Actualizado el 7 de febrero de 2025 por Carlos José Belmonte López
La falta de tiempo se ha convertido en una de las principales barreras para mantener una alimentación saludable. Este factor, presente en la vida de muchos, conduce a decisiones alimenticias poco saludables. Muchos recurren a platos precocinados o soluciones rápidas que, aunque convenientes, pueden perjudicar nuestra salud a largo plazo. Es común que, al optar por estas alternativas, se produzca un aumento de peso y se desarrollen problemas como el colesterol alto o niveles elevados de azúcar en sangre.
Las repercusiones de un desayuno deficiente
Entre las prácticas alimenticias menos recomendables destaca el desayuno deficiente. A menudo, el ritmo acelerado de la vida cotidiana lleva a muchas personas a saltarse esta comida vital o a consumir productos de bollería industrial. Aquellos que no dedican tiempo a desayunar no solo descuidan su dieta, sino que también afectan su salud general y bienestar. La calidad de nuestra alimentación comienza desde la primera comida del día, y dedicarle atención podría cambiar radicalmente nuestra salud.
Alternativas saludables en la cocina
La cocina casera y tradicional es, sin duda, la opción más saludable para conservar un cuerpo fuerte y sano. Sin embargo, para quienes no tienen tiempo para cocinar o no se sienten seguros en la cocina, existen alternativas que pueden ser igualmente beneficiosas. A pesar de la mala reputación que tienen, las latas de conservas se presentan como una opción práctica que se puede integrar en una dieta equilibrada.
¿Es bueno comer latas de conservas?
Durante muchos años, se ha promovido la idea de que consumir alimentos enlatados es perjudicial. No obstante, el nutricionista Pablo Ojeda aclara esta percepción, indicando que hay latas de conservas que pueden resultar muy beneficiosas para nuestra salud. Estas pueden servir como un «fondo de armario» en esos días complicados en los que no se dispone de tiempo para preparar comidas elaboradas.
Como muchas cosas en la vida, la respuesta a si las latas de conservas son buenas o malas no es absoluta. Depende del tipo de producto que elijamos. Según el nutricionista Ojeda, hay opciones de conservas que no solo son prácticas sino que también aportan nutrientes significativos a nuestra dieta.
La versatilidad de las conservas
Pablo Ojeda, conocido por su participación en el programa «Más vale tarde» de laSexta, sostiene que las conservas son un recurso versátil. Son ideales para aquellos que, ya sea por vida ajetreada o por otros motivos, necesitan soluciones rápidas en la cocina. “Son un recurso para los que hemos estado solteros en alguna época y para aquellos padres que tienen que preparar comida en poco tiempo”, afirma el experto. Esto demuestra que comer rápido no significa renunciar al placer de la buena comida.
Si no sabemos qué elegir al momento de comprar conservas, Ojeda ofrece unas recomendaciones. Para él, el atún y los mejillones son dos de las opciones que siempre deberían estar presentes en nuestra despensa. Además, destaca la importancia de seleccionar latas que utilicen aceite de oliva virgen extra, ya que esto asegura una mejor calidad del producto.
Consejos de un experto en nutrición
Dentro de la amplia variedad de consejos que este nutricionista comparte, uno de los más importantes es el uso del aceite de oliva virgen extra. No solo es una excelente opción para aliñar ensaladas, sino que también puede ser utilizado en otras preparaciones. Ojeda señala que “utilizo el aceite de las latas de anchoas para aliñar mis ensaladas”, mostrando así que podemos aprovechar al máximo lo que tenemos en la despensa.
Finalmente, Pablo Ojeda concluye que, a pesar de los mitos en torno a las conservas, son productos “muy saludables” cuando se eligen correctamente y se integran de manera inteligente en una dieta equilibrada. Con un poco de creatividad y conocimiento, es posible disfrutar de una alimentación rica y nutritiva, aun con la falta de tiempo que nos caracteriza en la vida moderna.
Por lo tanto, no hay excusas para ignorar la importancia de una buena alimentación. La clave es saber optimizar los recursos disponibles, sin dejar de lado la calidad de lo que consumimos. En un mundo donde el tiempo es limitado, adoptar hábitos alimenticios saludables es no solo posible, sino también esencial para nuestro bienestar.