Actualizado el 28 de marzo de 2025 por Carlos José Belmonte López
Los riñones son unos órganos vitales que desempeñan funciones esenciales en nuestro cuerpo, pero a menudo no reciben la atención que merecen. Su responsabilidad principal es limpiar nuestra sangre de desechos y eliminar el exceso de agua. Un hecho sorprendente es que estos órganos filtran toda nuestra sangre unas 50 veces cada día, lo que equivale a unos 1.800 litros de líquido. De esta ardua labor, los riñones producen diariamente entre uno y dos litros de orina.
La importancia de la salud renal
Desafortunadamente, los problemas renales suelen ser silenciosos, lo que significa que pueden avanzar sin ser detectados hasta que se manifiestan síntomas graves. La enfermera Esther Gómez ha abordado este tema en uno de sus más recientes videos en Instagram, donde enfatiza la gravedad de la situación: «¿Sabías que una de cada diez personas en el mundo tiene una enfermedad renal crónica y muchas de ellas no lo saben?». Esta forma de insuficiencia renal es insidiosa y, triste pero cierto, suele estar en un estado avanzado cuando finalmente se presentan los síntomas.
Entendiendo la enfermedad renal crónica
La enfermedad renal crónica implica una pérdida gradual de la función renal. Con el paso del tiempo, esto puede dar lugar a niveles peligrosos de desechos en la sangre. La dificultad radica en que los síntomas no son evidentes hasta que el daño es considerable, y cuando esto ocurre, la opción de tratamiento se centra en frenar el avance de la enfermedad, ya que revertir el daño suele ser complicado.
La experta señala que «la mayoría de las personas con insuficiencia renal no tiene idea de que sus riñones están fallando». Esta falta de conocimiento se debe a que la enfermedad no causa dolor ni presenta signos perceptibles hasta que es grave. Desgraciadamente, muchos de los hábitos que perjudican la salud renal están presentes en nuestra vida diaria sin que seamos conscientes de ello.
Factores de riesgo y prevención
Gómez destaca algunos de los factores más preocupantes que afectan la salud renal, entre ellos el consumo excesivo de sal, el abuso de antiinflamatorios, la obesidad y la falta de actividad física. Sin embargo, también comparte buenas noticias: «El 70% de las enfermedades renales se podrían prevenir con hábitos de vida saludables». Es fundamental adoptar medidas preventivas antes de que aparezcan los síntomas y el daño se torne irreversible.
Algunos consejos prácticos que comparte la enfermera incluyen:
- Controlar la presión arterial y los niveles de azúcar en sangre.
- Moderar el consumo de sal y proteínas en la dieta.
- No abusar de medicamentos sin supervisión médica.
- Realizar ejercicio de manera regular.
- Consultar con un médico y someterse a chequeos si se tiene alguno de los factores de riesgo.
Gómez concluye: «Prevenir es mejor que tratar. Así que cuidemos nuestros riñones antes de que sea tarde».
Reconociendo los síntomas de la enfermedad renal
La Clínica Mayo ha señalado que los pacientes con enfermedad renal crónica pueden experimentar una variedad de síntomas que incluyen náuseas, vómitos, pérdida de apetito, fatiga, debilidad y problemas de sueño. Además, pueden notar cambios en la micción, así como hinchazón en pies y tobillos, calambres musculares, picazón y sequedad en la piel.
Los síntomas pueden ser variados, pero entre los más graves se encuentran la hipertensión difícil de controlar y la falta de aire, que puede surgir si se acumula líquido en los pulmones. También es posible experimentar dolor en el pecho si se acumula líquido en el revestimiento de los pulmones. «Los signos y síntomas de la enfermedad renal no son específicos», advierte la Clínica Mayo, lo cual implica que pueden ser indicativos de otras afecciones. Esto se convierte en un desafío, ya que los riñones son capaces de compensar pérdidas de función, lo que significa que los síntomas pueden aparecer una vez que ha ocurrido un daño irreversible.
Finalizando con una llamada a la acción
La urgencia de la prevención y el cuidado de la salud renal es evidente. «Podemos vivir con un solo riñón, pero si ambos fallan, la única alternativa es la diálisis o un trasplante», subraya Gómez. Un aspecto a tener en cuenta es que el color de la orina puede ser indicativo de la salud renal; por ejemplo, si es muy oscura o presenta espuma, podría ser una señal de alerta.
Al final, es fundamental que las personas tomen conciencia de la importancia de cuidar sus riñones y de estar atentas a cualquier cambio en su salud. Con hábitos de vida saludables y chequeos regulares, es posible reducir el riesgo de sufrir enfermedades que amenazan este vital órgano. La educación y la proactividad en el cuidado de la salud son las primeras herramientas para preservar el bienestar fisiológico, especialmente cuando se trata de condiciones que pueden ser prevenibles.