Actualizado el 25 de enero de 2023 por Carlos José Belmonte López
Los órganos sensoriales son el medio de conexión con el mundo que nos rodea, puesto que permiten percibir los cambios que ocurren a nuestro alrededor, para de esta forma preparar respuestas apropiadas de acuerdo a los estímulos recibidos.
En cuanto al sentido del gusto, se considera un quimiorreceptor que se localiza en la lengua y el paladar blando. En la lengua se encuentran las papilas gustativas que permiten que podamos distinguir los sabores básicos: dulce, salado, ácido y amargo.
El sentido del gusto hace la vida más placentera, por eso, se debe cuidar con esmero. Los consejos que ahora se analizan ayudarán para tal fin.
Importancia del sentido del gusto
El sentido del gusto permite la percepción del sabor. Los sabores son reconocidos en la lengua, a través de las papilas gustativas, que con el paso de los años pierden gradualmente su capacidad de detección.
Este importante sentido juega un papel preponderante en la nutrición, porque gracias a él se forman los patrones alimenticios, de acuerdo a los sabores de los alimentos que nos parecen más agradables.
El gusto es además un ayudante de la digestión, debido a que, por las sensaciones agradables que se perciben con este sentido, se estimula la secreción de saliva y jugos gástricos que sirven para digerir los alimentos.
Demás está decir que es un sistema de defensa que nos permite detectar sustancias dañinas para la salud. Y en muchas ocasiones hasta tiene un tinte nostálgico, pues ayuda a recordar ciertos acontecimientos pasados, al relacionar el sabor de determinado alimento con alguna experiencia previa.
Consejos para cuidar el sentido del gusto
La pérdida del sentido del gusto afecta de manera notoria la calidad de vida y los hábitos alimentarios de las personas. Esto puede conducir a deficiencias nutricionales, alteración de la respuesta inmune, mayor susceptibilidad a infecciones e incluso depresión.
Indudablemente, saborear algo que alegra el paladar se alista entre los mayores placeres que puede experimentar el ser humano.
Por lo tanto, es fundamental tomar en consideración las siguientes recomendaciones para cuidar el valioso sentido del gusto.
Tener buena higiene bucal
Es muy importante tener una buena higiene bucal, esto implica lavarse los dientes al levantarse, después de cada comida y antes de acostarse, utilizando cepillos dentales de buena calidad, seda dental y enjuagues bucales.
Nunca debe olvidarse incluir la lengua al cepillarse, pues en ella habitan un gran número de microorganismos.
La visita regular al odontólogo también es clave para asegurarse de corregir a tiempo cualquier problema.
Cuidar el estado de los alimentos
La higiene de los alimentos previa a su consumo y su correcta preparación, mantenimiento y manipulación pueden evitar que se produzcan infecciones alimentarias que afectan el sentido del gusto.
El lavado de manos antes de las comidas también contribuirá a evitar la entrada de microorganismos a la lengua.
Vigilar el tipo de comidas que se ingiere
Las temperaturas extremas como el consumir comidas y bebidas muy calientes o muy condimentadas deterioran las papilas gustativas.
Probar alimentos demasiado salados, puede provocar quemaduras, que si bien no son tan dolorosas como las provocadas por el calor, afectan de manera significativa la lengua.
El abuso de alimentos muy picantes suele afectar también el sentido del gusto. La capsaicina, la molécula que le da a los pimientos su gusto particular, se une a un receptor sobre células que detectan la temperatura y células que envían mensajes de dolor.
El mismo receptor, y otros parecidos, se activan por la piperina, un compuesto en la pimienta negra y el isotiocianato de alilo, el compuesto que da esa sensación de ardor cuando se ingiere mostaza y rábanos.
Esa comida se siente picante porque usualmente los receptores se activan a temperaturas más altas de 42º C o debido a su sabor ácido, tal vez para advertirnos de que no es una buena idea ponernos eso en la boca.
Así mismo, el comer en demasía alimentos con un sabor agridulce, puede provocar alteraciones del sentido del gusto.
Evitar el tabaco y el consumo excesivo de alcohol
El tabaco contribuye a un deterioro del sentido del gusto, pues disminuye la sensibilidad de las papilas gustativas. En tanto que, el abuso de alcohol puede hacer perder el sentido real del gusto por unos momentos, por horas, e incluso de manera permanente.
La comida picante puede ser aún más picante si se ingiere con alcohol caliente. El etanol puede bajar la temperatura a la que el receptor de la capsaicina se activa, a esto quizás se deba que un trago de alcohol cause una sensación calurosa.
El etanol tiene otras propiedades peculiares. Al aplicarse a la lengua, la boca siente dolor con mayor facilidad, debido a la conexión entre el receptor y la percepción del dolor.
Por lo tanto, debe consumirse alcohol de forma moderada, para evitar daños permanentes en el invaluable sentido del gusto.
Estar alerta a cualquier señal de anomalías en la lengua
La aparición frecuente de heridas en lengua o en la boca, sin causa aparente o el hecho de que se prolonguen en el tiempo sin curarse, puede indicar la presencia de hongos.
Por otra parte, si persiste la halitosis, a pesar de tener una higiene bucal básica, esto puede ser una señal de posibles deterioros en piezas dentales o de enfermedades como el sarro o la gingivitis.
Ante la presencia de dolores linguales intensos, molestias al contacto sin lesiones aparentes, inflamaciones, deterioro o color anormal de la lengua y la pérdida de gusto, debe consultarse de inmediato a un especialista.
Causas de alteraciones del sentido del gusto
Existen algunos trastornos del gusto, como la ausencia, la disminución y la distorsión del mismo, que pueden ser ocasionados por uno o más de estos factores:
- Lesiones en la cabeza
- Problemas hormonales
- Infecciones respiratorias
- Radioterapia en cabeza y cuello
- Problemas de olfato
- Exposición a sustancias tóxicas
- Deficiencias nutricionales
- Consumo de tabaco
¿Cómo prevenir las enfermedades del sentido del gusto?
- Lávese las manos con frecuencia con agua y jabón.
- Evite tocarse los ojos, la nariz y la boca con las manos sin haberse lavado antes.
- Desinfecte los artículos como teléfonos, teclados, etc.
- Evite compartir utensilios de cocina y platos con otros.
- Desinfecte los alimentos antes de comerlos.
- Evite los alimentos en mal estado.
- Evite los alimentos crudos y procesados.
- Consuma alimentos ricos en vitaminas para mejorar su sistema inmunitario.
- Consulte a un médico si presenta algún síntoma relacionado con el sentido del gusto.
El sentido del gusto es un regalo de valor incalculable que convierte la experiencia de comer en un torbellino de sensaciones gratas. Para que podamos seguir disfrutando de él, hay que concederle mucha importancia a su cuidado.