Actualizado el 22 de marzo de 2025 por Carlos José Belmonte López
La investigación llevada a cabo por el Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (IBIMA) ha abierto nuevas puertas en el campo del ejercicio físico y la salud. Este estudio demuestra que realizar ejercicio por la tarde puede ser más beneficioso para mantener niveles saludables de glucosa. Publicados en el Journal of the International Society of Sports Nutrition, estos resultados ofrecen perspectivas nuevas para prevenir y manejar enfermedades como la diabetes tipo 2 y la obesidad.
La importancia de la cronobiología en el ejercicio
Una de las claves de esta investigación es la comprensión de la cronobiología, una disciplina que estudia la forma en que los ritmos biológicos del cuerpo humano se alinean con las fluctuaciones externas, como el ciclo del día y la noche. Estos ritmos, guiados por el reloj biológico en el cerebro, influyen en diversas funciones corporales como el sueño, la secreción de hormonas y el metabolismo.
El influjo del momento del día en el metabolismo
La relación entre la cronobiología y el metabolismo del azúcar sugiere que el momento del día puede afectar la forma en que el cuerpo utiliza y procesa la glucosa. Esto tiene grandes implicaciones para la salud metabólica y la prevención de problemas de salud como la diabetes tipo 2 y la obesidad.
Resultados de la investigación
La investigación se llevó a cabo con un grupo de 23 participantes sanos, quienes realizaron ejercicios tanto en la mañana como en la tarde. Según Francisco Tinahones, uno de los investigadores del IBIMA y coautor del estudio, se descubrió que el momento del día y el tipo de actividad física tienen un impacto significativo en la regulación de los niveles de azúcar en sangre.
Es importante destacar que durante esta investigación, se observó que el ejercicio aeróbico produce efectos más moderados en comparación con el ejercicio anaeróbico, que genera cambios más notables en los niveles de glucosa a corto plazo. Además, se identificó que realizar ejercicio por la tarde podría ser más ventajoso debido a las variaciones en la sensibilidad a la insulina y el uso de glucosa de acuerdo con los ritmos circadianos.
Un enfoque personalizado para la salud
La consideración tanto del tipo de ejercicio como del momento en que se realiza puede ser crucial para diseñar estrategias de medicina personalizada orientadas a prevenir y manejar enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2. Esto es lo que apunta Mora Murri, investigadora del Instituto de Salud Carlos III, lo que implica que cada paciente debe recibir una atención adaptada a sus características individuales.
Ejercicio matutino y sus beneficios
Estudios previos han respaldado que la actividad física realizada en las horas vespertinas o nocturnas puede ser más efectiva que el ejercicio matutino en la mejora de parámetros metabólicos como el control glucémico y la presión arterial. Sin embargo, otros trabajos han mostrado que el entrenamiento matutino podría ser más beneficioso en términos de pérdida de peso. Esto sugiere que las diferencias en efectividad pueden estar relacionadas con variaciones en el equilibrio energético y la regulación del apetito.
Hoy en día, el ejercicio físico constituye la base del tratamiento para la obesidad y sus complicaciones. Además de ajustar los entrenamientos al momento del día, es fundamental que también se adecuen a las características individuales de cada paciente, como su condición física y estado psicológico. Esto es necesario para mejorar tanto la efectividad del tratamiento como la adherencia al ejercicio.
Necesidad de más investigaciones
A pesar de los hallazgos alentadores, el equipo de investigación enfatiza la necesidad de realizar ensayos clínicos a gran escala y a largo plazo para validar estos resultados y determinar su aplicabilidad en la práctica clínica.
Aportaciones diversas al estudio
Este trabajo no solo ha contado con la participación del IBIMA, sino que también ha colaborado el Hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria, la Universidad de Málaga del Área de Educación Física y Deportiva, y el Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER), especializado en la fisiopatología de la obesidad y la nutrición así como en enfermedades cardiovasculares, todos vinculados al Instituto de Salud Carlos III (ISCIII).