FIFA debe implementar medidas contra estrés térmico en Mundial 2026

Actualizado el 4 de diciembre de 2024 por Carlos José Belmonte López

Diez de los 16 estadios que acogerán el Mundial de Fútbol masculino el próximo 2026, en México, Estados Unidos y Canadá, presentan un riesgo “muy elevado” de condiciones de estrés térmico. Esta es la principal conclusión de un estudio publicado en Scientific Reports, que insta a expertos y a la FIFA a tomar medidas al respecto. La diversidad de condiciones geotérmicas que se experimentarán, debido a la ubicación de los estadios, es algo sin precedentes en la historia de este torneo.

Para medir el riesgo de calor que enfrenta un futbolista, la FIFA recomienda el uso del índice WBGT (Wet Bulb Globe Temperature), un parámetro que evalúa diversas condiciones ambientales como la temperatura, el viento, la humedad y la radiación solar. Este índice establece que si el WBGT es superior a los 32 ºC, las pausas para refrescarse son obligatorias durante ambos tiempos del partido, lo que busca garantizar la seguridad de los jugadores.

Sin embargo, los investigadores del estudio han señalado que el índice WBGT podría ser insuficiente para evaluar el riesgo térmico en eventos deportivos. Esto se debe a que se desestiman otros factores cruciales, como la producción de calor metabólico de los jugadores, el impacto del movimiento en la velocidad del aire, y cómo la vestimenta puede actuar como barrera para la pérdida de calor. Además, condiciones como la alta humedad o un flujo de aire deficiente pueden limitar la evaporación del sudor, aumentando así el estrés térmico del jugador.

Para abordar esta problemática de manera más completa, los investigadores aplicaron el Índice de Clima Térmico Universal (UTCI). Este índice incluye modificaciones en los niveles de actividad, velocidades de movimiento y tipo de vestimenta, lo que permite reflejar de manera más precisa el estrés térmico al que se enfrentarán los futbolistas durante los partidos.

El informe revela que la carga de calor adicional generada por el esfuerzo físico de los futbolistas provoca que en 10 estadios los valores medios horarios del UTCI superen los 46 ºC, lo que representa un estrés térmico extremo. Las temperaturas más preocupantes se registraron en Arlington y Houston, donde el UTCI alcanzó valores superiores a 50 ºC en horas críticas, como entre las 14:00 y las 18:00.

Para los autores del estudio, permanecer en estas condiciones puede ser extremadamente peligroso. Puede provocar disfunciones en los procesos del cuerpo que regulan la temperatura, llevando a un aumento significativo de la temperatura central del cuerpo, lo que puede resultar en agotamiento por calor e incluso un golpe de calor.

Julien Périard, director del Instituto de Investigación del Deporte y el Ejercicio de la Universidad de Canberra, considera que el enfoque del estudio es un avance significativo, pero advierte que es probable que los resultados subestimen el riesgo de estrés térmico extremo en los jugadores. Esto se debe a que la tasa de trabajo más alta que se puede incluir en el UTCI es solo de 285 W/m², mientras que los jugadores profesionales pueden soportar tasas mucho más altas durante un partido.

En cuanto a la estimación de las pérdidas de agua a través del sudor, Périard menciona que se tomó en cuenta una tasa de trabajo de 450 W/m², que se aproxima más a la que los futbolistas experimentan. Sin embargo, este enfoque aún podría estar subestimando las pérdidas de sudor, especialmente en los estadios donde los ritmos de trabajo y las condiciones ambientales son más severas de lo previsto.

## Cómo lidiar con el estrés térmico

Los investigadores del estudio indican que sus hallazgos permitirán optimizar los calendarios de los partidos en cada sede, teniendo en cuenta tanto los riesgos para la salud asociados con el estrés por calor extremo, como las reacciones fisiológicas que pueden afectar el rendimiento en el campo.

Es fundamental que se implementen tratamientos que mitiguen estos efectos, tales como descansos adicionales regulares para enfriar el cuerpo y una adecuada reposición de líquidos. Esto no solo debe aplicarse a los jugadores, sino que representa también una amenaza para los suplentes y los aficionados, quienes igualmente se verán afectados por las condiciones extremas.

Périard hace un llamado a la FIFA para que revisen su política actual, que considera mediante el WBGT de 32 ºC cuándo aplicar pausas de refrigeración e hidratación. Se sugiere desarrollar una política de estrés térmico que contemple diversas medidas que atiendan las necesidades particulares de los jugadores, tales como pausas de enfriamiento o incluso el aplazamiento de partidos ante condiciones extremas.

«Una política de este tipo podría ser fundamental no solo para la Copa del Mundo de 2026, sino también para futuros torneos, como el de 2030 en España, Portugal y Marruecos, para asegurar la salud de los jugadores y la integridad del deporte», concluye Périard.

Con estas intervenciones preventivas, no solo se busca proteger a los futbolistas, sino también ofrecer un espectáculo deportivo seguro y emocionante para todos.

Carlos José Belmonte López
Carlos José Belmonte Lópezhttps://www.google.com/search?kgmid=/g/11rcl91syn
Licenciado en farmacia por la Universidad CEU San Pablo y Máster en la Universidad Pontificia Comillas de Madrid. Doctorado y comprometido con la Salud Humana

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