Actualizado el 23 de octubre de 2022 por Carlos José Belmonte López
Hay bebés que nacen con labio leporino o con hundimiento en el paladar. Pero ¿por qué ocurre esto y cómo se puede detectar? Aquí haremos un informe sobre algunas causas de esta afección, y de qué tratamiento se dispone para ello.
¿Qué es un labio leporino y qué es un paladar hendido?
El labio leporino ocurre cuando un bebé nace con una abertura en el labio superior de la boca. Y en el caso del paladar hendido, la abertura u orificio está en la cavidad superior o lo que se conoce como paladar. Hay casos en los que se presenta uno solo de estas dos afecciones. Sin embargo, en otros se pueden presentar ambos.
Ahora bien ¿cómo identificar si un bebé nace con ambos defectos o con uno solo? Saber esto es importante, pues solo así se le puede dar la atención médica correcta y lo antes posible.
¿Cuáles son los síntomas del labio leporino y del paladar hendido?
El labio leporino se detecta apenas el niño nace, pues el defecto en la boca es visible. Sin embargo, los síntomas son más complejos. Ahora describiremos algunas características que presentan tanto el labio leporino como el paladar hendido.
Labio leporino
- Separación del labio superior de la boca, puede ser de un lado o del otro.
- La abertura puede ser pequeña o grande y puede ir desde el labio hasta la nariz. En casos pocos frecuentes la abertura ocurre en el medio del labio.
Paladar hendido
En este caso la hendidura puede estar en la parte delantera, lo que puede ser más fácil de detectar. Sin embargo, ha ocurrido que la afección se produce en los músculos de la parte posterior del paladar blando lo que puede pasar desapercibido a la hora del nacimiento.
Los síntomas que suelen presentarse cuando se tiene esta hendidura son los siguientes:
- Dificultad al alimentarse.
- Infecciones crónicas de oído.
- Dificultad para tragar.
- Voz nasal.
Si un bebé está presentando estos síntomas después de días de nacido, es importante acudir a un especialista, quién dispondrá las medidas que se pueden tomar.
¿Cuáles son las Causas del Labio leporino y del Paladar hendido?
Durante el segundo o tercer mes de embarazo, la estructura facial del bebé debe cerrarse completamente. Si esto no ocurre en su totalidad el bebé nace con el defecto de labio leporino o con el paladar hendido.
Por otra parte, según los investigadores han llegado a la conclusión que esto suele ocurrir en la mayoría de los casos por causas genéticas. Siendo posible que el gen que aumenta la posibilidad de nacer con labio leporino o paladar hendido, sea heredado por el padre o por la madre.
Y aunado a este gen, también se le puede añadir ciertas condiciones ambientales que pudieran contribuir a aumentar las probabilidades de nacer con labio leporino o paladar hendido.
No obstante, hay ciertos factores de riesgos que pueden aumentar las posibilidades de que un niño nazca con este defecto. Entre estos están los que mencionaremos a continuación:
Antecedentes familiares
Si en la familia ya ha ocurrido un caso de labio leporino o de paladar hendido, el riesgo de que se repita es muy alto.
Tener obesidad
Hay evidencias que demuestran que las mujeres que han tenido obesidad durante el embarazo, tienen más posibilidades de tener un niño con este defecto.
Padecer de diabetes
Se ha probado que las mujeres que fueron diagnosticadas con diabetes antes de salir embarazadas, tienen un alto riesgo de que los niños nacen con labio leporino con o sin el paladar hendido.
Consumir ciertas sustancias durante el embarazo
Las mujeres que se han expuesto al uso de tabaco o al consumo de alcohol durante la gestación, tienen un alto porcentaje de dar a luz niños con esta afección. De igual forma, puede ocurrir si quizás se ha consumido algún medicamento contraindicado.
¿Qué complicaciones hay cuando se padece de labio leporino o paladar hendido?
Cuando un niño nace con este problema, es lógico que a los padres les surjan muchas preguntas. Y no es para menos, pues ahora tanto ellos como el bebé, deben enfrentarse a ciertas complicaciones que vienen con la afección. Algunas de estas dificultades son las que mencionaremos a continuación:
- Dificultad para alimentarse. Aunque a la mayoría de los niños que tienen labio leporino se les pueda alimentar mediante la lactancia materna, en otros esto se hace más difícil. Esto se debe a que si tienen hendidura en su paladar la succión será casi imposible. Además, corren riesgo de asfixia, pues el alimento se les puede salir por la nariz.
- Problemas en los dientes. Si el problema llega hasta la parte superior de la encía, los dientes tendrán un mal desarrollo. Es posible que algunos no salgan y que los que salgan vengan deforme.
- Enfermedades auditivas. Los oídos quedan expuestos cuando se tiene el paladar hendido, por lo que el paciente llega a sufrir de infecciones auditivas, líquido en el oído medio y pérdida de la audición.
- Dificultad para hablar. Tener el paladar hendido o el labio leporino dificulta el desarrollo del habla. Esto se debe a que el paladar se usa para articular los sonidos, y al no tenerlo correctamente desarrollado la voz llega a tener un tono nasal incompresible.
- Desafío psicológico. Cuando se tiene este defecto es imposible pasar desapercibido. Esto genera inseguridad social y emocional.
Tratamiento para el labio leporino y para el paladar hendido
Como ya hemos visto, quien nace con este defecto tiene muchos retos que enfrentar. Pero no todo está perdido; hay una solución. Esta consiste en realizar varias operaciones al niño.
Si se nace con labio leporino la cirugía se debe realizar antes de los 12 meses. Si además tiene el paladar hendido se tendrá que someter a otra cirugía que se le realizará antes de los 18 meses.
Ahora bien, la cirugía no es el único tratamiento que se debe realizar. Este es solo el principio. En vista de las dificultades mencionadas y por su bienestar a largo plazo, es necesario que el infante sea atendido por especialistas como psicólogos, otorrinolaringólogos, ortodoncistas y especialistas en fonética.
Para concluir, podemos decir que aunque nacer con labio leporino, con el paladar hendido o con ambas afecciones es un reto, estos se pueden vencer. Si se atiende con prontitud y se acude a los especialistas en la materia, se puede llegar a tener una vida completamente normal.