Ejercicio: el ‘medicamento’ natural que combate la depresión según expertos

Actualizado el 8 de marzo de 2025 por Carlos José Belmonte López

La actividad física ha demostrado ser una herramienta poderosa en la lucha contra la depresión, un trastorno psiquiátrico que afecta a millones de personas en todo el mundo. Cada vez más, se reconoce que dedicar tiempo al ejercicio no solo mejora la salud física, sino que también puede actuar como un fuerte aliado en la salud mental. Así, el deporte puede ser visto como un auténtico medicamento antidepresivo.

Hormonas de la felicidad: claves del bienestar

Los beneficios del ejercicio físico en la salud mental están respaldados por la ciencia, y uno de los factores más destacados son los neurotransmisores. Estos son los mensajeros químicos del cerebro, y durante la actividad física se activan ciertos neurotransmisores que son conocidos como las hormonas del bienestar. En particular, se destacan cuatro: serotonina, endorfina, oxitocina y dopamina, cada una desempeñando un papel crucial en la mejora del estado de ánimo.

Serotonina: autoestima y confianza

La serotonina es fundamental para nuestra autoestima y confianza. Hacer ejercicio regular está asociado con su liberación, ya que superar desafíos deportivos fortalece el sentimiento de pertenencia a un grupo y mejora nuestra autovaloración. Interesantemente, se ha observado que los niveles de serotonina suelen ser bajos en personas con depresión y ansiedad, lo que refuerza la importancia del ejercicio en la regulación de esta hormona.

Endorfina: el analgésico natural

En el cerebro, la endorfina actúa como un analgésico, similar a la morfina natural del cuerpo. A medida que nos ejercitamos, la endorfina se libera y nos ayuda a alcanzar un estado de relajación. Este efecto es especialmente valioso en situaciones de estrés o ansiedad, proporcionando un respiro frente a las tensiones cotidianas.

Dopamina: el placer del ejercicio

La dopamina se considera el neurotransmisor del placer. Su liberación se produce cuando experimentamos situaciones gratificantes, como la aprobación de los demás o la superación de nuestros propios límites en el deporte. Este impulso por sentir placer al ejercitarnos nos motiva a continuar con la actividad física.

Oxitocina: vínculos emocionales

Finalmente, la oxitocina es clave para construir y mantener vínculos emocionales. Durante la práctica deportiva, la interacción con otras personas genera oportunidades para crear relaciones, favoreciendo así la liberación de esta hormona. Esto es fundamental, ya que los lazos sociales también juegan un papel importante en la mejora del bienestar mental.

Ejercicio: ¿cuál es el más efectivo?

Al explorar qué tipo de ejercicio puede ser más beneficioso para combatir la depresión, la buena noticia es que hay una amplia gama de actividades para elegir. Desde caminar hasta hacer yoga o entrenamiento de fuerza, todas estas disciplinas han demostrado aportar mejoras significativas en los síntomas de la depresión.

No es necesario realizar deportes extremadamente intensos; más bien, la actividad física moderada es efectiva, protegiendo de la depresión y la ansiedad. Este enfoque es respaldado por una revisión que indica que incluso las actividades suaves, como las caminatas diarias, son beneficiosas para la salud mental.

Estudios recientes han encontrado que entre los ejercicios más eficaces para aliviar la depresión se encuentran caminar, correr, practicar yoga y realizar entrenamiento de fuerza. Estas prácticas pueden ser complementadas con tratamientos como la psicoterapia y medicamentos, pero han mostrado un impacto positivo por sí solas. Además, se sugiere que a medida que aumenta la intensidad de la actividad física, también lo hacen los efectos beneficiosos sobre la salud mental.

Un análisis adicional sugiere que **las actividades aeróbicas que producen sudor y generan un aumento del ritmo cardíaco** son particularmente motivadoras. Los autores del estudio proponen que estas actividades no solo reducen la inflamación, sino que también incrementan la dopamina, lo que a su vez potencia la motivación en general. ¿No es un buen motivo para incorporar más ejercicio en nuestra rutina diaria?

Conclusión: haciéndonos más fuertes

En resumen, la práctica regular de actividad física no solo mejora nuestro cuerpo, sino que también convierte el ejercicio en una herramienta valiosa para la salud mental. Desde el aumento de la autoestima hasta la creación de relaciones interpersonales, el ejercicio se presenta como un completo aliado en nuestra búsqueda de bienestar. Adoptemos este consejo clásico de «menos ocio digital y más ejercicio» y dejemos que el deporte transforme nuestras vidas, combatiendo así tanto la depresión como otros trastornos mentales.

Bibliografía

  • Rahmati M, Lee S, Yon DK et al. (2024). Physical activity and prevention of mental health complications: An umbrella review. Neuroscience & Biobehavioral Reviews. DOI: 10.1016/j.neubiorev.2024.105641
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  • Hird EJ, Slanina-Davies A, Lewis G et al. (2024). From movement to motivation: a proposed framework to understand the antidepressant effect of exercise. Translational Psychiatry. DOI: 10.1038/s41398-024-02922-y
Carlos José Belmonte López
Carlos José Belmonte Lópezhttps://www.google.com/search?kgmid=/g/11rcl91syn
Licenciado en farmacia por la Universidad CEU San Pablo y Máster en la Universidad Pontificia Comillas de Madrid. Doctorado y comprometido con la Salud Humana

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