Adiós a las ‘alas de murciélago’: la postura del cocodrilo transforma tus brazos

Actualizado el 8 de diciembre de 2024 por Carlos José Belmonte López

En un mundo cada vez más acelerado, encontrar un ejercicio que combine tonificación física y relajación mental es un lujo. La «postura del cocodrilo» no solo fortalece tu cuerpo, sino que también calma tu mente, convirtiéndola en una opción ideal para cualquier persona que busque equilibrio y bienestar.

Qué es la postura del cocodrilo

Si estabas buscando un entrenamiento sencillo y efectivo que te permita tener esos ansiados brazos, la «postura del cocodrilo» es todo lo que necesitas. Un ejercicio de yoga que no solo tonifica tu cuerpo, sino que también te ayuda a mejorar tu bienestar general.

También conocida como Makarasana, la «postura del cocodrilo» se convertirá en tu rutina favorita. Este ejercicio, ideal para cualquier edad y especialmente beneficioso para mayores de 50 años, ya que combina trabajo físico y relajación mental en una práctica sencilla pero efectiva.

Beneficios de la postura del cocodrilo

Esta postura es una joya del Hatha Yoga, diseñada para fortalecer hombros, brazos, columna y abdomen. Además, es excelente para quienes buscan reducir las indeseadas «alas de murciélago» en los brazos, ayudando a definir esta zona de manera efectiva.

Sin embargo, sus beneficios no se limitan a lo físico. Esta postura es también una herramienta poderosa para aliviar el estrés, mejorar la postura y estimular la circulación.

Makarasana proviene del sánscrito Makara, que significa «cocodrilo», y es una postura restauradora que promueve tanto el trabajo muscular como la relajación. A diferencia de otras posturas de yoga que requieren un gran esfuerzo físico, esta pose se enfoca en la relajación, lo que la hace ideal para personas mayores o principiantes que buscan mejorar su salud sin sobrecargar el cuerpo.

  • Fortalece los brazos y los hombros. Al mantener la postura, los músculos de los brazos y los hombros se activan, ayudando a tonificar estas áreas. Con la práctica regular, puedes eliminar la flacidez de los brazos y lograr una mejor definición.

  • Mejora la flexibilidad y la postura. Trabaja activamente sobre la columna vertebral, alargando y relajando la espalda. Esto no solo mejora la flexibilidad, sino que también corrige la postura, previniendo dolores en la espalda y el cuello.

  • Fortalece el core. Aunque parece una postura pasiva, activa los músculos del abdomen y la espalda baja. Esto no solo mejora la estética abdominal, sino que también promueve el equilibrio y la estabilidad en tu día a día.

  • Alivia el estrés y la ansiedad. Uno de los mayores beneficios de esta postura es su capacidad para calmar la mente. Al centrarte en la respiración y la relajación muscular, reduces el estrés y la ansiedad, logrando un mayor bienestar emocional.

  • Estimula la circulación y los órganos internos. Facilita la circulación sanguínea, llevando oxígeno y nutrientes a todo el cuerpo. Además, la suave presión en el abdomen estimula los órganos digestivos, mejorando su funcionamiento.

  • Protege la salud de los huesos. Rica en beneficios posturales, esta postura combate la rigidez de la columna, un problema común al envejecer, ayudando a prevenir dolencias como dolores lumbares y mejorar la densidad ósea.

Cómo realizar la postura del cocodrilo

Aunque sencilla, es importante realizar esta postura correctamente para maximizar sus beneficios. Sigue estos pasos y notarás los resultados en poco tiempo:

  1. Comienza en posición de rodillas. Colócate sobre una esterilla de yoga. Arrodíllate y estira las piernas hacia atrás hasta quedar en posición de descanso.

  2. Relaja el torso y el abdomen. Baja lentamente las caderas y permite que el torso y el estómago descansen sobre el suelo. Asegúrate de que tu espalda esté relajada.

  3. Cruza los brazos y descansa la cabeza. Cruza los brazos frente a ti y apoya la frente sobre ellos. Esta es la versión básica, ideal para concentrarte en la respiración y la relajación muscular.

  4. Aumenta la dificultad (opcional). Si quieres un mayor reto, separa las manos y estíralas hacia adelante. Incluso puedes elevar ligeramente la parte superior del cuerpo para activar más los músculos del core.

  5. Finaliza con suavidad. Mantén la postura entre 2 y 5 minutos, respirando profundamente. Luego, regresa lentamente a la posición inicial y descansa.

Consejos para una práctica efectiva

Para realizar la «postura del cocodrilo» de manera más efectiva, es recomendable una serie de tips que hará que trabajes mejor tu cuerpo y mente. La primera de todas es que escuches a tu cuerpo y nunca fuerces la postura. Si sientes incomodidad, ajusta la posición o haz una pausa.

Otra de las pautas claves es una respiración controlada, esencial para relajarte y maximizar los beneficios. Y, por supuesto, que incorpores esta postura en tu rutina de yoga al menos tres o cuatro veces por semana para obtener resultados visibles.

Lucir unos brazos estilizados es uno de los objetivos más perseguidos de miles de mujeres en todo el mundo. Aunque se trate de una parte del cuerpo que no siempre se muestra, mantenerlos fuertes es sinónimo de belleza y juventud. El problema está en que no siempre es tan fácil conseguirlo, hasta ahora.

German Fuertes Otero
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CEO en PharmaSalud.net. Licenciado en medicina por la Stanford Medicine: Stanford, California, US, Máster en University of Cambridge: Cambridge, Cambridgeshire, GB y University of Oxford: Oxford, Oxfordshire, GB. Doctorado en Harvard University Harvard Catalyst: Cambridge, MA, US

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