Actualizado el 2 de diciembre de 2024 por Carlos José Belmonte López
Te has preguntado alguna vez por qué, a pesar de seguir una dieta saludable, los kilos no disminuyen en la báscula. Esta frustración es habitual entre quienes intentan llevar un estilo de vida equilibrado. El hecho de que no veas resultados puede ser desalentador, pero la nutricionista María, conocida en redes como ‘Comiendo con María’, ha compartido información valiosa que puede ayudarte a entender mejor este fenómeno.
La clave para perder peso de manera saludable
El mensaje de María es claro: no basta con comer sano para perder peso. Hacer elecciones nutricionales adecuadas es importante, pero hay otros aspectos que influyen. Es fundamental prestar atención a las porciones, la frecuencia de ingesta y trabajar en la relación con la comida. La pérdida de peso saludable no solo depende de la calidad de los alimentos, sino que también se ve afectada por el manejo del estrés, el descanso adecuado y el establecimiento de expectativas realistas.
Otros problemas que también afectan a la pérdida de peso
Además, María menciona otras variables que pueden complicar la eliminación de esos kilos de más, tales como el estrés, la falta de sueño y problemas hormonales. Estos factores alteran el equilibrio metabólico del cuerpo, dificultando la pérdida de grasa. Por ejemplo, el estrés crónico puede elevar los niveles de cortisol, la hormona que, en exceso, puede contribuir al almacenamiento de grasa, especialmente en la zona abdominal.
La falta de sueño también juega un papel crucial. Cuando no se descansa lo suficiente, se alteran las hormonas que controlan el hambre, como la leptina y la grelina. Esto puede provocar un aumento del apetito y hacer que sea más difícil reducir peso.
¿Por qué ocurre esto?
María ha recopilado sus observaciones sobre las razones detrás de esta situación. A pesar de que comer de manera saludable es esencial para el bienestar, hay diversos factores que pueden inhibir la pérdida de peso, incluso cuando se sigue una dieta balanceada. Uno de los problemas más comunes es que muchas personas no son conscientes de las porciones que consumen.
Incluso si eligen alimentos sanos, las cantidades pueden ser excesivas o la frecuencia de comidas puede ser alta, incluyendo ocasiones de snacks frecuentes o calorías líquidas que a menudo pasan desapercibidas. Es crucial recordar que las calorías, aunque sean de fuentes saludables, cuentan y pueden influir en el proceso de pérdida de peso.
Otro punto a destacar: las redes sociales
Otro aspecto que María aborda es la influencia negativa que pueden tener las redes sociales en la relación con la alimentación. A través de su experiencia con jóvenes pacientes, ha notado que muchos adoptan hábitos poco saludables al seguir consejos extremos que promueven la eliminación de carbohidratos o exigen una ingesta mínima de alimentos.
Incluso si las redes sociales pueden ofrecer consejos válidos, también pueden generar expectativas poco realistas sobre la alimentación y la pérdida de peso. Esto puede crear trastornos en la relación con la comida. María subraya que evitar completamente los carbohidratos o consumir porciones mínimas puede resultar en una relación tóxica con la comida, generando ansiedad y provocando que el cuerpo mantenga grasa debido a la percepción de escasez alimentaria.
La importancia de perder peso con paciencia
Por ello, la nutricionista aconseja un enfoque equilibrado que permita disfrutar de todos los grupos alimenticios sin miedo ni culpa. Además, hace hincapié en la necesidad de establecer expectativas realistas. Muchas personas desean perder peso rápidamente, lo que puede conducir a la frustración si no observan resultados inmediatos. La pérdida de peso saludable es un proceso que requiere paciencia y consistencia.
En conclusión, los consejos de María ofrecen un enfoque integral para aquellos que buscan perder peso. Es esencial combinar una alimentación equilibrada con un entendimiento claro de porciones, factores emocionales y expectativas. La clave está en encontrar un equilibrio que permita perder peso de forma sostenida y sin caer en extremos que puedan comprometer tanto la salud física como emocional.