Actualizado el 17 de marzo de 2025 por Carlos José Belmonte López
Un estudio reciente ha revelado que el horario en que se realiza ejercicio puede influir en aspectos como la pérdida de peso, la calidad del sueño y el control del azúcar en sangre. Sin embargo, expertos coinciden en que la verdadera clave para obtener resultados efectivos no radica en la hora, sino en la consistencia con la que se lleva a cabo la actividad física.
¿Cuándo es el mejor momento para ejercitarse?
Tres entrenadores certificados, consultados por el medio especializado Eating Well, coincidieron en que el mejor momento para hacer ejercicio es aquel que se puede mantener de manera constante, adaptándose a las necesidades y rutinas de cada persona. A pesar de las diferencias en horarios, hay un consenso general en que encontrar un momento que se adapte a la vida de cada individuo es esencial para lograr una rutina exitosa.
Por otro lado, es importante mencionar que, aunque algunos estudios sugieren ligeras ventajas de entrenar en ciertos momentos del día, no hay un consenso científico definitivo sobre cuál es el horario óptimo para perder peso. Jenna Braddock, nutricionista de alto rendimiento y entrenadora personal, comentó que algunos estudios favorecen el ejercicio matutino, mientras que otros destacan los beneficios de hacer actividad por la tarde o noche. Sin embargo, enfatizó que el ejercicio solo es efectivo si se realiza de manera regular.
Beneficios de entrenar por la mañana
Entrenar por la mañana puede ser una opción favorable para quienes buscan establecer una rutina antes de enfrentar las actividades del día. Según Carroll, realizar actividad física a primera hora puede fomentar una mentalidad saludable, lo que podría traducirse en mejores decisiones alimenticias y de estilo de vida a lo largo del día.
Además, Elizabeth Shaw, dietista colegiada y entrenadora personal, explicó que el ejercicio matutino libera endorfinas, lo que genera una sensación de bienestar que puede influir positivamente en el resto de la jornada. Un estudio citado por Braddock reveló que las personas que entrenaban regularmente por la mañana lograron perder más peso en comparación con quienes lo hacían en otros horarios. Esto también se relacionaba con la reducción en el tamaño de cintura y un índice de masa corporal (IMC) más bajo.
Otro aspecto destacado por los entrenadores es la estrategia de entrenar en ayunas, que es común entre quienes prefieren ejercitarse temprano. Esta práctica puede ayudar al cuerpo a utilizar sus reservas de grasa como fuente de energía, lo que podría favorecer la pérdida de grasa corporal. Sin embargo, Shaw advirtió que este enfoque también podría tener desventajas, como la pérdida de masa muscular a largo plazo, afectando así la capacidad del cuerpo para quemar calorías en reposo.
Ventajas de ejercitarse por la tarde o noche
Para aquellos que no pueden entrenar por la mañana, el ejercicio vespertino o nocturno también ofrece beneficios significativos. Según investigaciones, la fuerza muscular alcanza su punto máximo entre las 16 y las 20 horas, lo que podría facilitar entrenamientos más efectivos, especialmente en actividades como el levantamiento de pesas. Entrenar al final del día puede ser menos apresurado y más relajante, aumentando la probabilidad de disfrutar de la actividad física y mantenerla como un hábito.
Carroll también destacó que el ejercicio en estas horas puede ser un excelente liberador de estrés, ayudando a las personas a desconectarse de las tensiones acumuladas durante el día. Además, el ejercicio nocturno puede contribuir a mejorar la calidad del sueño, siempre y cuando no se realice justo antes de acostarse.
Un estudio adicional reveló que el ejercicio aeróbico moderado o vigoroso realizado por la noche se asocia con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares y mortalidad en adultos con obesidad. Este hallazgo refuerza la importancia de mantenerse activo independientemente del horario. Además, algunos médicos han señalado que hacer ejercicio por la tarde o noche puede ayudar a controlar mejor la diabetes, lo que es un aspecto importante a considerar para quienes padecen esta enfermedad.
Consistencia: el verdadero factor determinante
A pesar de las diferencias en beneficios asociados a los distintos horarios, los expertos coinciden en que el factor más importante es la constancia. Aunque el ejercicio matutino puede ofrecer ciertas ventajas, muchas personas encuentran más práctico entrenar por la tarde o noche debido a sus horarios laborales o personales.
Asimismo, es esencial encontrar un momento que se ajuste a las necesidades individuales, permitiendo mantener una rutina constante. Los beneficios del ejercicio se extienden mucho más allá de la pérdida de peso, impactando positivamente en la salud general y el bienestar.
En conclusión, la elección del horario para ejercitarse debe ser personal y adaptarse a la vida diaria. Cualquiera sea la elección, lo que realmente importa es mantener una práctica regular, ya que el ejercicio es fundamental para preservar una buena salud y mejorar la calidad de vida.