Actualizado el 28 de noviembre de 2024 por Carlos José Belmonte López
El jugador del Real Madrid, Eduardo Camavinga, ha sufrido una rotura fibrilar en el bíceps femoral de la pierna izquierda, una lesión que ha generado preocupación entre los aficionados y el cuerpo técnico del equipo. Según el traumatólogo Antonio Laclériga, de Itramed, la forma en que ocurrió la lesión es crucial para comprender su gravedad. "El jugador se lesionó en carrera, sin un gesto violento, ni traumatismo, ni taconazo, ni frenada", señala Laclériga, lo que indica que se trata de una lesión muscular.
Grado 1, grado 2 o grado 3
Una de las variables más importantes al evaluar este tipo de lesiones es el grado de la rotura. Si es una lesión muscular de grado 1, estamos hablando de una rotura fibrilar o una pequeña rotura de fibras, cuyo periodo de recuperación se estima en unos 10 días. Estas lesiones, comúnmente conocidas como contracturas musculares menores, suelen hacer que un jugador se pierda un partido, y son bastante frecuentes en el fútbol.
Por otro lado, la rotura de grado 2, que es el caso de Camavinga, implica una mayor complejidad. En estos casos, con una adecuada fisioterapia y un programa de recuperación, el jugador podría regresar al terreno de juego en unas tres semanas. Sin embargo, las lesiones de grado 3 son las más severas y conllevan un periodo de baja que puede oscilar entre 2 y 3 meses, además de un alto riesgo de recaída si la recuperación no se lleva a cabo correctamente.
La importancia de la recuperación
Es vital seguir las pautas de recuperación establecidas por los profesionales. "La segunda lesión en la misma zona suele ser mucho más grave", advierte el experto. Esto destaca la necesidad de ser paciente y mantener un enfoque profesional en el proceso de rehabilitación. “Se deben respetar los tiempos de recuperación para evitar complicaciones adicionales”, recalca Laclériga.
Tratamiento de la lesión muscular
Cuando se trata del tratamiento de una lesión muscular, el primer paso es el reposo breve. Además, se recomienda realizar ejercicios de movilidad controlada. Laclériga también advierte sobre el uso de antiinflamatorios, ya que pueden inhibir la recuperación del músculo. En su lugar, se pueden utilizar analgésicos y, sin duda, un tratamiento fisioterapéutico adecuado.
En la fase inicial, suele ser útil emplear técnicas físicas de manipulación y resistencia. Esto permite al jugador avanzar hacia una segunda fase de readaptación, donde se llevan a cabo ejercicios progresivos en el campo. Estas actividades son fundamentales para que el jugador pueda evaluar sus sensaciones durante el proceso de recuperación.
¿Se puede recuperar una lesión muscular al cien por cien?
Una de las preguntas más comunes que surgen en estos casos es si es posible que un jugador se recupere completamente de una lesión muscular. La respuesta es afirmativa: "Hay zonas en el cuerpo que se recuperan y dejan cicatrices, pero el músculo tiene una recuperación completa al cien por cien", asegura Laclériga. Esto significa que, si el proceso de recuperación es adecuado, el área lesionada puede volver completamente a su estado original, sin diferencias visibles en comparación con su estado antes de la lesión.
De este modo, la importancia de seguir una rehabilitación completa es evidente. No solo se trata de regresar al campo lo más rápido posible, sino de asegurarse de que el jugador esté completamente apto para competir.
Locación de la lesión
Respecto a la localización de la lesión, el gesto de Camavinga tocándose la parte media del muslo sugiere que la afectación podría estar en la zona de los isquiotibiales. Existen diferentes áreas en las que una lesión puede producirse: en la inserción de arriba del muslo, en la de abajo o en la zona intermedia. Según la experiencia del traumatólogo, "todo parece apuntar a que la lesión se ha producido en las inserciones de la zona intermedia del muslo", lo que implica que su recuperación podría ser más rápida en comparación con lesiones en las otras dos áreas, que podrían requerir cirugía.
Gravedad de la lesión
La gravedad de la lesión también puede deducirse del comportamiento del jugador al momento de sufrirla. "Si el jugador no puede continuar el juego pero sale caminando del campo, puede ser un indicio de que la lesión no es muy grave", explica Laclériga. Por el contrario, lesiones muy severas suelen impedir que el jugador reanude la marcha.
La evaluación adecuada de cada uno de estos aspectos es fundamental para la recuperación de Camavinga y para su eventual regreso a los campos de fútbol. Tal como se ha demostrado, las lesiones musculares son comunes en deportes de alto rendimiento, pero con un enfoque correcto y cuidadosamente diseñado, la rehabilitación puede llevar a la recuperación óptima de los jugadores.