Actualizado el 4 de marzo de 2025 por Carlos José Belmonte López
La obesidad y el sobrepeso son problemas que no solo afectan la estética de las personas, sino que también tienen repercusiones serias en la salud. En Colombia, se estima que casi el 60 % de la población enfrenta estas condiciones, evidenciado por datos de la Asociación Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo. Este alarmante panorama ha llevado a muchos especialistas a considerar la obesidad como un problema de salud pública urgente que requiere un enfoque multidisciplinario.
La urgencia de un cambio en los hábitos
Existen medidas prácticas que pueden ayudar a las personas a abordar el sobrepeso. Por ejemplo, dejar de consumir salsas, beber más agua y caminar al menos treinta minutos al día—sin incluir el tiempo que se gasta yendo al trabajo—son algunos consejos que podrían facilitar la pérdida de esos kilos de más que pueden poner en riesgo la salud.
Por otro lado, es fundamental considerar que adoptar hábitos saludables podría disminuir el riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles en un 30 %, como ha señalado Camilo Domínguez, especialista en epidemiología de la Universidad del Rosario. En una reciente entrevista, enfatizó la importancia de la concienciación individual sobre el autocuidado y cómo esta puede ser clave en la lucha contra la obesidad.
Datos preocupantes a nivel mundial
A nivel global, un análisis alarmante estima que para el año 2050, más de la mitad de los adultos y un tercio de los menores presentarán sobrepeso u obesidad. Este hallazgo proviene de un estudio sobre la carga global de enfermedades (GBD), publicado en la revista médica The Lancet. La investigación, que abarca datos de 204 países, incluida Colombia, ha generado una alerta sobre la necesidad de que los gobiernos implementen medidas efectivas para combatir esta creciente crisis de salud.
La profesora Emmanuela Gakidou, del Institute for Health Metrics and Evaluation de la Universidad de Washington y autora principal del estudio, describió la situación como un “fracaso social monumental”. Esto subraya la importancia de que los sistemas de salud pública utilicen los datos recopilados para identificar poblaciones vulnerables y actuar de inmediato.
Importancia de la prevención y políticas públicas
El estudio global resalta que, en las últimas tres décadas, ha habido un aumento constante en la prevalencia del sobrepeso y la obesidad. Según los investigadores, esta tendencia refleja cambios significativos en los hábitos alimenticios y en el estilo de vida, así como factores sociales y económicos. Sin medidas pronto, se podrían enfrentar consecuencias devastadoras para la salud pública y los sistemas sanitarios.
Además, Domínguez argumentó que el problema de la obesidad no debe ser abordado únicamente a través de la alimentación. Es crucial tener en cuenta la salud mental y la implementación de políticas públicas dirigidas a la prevención. Según él, esto también debe incluir medidas académicas que resalten la importancia de educar sobre un estilo de vida saludable desde la niñez.
El rol del IMC y las complejidades de la salud
Este informe utilizó el índice de masa corporal (IMC) como una medida estándar para evaluar el peso y la altura de las personas. Aunque el IMC es una herramienta común, es importante aclarar que no captura todos los aspectos de la salud metabólica. Esto puede llevar a una subestimación o sobrestimación de los riesgos asociados al sobrepeso y la obesidad.
Un dato revelador es que el 64% de la población adulta en Colombia tiene un IMC que indica sobrepeso u obesidad. Es esencial entender que el IMC solo ofrece una imagen parcial de la salud de una persona y que se necesita una evaluación más completa que tome en cuenta otros factores como la genética, el estado físico y la salud mental.
Compromiso y responsabilidad colectiva
Conmemorando el Día Mundial de la Obesidad el 4 de marzo, la Universidad del Rosario ha hecho un llamamiento a la acción. Se busca promover estilos de vida saludables y expandir la información sobre esta problemática en el país. Es evidente que no podemos quedarnos de brazos cruzados ante esta crisis. Cada individuo juega un papel crucial en su salud, y el cambio comienza desde la conciencia personal.
En conclusión, la lucha contra el sobrepeso y la obesidad requiere un enfoque comprometido y colectivo. Desde medidas individuales hasta políticas públicas eficaces, la colaboración entre la sociedad y el gobierno es esencial para frenar esta preocupante tendencia. Hacer cambios en nuestra vida diaria puede ser un primer paso significativo hacia un entorno donde la salud y el bienestar sean la norma, y no la excepción.
Mantenerse informado y activo es clave; al final del día, nuestra salud es nuestra responsabilidad.
