Stacy Sims, experta en ciencias nutricionales, enfatiza que el ayuno intermitente podría ser especialmente útil para personas con un estilo de vida sedentario o aquellos con problemas metabólicos. Sin embargo, advierte que no se obtienen beneficios adicionales al combinar esta práctica con ejercicios intensos. De hecho, señala que para las mujeres, esta combinación puede ser incluso perjudicial, afectando su rendimiento físico y salud general.
El impacto del ayuno sobre la salud hormonal
Un estudio publicado en Frontiers in Endocrinology resalta la importancia de la neuropeptida kisspeptina, que juega un rol clave en la regulación de las hormonas sexuales, el apetito y los niveles de glucosa en el cuerpo. La Dra. Sims destaca que esta sustancia es especialmente sensible en las mujeres, hecho que las hace más vulnerables a los efectos del ayuno. Cuando el organismo detecta una falta de nutrientes, especialmente carbohidratos, se reduce la estimulación de la kisspeptina, lo que puede incrementar el apetito y disminuir la sensibilidad a la insulina, con el riesgo de desarrollar problemas metabólicos como intolerancia a la glucosa.
Ejercicio en ayunas: ¿Es adecuado para todos?
Los entrenadores coinciden en que no todos los ejercicios son adecuados para ser realizados en ayuno. Edwina Jenner, entrenadora personal, sugiere que actividades de bajo impacto como yoga o pilates son generalmente seguras para practicar sin haber comido previamente, dado que requieren menos energía. En contraste, sesiones de fuerza o de alta intensidad necesitan de una adecuada ingesta de nutrientes previa para optimizar el rendimiento y evitar la fatiga prematura.
La falta de energía no solo dificulta completar los ejercicios de manera efectiva, sino que también puede prolongar el tiempo necesario para alcanzar objetivos físicos. Jenner afirma que muchas personas que intentan entrenar en ayuno reportan sentirse fatigadas y desmotivadas, lo que a su vez puede perjudicar su rendimiento general. Es crucial que cada individuo considere su propio cuerpo y energía antes de decidir entrenar en estas condiciones.
Conclusión: Infórmate y escucha a tu cuerpo
La discusión sobre la compatibilidad entre el ayuno intermitente y el ejercicio es activa y multidimensional. Mientras que algunos estudios sugieren que esta combinación puede ofrecer beneficios en situaciones específicas, otros advierten sobre los riesgos asociados. En definitiva, es importante que las decisiones sobre practicar ejercicio en ayunas se basen en un conocimiento claro del propio cuerpo y sus necesidades energéticas, teniendo en cuenta que no todas las personas reaccionan de la misma manera ante estas prácticas.