Cinco sustituciones mejoran el rendimiento en el fútbol y reducen lesiones según estudio

Actualizado el 15 de enero de 2025 por Carlos José Belmonte López

En marzo de 2020, el mundo del deporte se vio sacudido por la pandemia de COVID-19, lo que llevó a la interrupción de las temporadas de fútbol a nivel global. Esta pausa obligada provocó que las ligas reanudaran sus competiciones tras varias semanas de inactividad, creando una superposición en sus calendarios anuales. Esta situación resultó en un escenario congestionado, donde algunos equipos llegaron a jugar hasta cinco partidos en apenas 14 días. Esta carga excesiva ha llevado al desarrollo de fatiga acumulada entre los jugadores y, potencialmente, a un aumento del riesgo de lesiones.

Sustituciones autorizadas

Para mitigar la sobrecarga de partidos y los problemas físicos que esto conlleva, la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) decidió autorizar un aumento de cinco sustituciones por equipo en lugar de las tres habituales. Esto plantea preguntas relevantes: ¿qué efectos tiene esta decisión sobre los futbolistas? ¿De qué manera impacta su rendimiento durante los encuentros? Un grupo de investigadores de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte de la Universidad Politécnica de Madrid (INEF-UPM) ha estudiado cómo esta nueva normativa afecta el rendimiento físico de los jugadores, comparándolo con el sistema anterior. Este análisis fue publicado en la revista Sport e incluyó datos de 66 partidos de 22 equipos de LaLiga SmartBank, donde se analizaron más de 1.000 informes sobre el rendimiento de los futbolistas, excluyendo a porteros y jugadores expulsados.

Objetivo del estudio

El propósito del estudio realizado por la UPM, en colaboración con LaLiga, fue evaluar el impacto de la regla de las cinco sustituciones en las variables de intensidad física en el fútbol, tanto antes como después del aislamiento. Los investigadores se plantearon determinar si esta nueva norma ayudó a conservar o mejorar la intensidad del juego y a reducir el desgaste físico de los jugadores. También se exploró su potencial para prevenir lesiones y optimizar el rendimiento colectivo. Para llevar a cabo el estudio, se recopilaron datos de periodos congestionados previos a la pandemia, como los partidos de las jornadas 8, 9 y 10, que se disputaron en una sola semana, contrastándolos con las jornadas 32, 33 y 34 que marcan el regreso de las competiciones.

Resultados del estudio

Los resultados revelaron un impacto significativo debido al nuevo reglamento, ya que la tasa de sustituciones aumentó un 21,7%. En particular, se observó que la distancia total recorrida por los jugadores que participan en todo un partido promedia 10 km, mientras que aquellos sustituidos en la segunda mitad logran recorrer cerca de 11 km. Además, al clasificar la distancia recorrida según la intensidad de las carreras, se constató que el ritmo del juego se intensificó en el periodo en que se aplicó la norma, al igual que la distancia recorrida a muy alta intensidad, siendo más notable en la segunda parte del encuentro. Este incremento también se traduce en que los jugadores realizaron un 24% más de sprints por partido.

Estos hallazgos permiten concluir que la implementación de la norma de cinco sustituciones ha resultado ser eficaz para mejorar el rendimiento físico y mantener el ritmo del juego en el fútbol. Así, la mayor rotación de jugadores confiere ventajas tanto a nivel individual como colectivo, haciendo del juego una experiencia más dinámica y segura para los deportistas.

Perspectivas para futuras investigaciones

A partir de los resultados obtenidos, el investigador de la UPM, Abraham García-Aliaga, propuso realizar estudios adicionales que profundicen en cómo las sustituciones impactan el rendimiento físico considerando diferentes posiciones en el campo. Cada posición conlleva demandas físicas y tácticas particulares, lo que podría influir en la gestión de las sustituciones y su efecto en el rendimiento. Analizar el rendimiento por posiciones específicas permitiría identificar patrones que ayudaran a optimizar la preparación física y las estrategias de cambio.

García-Aliaga también resaltó que las sustituciones pueden ser tanto defensivas como ofensivas, dependiendo del contexto del partido, lo que refuerza la importancia de contemplar el contexto táctico y las características relevantes de cada posición para mejorar la gestión del ritmo de juego y reducir la fatiga acumulada en los jugadores.

El futuro de las sustituciones en el fútbol

Basado en este análisis, los autores del estudio sostienen que la gestión del número de sustituciones en el deporte puede ser un factor decisivo. Comparado con otras disciplinas, el fútbol exige un esfuerzo físico intenso y sostenido. Las acciones en el fútbol son cortas pero requieren máxima intensidad, siendo un deporte de intermitencia que demanda a los jugadores un rendimiento óptimo aprovechando las pausas para recuperarse.

Incrementar el número de sustituciones permitiría incorporar más jugadores al juego que mantengan un rendimiento físico adecuado, beneficiando también la dinámica del equipo. Asimismo, se ha comprobado que los suplentes presentan una menor carga de trabajo en partidos congestionados, lo que indica que su impacto puede ser crucial en los entrenamientos. Esta nueva normativa podría contribuir a reducir el riesgo de lesiones, dado que un mayor número de cambios se asocia con un registro físico superior, como lo han evidenciado los resultados de la investigación.

¿Hacia sustituciones ilimitadas?

Algunos expertos han sugerido la posibilidad de implementar sustituciones ilimitadas, similar a lo que se observa en otros deportes. Argumentan que esto podría ayudar a mantener la intensidad del juego, especialmente en la segunda mitad. Los datos indican que, por ahora, permitir cinco cambios durante un partido proporciona un impulso tanto físico como táctico. Por lo general, las sustituciones se realizan en el descanso o durante la segunda mitad, salvo por lesiones.

El objetivo de estas modificaciones es minimizar la fatiga de los jugadores titulares y ajustar la estrategia táctica según lo que el partido amerite, de forma que los suplentes puedan ofrecer un rendimiento comparable o superior. Estudios previos han mostrado que los suplentes tienden a recorrer mayores distancias y a un ritmo acelerado en comparación con aquellos que juegan todo el partido. Así, favorecer las sustituciones no solo puede mejorar el rendimiento colectivo, sino que también fomenta un juego más atractivo y dinámico.

Carlos José Belmonte López
Carlos José Belmonte Lópezhttps://www.google.com/search?kgmid=/g/11rcl91syn
Licenciado en farmacia por la Universidad CEU San Pablo y Máster en la Universidad Pontificia Comillas de Madrid. Doctorado y comprometido con la Salud Humana

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