¿Cuáles son las funciones de la lengua?

Actualizado el 23 de octubre de 2022 por Carlos José Belmonte López

La lengua es un órgano muscular situado en el interior de la cavidad oral. Entre las funciones que cumple está la percepción del sabor de los alimentos, además facilita la articulación de los diferentes fonemas.

En este artículo se hablará sobre las partes que la componen, las útiles funciones de la lengua, así como las enfermedades que pueden afectarla y los consejos para cuidarla.

¿Cuáles son las partes de la lengua?

La lengua es una maravillosa estructura osteofibrosa recubierta de una mucosa que permite, entre otras cosas, el proceso de deglución. Su esqueleto está formado por el hueso hioides, la membrana hioglosa y el septum medio, donde residen los músculos linguales que permiten su movilidad

Se pueden distinguir cinco partes en la estructura de la lengua:

  • La cara superior. Sobre esta se encuentran los distintos tipos de papilas gustativas que distinguen una amplia gama de sabores.
  • La cara inferior. Esta reposa sobre el suelo de la boca, donde está el frenillo lingual, que permite controlar los movimientos linguales, los orificios de salida de las glándulas salivales submandibulares y de las sublinguales.
  • Bordes linguales. Están en contacto con las arcadas mandibulares. Una de sus propiedades es la presencia de unos filtros de bacterias.
  • Base de la lengua. La cual está conectada con los músculos milohioideos, genihioideos, con el hueso hioides y debido a los tres pliegues glosoepiglóticos también con la epiglotis.
  • Punta lingual. También llamada vértice,  es la responsable de la distinción de sabor de los alimentos.

¿Qué funciones tiene la lengua?

Indudablemente, la lengua es una parte importante del cuerpo humano, porque interviene en el proceso del habla y permite captar el sabor de los alimentos, y junto con el paladar ayuda a completar la trituración de alimentos.

A continuación se especificarán algunas de las funciones de la lengua.

Saborear los distintos alimentos

Al ser un órgano sensorial, una de las funciones de la lengua es principalmente saborear los distintos alimentos. A este respecto, las papilas gustativas, situadas en la cara superior de la lengua, se encargan de enviar esta información al cerebro.

En esta acción participan:

  • Las papilas caliciformes. Encargadas de captar los sabores amargos.
  • Las papilas fungiformes. Que distinguen el sabor dulce.
  • Las papilas filiformes. Cuya labor es captar tanto la textura como la temperatura de los alimentos.
  • Las papilas foliadas. Son las que perciben el sabor salado.

Contrario a lo que la mayoría de las personas piensan, más que permitir que la sensación del sabor convierta el comer en una experiencia placentera, este es un mecanismo de defensa que impide que se ingieran sustancias dañinas para el organismo.

Interviene en la deglución de alimentos

En primera instancia, la lengua dirige la comida dentro de la cavidad bucal durante la masticación y la coloca en una posición donde los molares puedan triturar más fácilmente los alimentos.

Una vez convertido en pequeños trozos está listo para ser deglutido, en ese momento la lengua forma el bolo alimenticio, y lo dirige hacia la faringe, para de esta manera, dar comienzo del proceso de deglución.

Interviene en la succión y en la fonación

Desempeña un papel preponderante en la articulación de las palabras, puesto que asume diferentes posiciones dentro de la boca, lo que altera la forma en la que pasa el aire y crea sonidos diferentes con la asistencia de las cuerdas vocales.

Por otro lado, los movimientos linguales posibilitan la succión y permiten articular y pronunciar los distintos fonemas.

Participa en la función del aparato protector linfoide 

La lengua participa en la función del anillo linfático de Waldeyer, un conjunto de estructuras formadas por tejido linfoide localizadas en la faringe. Estas formaciones linfáticas cumplen roles de defensa, al captar los agentes patógenos que entran al organismo a través de la boca y la nariz para procesarlos y producir una respuesta inmune ante los mismos.

Este órgano ayuda a descartar lo que supone una amenaza a la salud del cuerpo al aportar información de la textura de los alimentos que se ingieren y el estado de los mismos.

¿Qué patologías afectan directamente a la lengua?

Al momento de hablar de las afecciones de la lengua hay que hacer una distinción entre las patologías de la lengua propiamente dichas y los procesos relacionados con enfermedades de otros órganos del cuerpo que afectan la lengua. 

Entre las patologías más comunes que pueden afectar la lengua se encuentran:

  • Macroglosia. Relativa a personas que tienen la lengua de un tamaño superior al normal, lo que dificulta tanto la pronunciación como el proceso de masticación y deglución de los alimentos. Suele ser una patología congénita o una consecuencia del síndrome de Down o el hipotiroidismo.
  • Candidiasis oral. Caracterizada por placas blancas que aparecen en la lengua o encías. Es causada por la proliferación de un hongo llamado cándida y la pueden presentar personas con un sistema inmunológico débil, como los diabéticos, ancianos y bebés.
  • Leucoplasia. Se tratan de lesiones blanquecinas, situadas en la lengua o en el paladar, causadas por la excesiva proliferación celular producto de irritaciones crónicas, como el uso de prótesis mal ajustadas o el tabaquismo. 
  • Liquen plano oral. Esta enfermedad inflamatoria se debe a problemas del sistema inmune o por causa de la hepatitis C y con ella se presentan lesiones blancas y reticuladas con zonas enrojecidas o llagas dolorosas en la superficie de la lengua. 

Consejos para mantener tu lengua sana

Lograr una correcta higiene bucal pasa por limpiar bien la lengua empleando limpiadores linguales específicamente diseñados para la lengua.

Por otra parte, se basa en el uso de colutorios que contienen agentes antibacterianos, como la clorhexidina y el cloruro de cetilpiridinio que eliminan las bacterias productoras de gases malolientes y el lactato de zinc que inactiva estos gases. 

Los expertos de la salud bucal recomiendan tomar en cuenta los siguientes consejos para tener una lengua sana:

  • Acudir al dentista al menos una vez al año. 
  • Cepillarse los dientes y la lengua a diario, un mínimo de dos veces al día o después de cada comida. 
  • Cambiar los cepillos dentales máximo cada tres meses. 
  • Usar con frecuencia colutorios con efecto antiséptico y antibacteriano. 
  • Limpiar el dorso y la porción lateral de la lengua con un limpiador lingual, puesto que en ella se acumulan gran cantidad de bacterias. 

Las funciones de la lengua son esenciales para el ser humano, por esta razón debe concederse mucha importancia a su cuidado.

Isaac Escudero Bermudez
Isaac Escudero Bermudezhttps://www.google.com/search?kgmid=/g/11p5jlt4n9
Licenciado en Odontología por la Universidad de Valencia y Máster en la Universidad de Alcalá. Doctorado y comprometido con la Salud Humana

Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios y la información contenida en PharmaSalud esté redactada por profesionales en medicina, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.

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