Actualizado el 3 de diciembre de 2024 por Carlos José Belmonte López
Reducción del consumo de tabaco en España
En menos de 30 años, España ha logrado disminuir en un 10% el consumo de tabaco. La Encuesta sobre alcohol y otras drogas en España (EDADES), publicada recientemente, revela que los fumadores han caído a mínimos históricos: un 36,8% de la población declara haber fumado en el último año, lo que significa un descenso del 2,2% en comparación con 2022. Este cambio ha sido impulsado no solo por la concienciación sobre los riesgos del tabaco, sino también por el aumento de políticas públicas centradas en la salud.
Aumento del consumo de alcohol
A pesar de la reducción en el uso de tabaco, los datos del Ministerio de Sanidad reflejan una situación preocupante en torno al alcohol. La ingesta permanece estable, con un 92,9% de la población española que ha bebido en algún momento de su vida y un 63,5% que ha consumido alcohol en el último mes. Sin embargo, el consumo intensivo ha experimentado una leve disminución, pasando del 16,7% en 2022 al 14,7% en 2024, lo que sugiere una posible mejora en la percepción sobre los riesgos del consumo excesivo.
Vínculo entre percepción de riesgos y consumo
La percepción de riesgo es un aspecto crucial en la reducción del consumo de sustancias adictivas. En este sentido, el 92,7% de la población considera peligroso fumar diariamente. Este nivel de percepción es aún más alto para las sustancias ilegales, donde un 93,4% siente que presentan riesgos significativos. En contraste, solo el 52,8%Consumo de cannabis y nuevas tendencias
El cannabis se mantiene como la sustancia ilegal más consumida en el país. Aproximadamente el 43,7% de la población ha probado cannabis en algún momento, siendo más frecuente entre los hombres, con un 51,3% de prevalencia. Aunque el consumo diario y problemático ha disminuido, se ha incrementado el uso ocasional, con un 12,6% de la población que lo ha consumido en el último año, un aumento de 2% respecto a 2022.
Además, se ha observado un cambio en la forma de obtener cannabis. Ya no se importa principalmente, sino que se cultiva en el país. Esto ha llevado a que más personas lo obtengan a través de amigos o clubes de cannabis, reforzando la idea de un consumo más social y menos clandestino.
Transformaciones en el uso de dispositivos de consumo
Un aspecto destacado en la evolución del consumo de nicotina es el auge de los cigarrillos electrónicos. Su utilización ha crecido, duplicándose en cuatro años. Un 19% de la población ha probado estos dispositivos, aunque se ha visto que cada vez más personas los utilizan no solo para dejar de fumar, sino para volver a un hábito de consumo, lo que resalta un cambio en las dinámicas del tabaquismo en la sociedad actual. Sorprendentemente, más de la mitad de quienes utilizan cigarrillos electrónicos lo hacen sin nicotina, lo que puede derivar en nuevos patrones de consumo.
Efectos de la disponibilidad de sustancias
El incremento en la percepción de disponibilidad de diversas drogas entre los ciudadanos es significativo. En 2024, aproximadamente el 59% de las personas cree que podría conseguir cannabis fácilmente en 24 horas, mientras que un 40,6% sostiene que lo mismo aplicaría a la cocaína. Esta percepción puede ser el resultado de un menor control sobre oferta y demanda, a pesar de las políticas implementadas para mitigar el problema.
Consideraciones finales
En conclusión, los cambios en el consumo de sustancias en España reflejan situaciones complejas y en constante evolución. Si bien el descenso en el tabaquismo es alentador, el aumento del consumo ocasional de cannabis y la estabilidad en el uso del alcohol presentan nuevos retos. La continuación de la educación y la prevención es esencial para asegurar que los avances en la reducción de riesgos se mantengan y se amplíen a otras áreas problemáticas del consumo. La combinación de políticas efectivas y una mayor concienciación social son claves para enfrentar estos desafíos de salud pública en el futuro.