Actualizado el 23 de octubre de 2022 por Carlos José Belmonte López
La lengua es un músculo que desempeña un papel fundamental en la cavidad bucal, pues efectúa las funciones en la masticación, la deglución, el habla y el sentido del gusto.
Lamentablemente, la lengua es por lo general olvidada de la limpieza bucal. Esta parte del cuerpo es muy susceptible a tener bacterias que al acumularse pueden causar distintas enfermedades, entre ellas la desagradable halitosis.
Por eso hay que prestar mucha atención a las recomendaciones que se impartirán en este artículo respecto a la manera correcta de limpiar la lengua.
¿Por qué debería limpiarme la lengua?
Aún cepillándose los dientes y usando hilo dental, siempre quedan muchas bacterias en la boca. En el transcurso del día, los restos de alimentos y las bacterias se acumulan en la lengua y la recubren con una sustancia mucosa.
Conociendo la anatomía de la lengua se entiende mejor lo necesario de su higiene constante. Puesto que el dorso de la lengua no es liso, sino que cuenta con una superficie irregular formada por diferentes surcos, en estos suele acumularse los restos de alimentos que no se eliminan eficazmente con el cepillo.
Por otro lado, la proliferación de agentes bacterianos favorece la aparición de enfermedades como las caries dentales, la gingivitis y la periodontitis.
En el año 2018 un estudio publicado en la revista Journal of Periodontal Research determinó que las personas que se limpiaban la lengua con un cepillo de dientes o un limpiador lingual reducían significativamente esa capa.
¿Con qué frecuencia debe limpiarse la lengua?
La forma más fácil de limpiar la lengua es usando un cepillo de dientes de cerdas suaves, pero es mejor usar un limpiador lingual de material plástico suave y flexible, ya que puede retirar suavemente la fina capa de residuos y mucosa de la lengua.
Limpiar la lengua a fondo dentro de la rutina dental puede aportar una sensación de mayor frescura.
Como las bacterias proliferan a toda velocidad, la mejor manera de reducirlas es limpiando la lengua dos veces al día tras el cepillado. Además retirar esos residuos de la lengua antes de acostarse, puede ayudar a reducir el mal aliento matutino.
Aparte de una técnica de cepillado apropiada y de la regular frecuencia, es importante la elección de una pasta de dientes adecuada y el uso de colutorios e hilo dental.
¿Cómo limpiar la lengua con un limpiador lingual?
El dorso lingual presenta rugosidades, y el uso del raspador es una forma muy efectiva para eliminar los restos acumulados en esa zona.
Con este se debe raspar la lengua suavemente mediante unos movimientos aplicados desde la zona más profunda de la lengua hasta la punta.
Para asegurarse de estar limpiando todas las partes de la lengua, hay que repetir esta acción varias veces, no solo en la superficie sino también en el dorso.
Para higienizar la lengua de forma fácil y rápida con un limpiador lingual hay que seguir estos consejos:
- Colocar el limpiador en la parte posterior de la lengua y tirar de él hacia la parte delantera.
- Deslizar el limpiador por la lengua varias veces en diferentes ángulos.
- Eliminar de la lengua el exceso de comida o suciedad enjugándose con agua.
¿Cómo cepillarse la lengua?
El uso del hilo dental o los cepillos interdentales contribuyen a la profilaxis de los dientes y encías, así como de la lengua
Los últimos modelos de cepillos eléctricos incluyen un cabezal con raspador lingual.
Pero si se utiliza habitualmente un cepillo manual, se puede limpiar la lengua también, porque muchos incorporan esta función al tener un rascador lingual en su parte frontal. Debe usarse esta zona del cepillo para limpiar la lengua, debido a que las cerdas de los cepillos están diseñadas para higienizar una superficie dura como el diente, y no un músculo como la lengua.
Para hacerlo de manera eficaz, se dan estos pasos:
- Depositar una pequeña cantidad de pasta dental en el cepillo.
- Empezar por la parte de atrás de la lengua y avanzar hacia adelante.
- Hacer una presión suave, pero firme en movimientos hacia adelante y hacia atrás.
- Utilizar un enjuague bucal al culminar la limpieza.
¿Cómo sé si mi lengua está libre de bacterias?
Colocándose frente al espejo se puede sacar la lengua y observar su aspecto. De manera natural, la lengua presenta un color rosado, por lo que este debe ser el tono predominante en circunstancias normales.
Por el contrario, si se observa una capa blanquecina o amarillenta que cubre parte de su dorso, es una indicación de que no se encuentra limpia. En la mayoría de ocasiones, la lengua blanca es sinónimo de falta de higiene.
Consejos para limpiar correctamente la lengua
El Colegio de Dentistas de Alicante sugiere cuatro pasos para ejecutar la limpieza de la lengua de forma correcta. Estos son los pasos:
- Enjuague bucal. Enjuagar la boca de forma concienzuda durante al menos dos minutos con agua templada para reblandecer la capa que cubre la lengua y, escupir el agua después para evitar que las toxinas vuelvan al organismo.
- Utilizar herramientas adecuadas. El raspador seco es ideal para limpiar la cara superior de la lengua. Es importante empezar desde atrás hacia adelante. En este momento, hay que respirar profundamente por la nariz para evitar las náuseas que puede provocar el hecho de utilizar un raspador en la zona más interna de la lengua.
- Aplicar pasta de dientes en la limpieza. Aplicar un poco de pasta de dientes oxigenada mejora la operación. Hay que dejarla unos segundos sobre la lengua y después volver a frotar de atrás hacia adelante.
- Enjuagar finalmente la boca. Hay que enjuagar la boca abundantemente, usando un enjuague bucal libre de alcohol, para evitar irritaciones.
La lengua es tanto fuerte como delicada, por eso su limpieza debe hacerse con delicadeza y empleando el tiempo necesario.
Como en ella se pueden asentar bacterias que pueden afectar la salud bucal, hay que examinar con frecuencia su estado y no dejar de acudir al odontólogo al menos una vez al año.