Adiós al culturismo extremo: la trágica muerte de ‘Golem’ pone en evidencia los peligros de las dietas desmesuradas y el uso de esteroides

Actualizado el 30 de noviembre de 2024 por Carlos José Belmonte López

El culturismo ha sido testigo de numerosos casos de figuras impresionantes que empujan al límite las capacidades del cuerpo humano. Sin embargo, el costo emocional y físico que conllevan estas transformaciones es a menudo muy elevado, como lo han demostrado las trágicas muertes de varios atletas en años recientes.

La vida de Illia Yefimchyk

Uno de los culturistas más emblemáticos de esta tendencia fue Illia Yefimchyk, conocido en el ámbito del culturismo como ‘Golem‘. Su fallecimiento a los 36 años ha conmocionado a la comunidad y ha reabierto el debate sobre los riesgos asociados con las prácticas extremas en este deporte.

Originario de Bielorrusia, Yefimchyk se hizo famoso por su formidable constitución física, ganando los apodos de ‘Golem’ y ‘El Mutante’. Con 1,85 metros de estatura y un peso de 160 kilogramos, su figura era una mezcla de fuerza y dedicación inquebrantable.

Las impresionantes dimensiones de Golem

Las medidas de su cuerpo eran desmesuradas: cuello de 60 centímetros, brazos con una circunferencia de 64 centímetros y un pecho de más de 150 centímetros. Estas proporciones le otorgaron el título no oficial de «el culturista más monstruoso del mundo».

A pesar de no participar en competiciones formales, Golem se convirtió en una personalidad reconocida en las redes sociales. Compartía su rutina de ejercicios, sus dietas extremas y sus experiencias con el uso de sustancias como esteroides.

Una dieta extrema

El enfoque abierto de Golem lo distinguió de otros atletas. Con más de 100.000 seguidores, era celebrado por levantar pesos increíbles, como 272 kilogramos en press de banca y 317 kilogramos en peso muerto y sentadillas.

Uno de los aspectos más debatibles de su vida fue su dieta. Para sostener su masa muscular, Golem consumía alrededor de 16.500 calorías diariamente, lo cual es significativamente mayor que la ingesta calórica recomendada para un adulto promedio, que ronda las 2.500 calorías. Su régimen alimenticio incluía siete comidas al día, caracterizadas por una alta ingesta de proteínas y carbohidratos.

Lujos y excesos en su alimentación

Su desayuno consistía en 300 gramos de avena, pero su segundo almuerzo era aún más sorprendente, ya que incluía 108 piezas de sushi, que representaban 1,6 kilogramos de arroz y 800 gramos de salmón.

Su día continuaba con la ingesta de 2,6 kilogramos de carne y 700 gramos de queso. Este excesivo consumo refleja la necesidad de alimentar el enorme cuerpo que había desarrollado a lo largo de los años mediante arduo entrenamiento y disciplina.

Consecuencias de una dieta extrema

Aunque Golem compartía su régimen alimenticio con desenfado, muchos expertos advierten que una dieta tan extrema no solo es innecesaria, sino altamente perjudicial. Consumir más de 16.000 calorías al día plantea un riesgo considerable para la salud, afectando especialmente a órganos vitales como el corazón y los riñones. Además, un alto consumo de proteínas puede incrementar el riesgo de desarrollar problemas cardíacos y renales a largo plazo.

Una muerte trágica

El 6 de septiembre de 2023, Golem sufrió un ataque cardíaco en su hogar en Bielorrusia. Su esposa, Anna, intentó reanimarlo mientras llegaban los servicios de emergencia. Fue trasladado en helicóptero a un hospital, donde los médicos lograron estabilizar su corazón. Lamentablemente, dos días después, Yefimchyk falleció. Anna declaró que, aunque su corazón había sido reanimado, su cerebro no mostraba actividad alguna.

Aunque la noticia de su muerte impactó a muchos, no fue del todo inesperada para quienes seguían su carrera. En las semanas previas al trágico suceso, Golem había reducido significativamente su actividad en las redes sociales, lo que generó preocupación entre sus seguidores.

Las implicaciones de un estilo de vida extremo

A pesar de que no se han divulgado detalles específicos sobre las causas exactas de su muerte, muchos creen que su estilo de vida extremo, que combinaba una dieta exagerada con el uso de esteroides, influyó en su lamentable desenlace.

El fallecimiento de Golem se suma a una preocupante tendencia en el mundo del culturismo. Otros atletas, como el británico Neil Currey, de 34 años, y el brasileño Antonio Souza, de 26, también han perdido la vida en circunstancias similares. Currey, según informes, falleció tras el uso prolongado de esteroides, mientras que Souza murió de un paro cardíaco en un evento deportivo.

La búsqueda del «cuerpo perfecto» ha llevado a muchos atletas a seguir regímenes extremos de entrenamiento, alimentación y uso de sustancias, muchas veces sin considerar las consecuencias a largo plazo para su salud. La muerte de Golem es un sombrío recordatorio de los peligros que son inherentes al culturismo extremo.

A pesar de su trágico final, Golem dejó una huella en el mundo del culturismo. Su franqueza sobre el uso de esteroides y su enfoque implacable hacia la transformación física le valieron tanto admiradores como críticos. Sin embargo, más allá de sus logros, su muerte subraya la necesidad urgente de abordar los riesgos asociados con la búsqueda de la perfección física y los límites del cuerpo humano en el ámbito del culturismo.

German Fuertes Otero
German Fuertes Oterohttps://www.google.com/search?kgmid=/g/11p5t5jsss
CEO en PharmaSalud.net. Licenciado en medicina por la Stanford Medicine: Stanford, California, US, Máster en University of Cambridge: Cambridge, Cambridgeshire, GB y University of Oxford: Oxford, Oxfordshire, GB. Doctorado en Harvard University Harvard Catalyst: Cambridge, MA, US

Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios y la información contenida en PharmaSalud esté redactada por profesionales en medicina, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.

Artículos similares
Publicidadspot_img
Otros Artículos Populares