Actualizado el 30 de noviembre de 2024 por Carlos José Belmonte López
La guía presentada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) pone de relieve la importancia de una alimentación equilibrada y saludable. Precisamente, ambos organismos han enfatizado que una dieta sana debe cumplir cuatro condiciones: ser “adecuada, equilibrada, moderada y diversa”. Esto significa que debe incluir una amplia variedad de alimentos y grupos alimentarios, tales como carnes, pescados, vegetales y frutas, para lograr una nutrición óptima.
Recomendaciones clave para una alimentación saludable
Según la nueva guía, es fundamental que las personas consideren ciertas proporciones al momento de planificar sus comidas. Se recomienda que las proteínas representen entre un 10% y un 15% del total de calorías consumidas durante el día, mientras que el aporte de grasas debería oscilar entre el 15% y el 30%. En el caso de niños y adolescentes, se permite un mayor consumo de grasas, que podría elevarse hasta el 35%, aunque con una restricción importante: no más del 10% de estas grasas deberían ser saturadas. Las grasas trans, especialmente las que se producen industrialmente, deben ser limitadas al mínimo o incluso eliminadas totalmente.
Los hidratos de carbono y su papel en la dieta
La ingesta de hidratos de carbono es otra consideración importante. La guía aconseja que este aporte puede oscilar entre el 45% y el 75% del total de calorías diarias. Sin embargo, un punto crucial es que los azúcares añadidos no deben superar el 10% del consumo calórico total, y la cantidad de sal debe reducirse a dos gramos al día. Esto se debe a que el exceso de estos componentes en la dieta puede tener consecuencias negativas para la salud.
El impacto de un mal balance nutricional
Es esencial entender que tanto un exceso como un déficit en el consumo de proteínas, grasas y carbohidratos puede acarrear problemas de salud. Consumir en exceso proteínas podría generar problemas metabólicos, un incremento de grasa puede provocar aumento de peso, y un consumo excesivo de carbohidratos puede causar cambios perjudiciales en los niveles de glucosa en sangre. Por lo tanto, la clave es encontrar un equilibrio adecuado.
Consejos para una diversidad alimentaria
Aunque la guía no aborda de forma directa los beneficios o desventajas del vegetarianismo, sí sugiere que es fundamental que los niños, a partir de seis meses, complementen la lactancia materna con alimentos de origen animal, tales como carne, pescado y huevos. Esta estrategia es relevante para asegurar un adecuado aporte nutricional durante las etapas de crecimiento.
Precauciones frente a los alimentos ultraprocesados
Otro aspecto relevante que recalcan OMS y FAO es la advertencia contra el consumo de alimentos ultraprocesados. Este tipo de alimentos se asocia con un mayor riesgo de problemas de salud, que pueden incluir desde el cáncer hasta enfermedades cardiovasculares. Además, su consumo excesivo puede contribuir al sobrepeso y facilitar el desarrollo de diabetes tipo dos. Estos alimentos también pueden afectar negativamente la salud mental y la función gastrointestinal, haciendo que sea vital optar por opciones más saludables.
Una guía basada en evidencia científica
La elaboración de esta guía se basa en rigurosos estudios científicos, y la OMS y la FAO subrayan que las dietas sanas pueden ayudar significativamente a prevenir tanto deficiencias como excesos de nutrientes, así como enfermedades comunicables y no comunicables. Al promover una alimentación saludable, estas organizaciones buscan fomentar el bienestar general de la población.
En conclusión, la nueva guía de la OMS y la FAO proporciona un marco claro para comprender cómo debe ser una dieta sana. Adoptar prácticas alimenticias adecuadas no solo puede mejorar la salud individual, sino también contribuir a un bienestar colectivo. Mantener un equilibrio, diversificar los alimentos y limitar el consumo de productos ultraprocesados son pasos clave hacia un futuro más saludable. ¿Qué cambios estás dispuesto a implementar en tu dieta diaria? La decisión está en tus manos.