Actualizado el 5 de febrero de 2025 por Carlos José Belmonte López
Las vitaminas son un conjunto de sustancias esenciales para el correcto funcionamiento celular, así como para el crecimiento y desarrollo normales. Se dividen en dos grupos principales: las vitaminas liposolubles, que se almacenan en el hígado, el tejido graso y los músculos, y las hidrosolubles, que no pueden acumularse en el organismo.
Consecuencias de una dieta inadecuada
De hecho, una alimentación pobre en frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y productos lácteos enriquecidos puede aumentar el riesgo de sufrir carencias vitamínicas y nutricionales, afectando al bienestar general y manifestándose a través de diversos síntomas. Sobre dos de estos síntomas ha hablado recientemente el nutricionista Luis Zamora en su intervención en el programa Atrévete Dial de Cadena Dial.
Señales del cuerpo: canas y uñas débiles
Algunas señales como la fragilidad de las uñas o la aparición temprana de canas pueden ser indicios de déficits vitamínicos o nutricionales. En el caso de las canas prematuras, Zamora señala que pueden ser un signo de deficiencia de vitamina B12, esencial para la producción de glóbulos rojos y el transporte de oxígeno a los folículos pilosos. Sin embargo, este no es el único factor a tener en cuenta, ya que también podría deberse a un déficit de cobre, un mineral clave para la producción de melanina, el pigmento responsable del color del cabello.
Fortaleciendo las uñas
En el caso de las uñas quebradizas, las causas pueden deberse a varios factores como «una falta de proteínas o de hierro», explica Zamora. En este sentido, recuerda que las uñas están compuestas principalmente de queratina, una proteína que necesita aminoácidos para mantenerse fuerte. Para fortalecerlas, recomienda consumir alimentos ricos en proteínas como huevos y carnes magras, así como incluir en la dieta verduras de hoja verde. No obstante, también advierte que el uso excesivo de lámparas de secado o de productos inadecuados puede debilitarlas.
Por qué pueden aparecer las canas prematuras
Si bien la genética es un factor determinante en la aparición de canas, existen otros elementos que pueden acelerar este proceso. Además de la deficiencia de vitamina B12 y cobre mencionada anteriormente, hay diversas razones por las que el cabello puede perder su color antes de lo esperado.
El impacto del estrés en el cabello
Uno de los factores más influyentes es el estrés. Varios estudios han demostrado que el estrés crónico puede provocar un desgaste en las células madre responsables de la pigmentación del cabello, favoreciendo la aparición de canas. Este desgaste se debe al aumento del cortisol, la hormona del estrés, que puede interferir en la regeneración capilar.
Factores adicionales que aceleran la aparición de canas
Otro aspecto relevante es el impacto de ciertos hábitos poco saludables. El tabaquismo, por ejemplo, está asociado también con el envejecimiento prematuro del cabello debido a la acumulación de radicales libres en el organismo. Estas moléculas dañinas afectan la producción de melanina, acelerando la decoloración capilar.
La alimentación también juega un papel clave. Una dieta baja en antioxidantes y en nutrientes esenciales, como el hierro, el zinc y las vitaminas del grupo B, puede afectar la producción de melanina y debilitar la fibra capilar. Esta es la razón por la que incorporar alimentos ricos en estos nutrientes, como frutos secos, legumbres, pescados y verduras de hoja verde, puede ayudar a retrasar la aparición de canas.
Además, ciertas enfermedades autoinmunes, como el vitíligo o la alopecia areata, pueden contribuir a la despigmentación prematura del cabello. En estos casos, el propio sistema inmunológico ataca las células responsables de la producción de pigmento, provocando la aparición de mechones blancos o grises.
Conclusión
Cada una de estas vitaminas desempeña un papel fundamental en el organismo, por lo que una deficiencia puede derivar en distintos problemas de salud y lo mismo sucede con los nutrientes esenciales. La clave está en mantener una alimentación balanceada y rica en nutrientes para prevenir carencias y asegurar el bienestar general.
