Actualizado el 7 de marzo de 2025 por Carlos José Belmonte López
El ejercicio físico se ha convertido en una herramienta esencial para mejorar nuestra salud, especialmente para fortalecer el corazón y el sistema circulatorio. Sin embargo, muchos todavía se preguntan cuál es la mejor forma de ejercitarse, sobre todo ante la amplia gama de opciones disponibles. Desde clases de ciclo hasta sesiones de CrossFit, el acceso a diferentes alternativas en España facilita la transición a un estilo de vida más activo.
Preguntas en la investigación
En este contexto, el cardiólogo José Abellán compartió un vídeo en redes sociales analizando un estudio reciente que aborda la cuestión de la cantidad versus la intensidad del ejercicio. Se replantea la pregunta: «¿Es más beneficioso hacer mucho ejercicio a intensidad moderada o menos, pero a alta intensidad?» Este análisis se fundamenta en un estudio que involucró a más de 7,500 pacientes, publicado en la revista European Journal of Preventive Cardiology.
Detalles del estudio
Para evaluar esta cuestión, los investigadores proporcionaron pulseras de actividad a los participantes, lo que les permitió medir tanto la intensidad como el volumen de ejercicio realizado. Los hallazgos fueron claros: una mayor cantidad de ejercicio, ya sea en términos de volumen o intensidad, estaba asociada con una menor tasa de mortalidad prematura y eventos cardiovasculares.
Intensidad vs. Volumen
A pesar de estos resultados positivos en relación con el ejercicio, Abellán profundiza en la comparación de ambas variables. En su análisis, menciona que, aunque tanto el volumen como la intensidad del ejercicio contribuyen a reducir el riesgo cardiovascular, la intensidad tiene un impacto más pronunciado. «La intensidad disminuye mucho más el riesgo de muerte o un evento cardiovascular», señala. Esto es especialmente evidente en personas mayores, quienes pueden beneficiarse aún más de este tipo de ejercicio.
Limitaciones a considerar
No obstante, el cardiólogo también advierte sobre una limitación crucial del estudio: la posibilidad de que las personas que realizan ejercicio de alta intensidad sean inherentemente más saludables en general. «Podría ser que la gente que hace ejercicio de alta intensidad sea la que está en mejores condiciones. Aquellos en peores condiciones tal vez no pueden practicar ejercicio intenso, lo que influye en los resultados», aclara Abellán.
Un enfoque equilibrado
A pesar de esta limitación, el cardiólogo refuerza la utilidad del estudio. Afirma que mantener una rutina de ejercicio de alta intensidad a lo largo de la vida puede ser lo más beneficioso. Sin embargo, también enfatiza que «cualquier actividad física regular es beneficiosa», independientemente de su naturaleza o duración.
Conclusiones sobre el ejercicio
En conclusión, el ejercicio se muestra más efectivo cuando se realiza a intensidades superiores, incluso si es menos frecuente. Abellán concluye que, aunque la intensidad es clave, lo fundamental es adoptar un estilo de vida activo. En este sentido, la actividad física que más nos guste será la que nos ayude a mantenernos en movimiento y a no abandonar el hábito a lo largo del tiempo.
Por lo tanto, este análisis no solo brinda claridad sobre la importancia de la intensidad en el ejercicio, sino que también refuerza la idea de que es crucial encontrar una forma de actividad que se adapte a nuestras preferencias y estilos de vida, asegurando así que el ejercicio se convierta en una parte integral de nuestra rutina diaria.