Adiós al músculo esquelético: la clave para prevenir la demencia según investigadores de Johns Hopkins

Actualizado el 4 de diciembre de 2024 por Carlos José Belmonte López

El músculo esquelético juega un papel crucial en la salud general del cuerpo, representando alrededor de un tercio del peso corporal de una persona. A medida que envejecemos, es común observar un encogimiento en la masa muscular, lo que ha llevado a investigadores a explorar su vínculo con el deterioro cognitivo, incluido el riesgo de demencia.

La relación entre pérdida muscular y demencia

Un estudio reciente sugiere que mantener la musculatura puede ser una forma efectiva de ayudar a prevenir la demencia. La coautora principal del estudio, Marilyn Albert, profesora de neurología en la Universidad Johns Hopkins, destacó que “los adultos mayores con músculos esqueléticos más pequeños tienen alrededor de un 60 % más de probabilidades de desarrollar demencia cuando se ajustan por otros factores de riesgo conocidos”.

En una reunión anual de la Sociedad Radiológica de América del Norte celebrada en Chicago, el equipo de Albert presentó sus hallazgos, que revelan que el músculo esquelético tiende a disminuir con el tiempo. Esta reducción no solo afecta la fuerza física, sino que también puede impactar la salud del cerebro.

Investigación sobre el músculo temporal

Para entender cómo la pérdida de masa muscular podría estar relacionada con la salud cerebral, los investigadores se concentraron en el músculo temporal, un músculo asociado con el movimiento de la mandíbula. Esta elección no es arbitraria, ya que se ha establecido que la reducción en este músculo puede reflejar una pérdida más amplia de músculo esquelético en el cuerpo.

El autor principal del estudio, Dr. Kamyar Moradi, investigador postdoctoral en radiología en Hopkins, mencionó que medir el tamaño del músculo temporal podría ser un indicador valioso del estado general del músculo esquelético. “Medir el tamaño del músculo temporal como un indicador potencial del estado generalizado del músculo esquelético ofrece una oportunidad para la cuantificación del músculo esquelético”, explicó Moradi durante la conferencia.

Metodología del estudio

El equipo de investigación examinó escáneres cerebrales de 619 personas, cuyo promedio de edad era de 77 años. A partir de estos escaneos, se dividieron a los participantes en dos grupos: aquellos con músculos temporales más grandes y aquellos con músculos más pequeños. Los resultados fueron llamativos: aquellos con un músculo temporal más pequeño presentaron una probabilidad significativamente mayor de ser diagnosticados con la enfermedad de Alzheimer.

Además, los investigadores encontraron que los músculos temporales más pequeños se asociaban con un mayor riesgo de problemas de memoria y un deterioro en la “actividad funcional” de los pacientes. Esta correlación sugiere que la atrofia muscular podría estar relacionada con procesos más amplios de declive cerebral.

Implicaciones y recomendaciones

Es importante señalar que el estudio no se diseñó para probar causalidades. En cambio, se centró en cómo las reducciones en el músculo esquelético están asociadas con la demencia. Como estos hallazgos se presentaron en una reunión médica, deben considerarse preliminares hasta su publicación en una revista revisada por pares.

Aunque los resultados son aún iniciales, el coautor principal del estudio, Dr. Shadpour Demehri, profesor de radiología, enfatizó la importancia de reconocer la pérdida muscular. “Una vez que una persona sabe que está perdiendo músculo vital, puede usar el entrenamiento con pesas, la dieta y otros medios para controlar esa pérdida”, afirmó Demehri. Estas intervenciones no solo podrían ayudar a frenar la disminución de la musculatura, sino que también podrían contribuir a reducir el riesgo de deterioro cognitivo y demencia.

Conclusiones finales

En resumen, el músculo esquelético no solo es fundamental para la movilidad física, sino que también tiene implicaciones significativas para la salud cerebral. El mantenimiento de una musculatura adecuada podría ser clave en la lucha contra la demencia y el deterioro cognitivo. Por ello, es recomendable que los adultos mayores incorporen ejercicios de resistencia y una dieta equilibrada en su rutina diaria, no solo para mejorar su fuerza física, sino también para proteger su salud mental y cognitiva a largo plazo.

* Más información sobre la prevención de la enfermedad de Alzheimer se puede encontrar en el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de EE.UU.

Carlos José Belmonte López
Carlos José Belmonte Lópezhttps://www.google.com/search?kgmid=/g/11rcl91syn
Licenciado en farmacia por la Universidad CEU San Pablo y Máster en la Universidad Pontificia Comillas de Madrid. Doctorado y comprometido con la Salud Humana

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