Actualizado el 1 de diciembre de 2024 por Carlos José Belmonte López
La obesidad es uno de los principales problemas de salud pública de nuestra sociedad. La Organización Mundial de la Salud estima que actualmente el 13% de la población mundial presenta obesidad, cifra que es aún mayor en España, donde el 21,6% de los adultos entre 25 y 64 años son obesos. Esta situación plantea serias preocupaciones sobre la calidad de vida y la salud a largo plazo de la población.
La obesidad y sus riesgos asociados
El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo y causas directas o indirectas de diversas enfermedades, como la diabetes tipo 2, la hipertensión y otras patologías cardiovasculares. También se asocian a condiciones como el hígado graso no alcohólico, la dislipidemia y ciertos tipos de cáncer. Por ello, es crucial abordar la obesidad desde su inicio y desarrollar estrategias de prevención que contribuyan a disminuir su incidencia. ¿Cómo podemos hacer frente a esta problemática?
La importancia de la Dieta Mediterránea
En este contexto, un grupo de expertos se reunió en el XX Congreso Anual de la Sociedad Española de Obesidad, que tuvo lugar en Santiago de Compostela. En un simposio dedicado a este problema, se destacó el papel fundamental de la Dieta Mediterránea para el mantenimiento de un peso saludable a largo plazo, especialmente en personas con exceso de peso.
La Dieta Mediterránea se caracteriza por su enfoque inclusivo, que contrasta con las dietas restrictivas que, a menudo, carecen de base científica. La inclusión de una variedad de alimentos en la dieta es esencial. Sin embargo, muchas veces, por falta de guía profesional y conocimiento, hombres y mujeres optan por seguir pautas sin sustento científico. Estas dietas insanas se centran en la restricción de grupos alimentarios, resultando poco sostenibles a largo plazo y sin considerar otros aspectos del estilo de vida más allá de la alimentación.
Un enfoque holístico para una alimentación saludable
La Dieta Mediterránea aborda las carencias nutricionales comunes en personas con sobrepeso, como el bajo consumo de frutas, verduras, cereales integrales, legumbres y grasas saludables. Así, se presenta como una estrategia eficaz y sostenible para alcanzar y mantener un peso saludable a largo plazo. Este enfoque integral no solo busca la pérdida de peso, sino que también promueve un estilo de vida equilibrado.
Francisco Tinahones, Director Científico de Ibima Plataforma BIONAND y jefe del servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínico de Málaga, resalta que «la Dieta Mediterránea, rica en antioxidantes y nutrientes esenciales, no solo promueve un peso saludable, sino que también fortalece el sistema inmunológico y reduce el riesgo de enfermedades crónicas». Esto pone de relieve la necesidad de promover patrones alimentarios que sean completos y sostenibles.
Aspectos clave de la Dieta Mediterránea
La Dieta Mediterránea se basa en varios principios fundamentales que pueden ayudar a quienes buscan mejorar su salud y bienestar:
- Riqueza en frutas, verduras y hortalizas: Aportan vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes.
- Incorporación de cereales integrales: Proporcionan energía sostenida y fibra.
- Consumo regular de legumbres: Fuente de proteína vegetal, fibra y micronutrientes.
- Presencia de grasas saludables: Aceite de oliva virgen extra, frutos secos y pescado azul.
- Reducción del consumo de productos altamente procesados: Es recomendable limitar estos productos en lo posible.
- Fomento de la comida consciente: Optar por la comida consciente y la actividad física regular.
- Cuidar la parte social de nuestra alimentación: Realizar comidas en compañía para aumentar el disfrute y la conexión social.
Cierre y conclusión
Ascensión Marcos, fundadora del Grupo de Inmunonutrición del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), también enfatiza la diferencia entre la Dieta Mediterránea y las dietas de moda. Resalta que esta última se centra en la calidad nutricional y no en la restricción, promoviendo un estilo de vida equilibrado que considera aspectos como el movimiento, la salud psicológica y la socialización.
Es evidente que, ante la creciente epidemia de obesidad, es crucial adoptar un enfoque que no solo se limite a la dieta, sino que también contemple el bienestar integral de las personas. La Dieta Mediterránea se presenta como una solución viable y beneficiosa para mejorar la salud y prevenir enfermedades. Así, al fomentar hábitos alimenticios saludables, estamos invirtiendo en la salud presente y futura de la sociedad.