Adiós al turrón y al mazapán: las alternativas más saludables para disfrutar estas fiestas según la nutricionista Adrián Pereiro

Actualizado el 16 de diciembre de 2024 por Carlos José Belmonte López

La Navidad es una época para celebrar y compartir momentos especiales con nuestros seres queridos. Sin embargo, también es fundamental reflexionar sobre el equilibrio entre el disfrute y el bienestar, especialmente cuando se trata de la alimentación. Los dulces típicos que adornan nuestras mesas son parte de la magia de estas fechas, pero no necesitamos convertirlos en hábitos diarios. Disfrutarlos con moderación nos permite saborear cada bocado sin comprometer nuestra salud, asegurando que el espíritu navideño esté acompañado de cuidado y conciencia.

Disfrutar con equilibrio

La clave para disfrutar de los dulces navideños sin afectar la salud radica en la moderación y la calidad. Elegir productos con listas de ingredientes sencillas, evitar los excesos y reservar su consumo para los días festivos son estrategias que permiten mantener la tradición sin comprometer el bienestar.

Un toque de tradición en cada bocado

Los dulces navideños forman parte de la cultura española, tanto como los villancicos o las reuniones familiares. Es difícil imaginar una celebración sin una bandeja repleta de estos postres, que evocan alegría y nostalgia en cada bocado.

¿Cuál es el postre navideño más saludable?

Entre tantos sabores, elegir una alternativa que combine tradición y bienestar puede parecer un desafío. La Navidad es sinónimo de encuentros, celebraciones y, por supuesto, de deliciosos postres que llenan de sabor estas fechas especiales. Entre los dulces más emblemáticos destacan el turrón y el mazapán, dos clásicos que conquistan paladares en estas fechas. Pero, ¿alguna vez te has preguntado cuál de ellos es más saludable?

¿Qué pasa con los productos sin azúcar?

Las versiones sin azúcar, endulzadas con edulcorantes, no son necesariamente una opción más saludable. Si bien pueden ser útiles para personas con diabetes, los expertos coinciden en que no son ideales para la población general. Además, pueden alterar la microbiota intestinal y perpetuar el gusto por lo dulce. En lugar de ello, prefieren una porción pequeña de un dulce tradicional bien elaborado.

Sin embargo, como señala Adrián Pereiro, dietista-nutricionista, su consumo debería reservarse para ocasiones puntuales como las fechas clave de diciembre y enero. Su alto contenido de azúcares y grasas hace que no sean compatibles con un patrón de alimentación saludable si se consumen a diario.

Frutas deshidratadas: una opción más saludable

En medio de tanta indulgencia, las frutas deshidratadas como dátiles, pasas y orejones destacan como opciones más saludables. Aunque son ricas en azúcares naturales, carecen de grasas añadidas y pueden ser una buena elección para quienes buscan un postre más ligero. No obstante, es importante leer las etiquetas para evitar versiones con azúcares añadidos o aceites innecesarios.

Turrón: una tradición nutritiva

Entre los dulces más representativos, el turrón ocupa un lugar central. Tanto el turrón blanco como el duro suelen contener aproximadamente un 40% de azúcar y grasas provenientes de frutos secos y aceites refinados. Pereiro recomienda elegir opciones con un mayor porcentaje de frutos secos y menos azúcares añadidos, aunque recuerda que incluso estas versiones deben consumirse con moderación.

Polvorones y mantecados: cuidado con su consumo

Estos clásicos tienen una elevada proporción de grasas saturadas asociadas con riesgos cardiovasculares. Aunque algunas opciones caseras pueden parecer más saludables, también pueden incluir ingredientes poco recomendables. Buscar recetas tradicionales y listas de ingredientes más simples es una buena forma de disfrutar de estos dulces con menos aditivos.

Turrón de chocolate: indulgencia con precaución

A pesar de su apariencia más indulgente, nutricionalmente no es la mejor elección. Muchas versiones incluyen como principal ingrediente el azúcar, seguido de aceites refinados, lo que les otorga un alto contenido calórico y un aporte de grasas de baja calidad. Si se opta por un turrón de chocolate, debe contener al menos un 75% de cacao para ser una opción más aceptable.

Panettone: un placer italiano que se debe controlar

Este postre de origen italiano no queda exento de críticas. Con harinas refinadas, aceites de baja calidad y un exceso de azúcar, su consumo debe ser esporádico. Reviejo sugiere que su elaboración casera puede ser una alternativa para controlar los ingredientes y hacerlo más nutritivo.

Así, en la temporada navideña, se nos presenta una rica variedad de dulces que pueden ser disfrutados con mesura. Esta época no solo celebra tradiciones, sino que también nos invita a tomar decisiones más saludables, sin dejar de lado el placer de compartir y saborear en compañía.

German Fuertes Otero
German Fuertes Oterohttps://www.google.com/search?kgmid=/g/11p5t5jsss
CEO en PharmaSalud.net. Licenciado en medicina por la Stanford Medicine: Stanford, California, US, Máster en University of Cambridge: Cambridge, Cambridgeshire, GB y University of Oxford: Oxford, Oxfordshire, GB. Doctorado en Harvard University Harvard Catalyst: Cambridge, MA, US

Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios y la información contenida en PharmaSalud esté redactada por profesionales en medicina, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.

Artículos similares
Publicidadspot_img
Otros Artículos Populares